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Paseando



Tal vez nunca nos hemos planteado dar un paseo con el objetivo de observar y meditar con lo que uno se topa en el recorrido. Podría llamarlo el “paseo de la contemplación”. Por recomendación médica debo caminar, aunque no sigo muy bien el consejo. Pero cuando logro vencer todos los obstáculos y excusas que se me presentan para no hacerlo, me lanzo a ello. Cada vez más mis paseos se convierten en “contemplativos” y os aconsejo que de vez en cuando los vuestros también sean de este tipo, veréis como tienen un efecto inesperado.

¿Qué puedo encontrar a las diez de la noche, o a las siete de la mañana, que me invite a mencionar la palabra contemplación? Pues si salís por la noche os encontrareis a mujeres limpiando oficinas y bancos,  a otras que sacan bolsas de basura de pastelerías, bares o supermercados, otras que barren y friegan otro tipo de negocios, todas ellas con una expresión de cansancio que se manifiesta en su exterior.

Me llama enormemente la atención, que la gran mayoría sean mujeres, y pienso enseguida en sus hogares, si estarán solas, si les esperarán, si serán acogidas con cariño al llegar a casa, ¿se encontrarán  con  la parte más dura a su regreso ? ¿Sus hijos apreciarán esa expresión exhausta? ¿Su esposo será cariñoso? ¿Será la soledad su compañía?... Cada vez que las veo, experimento la necesidad de rezar por ellas.

Contemplo también, el drama de algunos. Veo a  hombres jóvenes, solitarios, rebuscando en los distintos depósitos de basura, que me encuentro a lo largo del camino, separando en un carrito, aquello que pueda serles útil   . No tienen pinta de mendigos, no van sucios. Hoy, al pasar delante de uno de esos contenedores,  el olor que percibí  era repugnante,  y allí estaba uno de ellos, recogiendo comida envasada que un supermercado había desechado. Me invaden las ganas de hablar con ellos, pero… ¡aún con mis respetos humanos! También los llevo a la oración. Un sentimiento de vergüenza se adueña de mí, viendo lo que veo. ¡Cuántas quejas de mi parte por no conseguir algunos de mis caprichos!

En cambio si salís por la mañana temprano, tendréis la oportunidad de ver amanecer durante el trayecto. Siempre unos colores y aromas, que hacen eleven una acción de gracias a Dios, por el regalo de belleza que brinda a  mis sentidos.

La rutina de muchos, el café en un bar, el paseo del perro, la prensa que se compra, la espera en las paradas del bus, el olor de los bollos de las panaderías, que se percibe al pasar por ellas ,y que me tientan a romper mi dieta. Basureros que limpian las calles y que apenas reciben un saludo de quien pasa ante ellos. De nuevo mujeres que limpian portales comunitarios y más oficinas. Un nuevo día donde cada uno se enfrentará a sus rutinas, sus preocupaciones, sus ilusiones y esperanzas. Sí, un nuevo día empieza. ¡Y Dios me ama hoy!  ¿Sabré apreciarlo?...

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8 comentarios

  1. Es bueno eso de observar a la gente ya que se puede aprender mucho de todos.Saludos

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    1. Querida Charo bueno no, buenísimo... Uno descubre cosas que fácilmente se olvidan de agradecer.
      Un abrazo

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  2. Tienes razón a veces paseamos sin reparar en lo que nos vamos encontrando. Es bueno percibir y detenerse a contemplar lo que el camino nos regala, pero es todavía mejor rezar desde la gratitud y desde la misericordia por todo aquel que se cruza ante nosotros.

    Gracias Angelo. Un beso!

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    1. Querida Emma dices algo muy bueno, rezar por todo aquel se cruza ante nosotros. Si lográramos vivirlo cada día nos sentiríamos hermanados de verdad con el mundo entero, entenderíamos mejor al otro y lo amaríamos muchísimo más. Gracias por tu fiel aportación. Un fuerte abrazo

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  3. En invierno, de camino a mi casa, al anochecer, casi todos los cajeros están ocupados por gente que busca refugio en ellos. En alguno duermen dos y hasta tres personas. También los contenedores son revisados con frecuencia. No sé qué pueden sacar, pues se meten en el del cartón primero uno, al rato otro, y otro. Hay un chico que en vez de pelo tiene un enorme plastón mugriento y una larga barba desaliñada. No tendrá los 25 años. Viste andrajoso. Últimamente no lo veo.

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    1. Viendo estas escenas siempre tenemos que preguntarnos que es lo que falla... Un abrazo

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  4. Una tarea Angel, si en uno de tus paseos ves a alguien recogiendo comida de la basura, mira si hay una cafetería cercana, dile que le vas a comprar un bocadillo y una refresco, que te espere y hazlo.

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