¿A contracorriente?
Recuerdo como me impactó , la primera vez que observé a los salmones saltar en contra
de la corriente del río. Supe después que lo hacían para desovar en busca de
aguas tranquilas y cristalinas y al resguardo de depredadores. Realmente
admirable la lucha que realizan para lograrlo. Lo cierto es que esta imagen me
ha ayudado en varias ocasiones para hacer un símil en mi vida como cristiano. De
hecho, si ahora tuviera que realizar un escudo personal, pondría al salmón en
él.
El cristiano en el mundo de hoy tendría que ser como el salmón, a contrapelo de lo que el mundo actual ofrece. No siempre resulta exitoso intentarlo, resultando tremendamente fácil, caer en la tentación de creer que todos los esfuerzos que gastamos en nadar contra corriente están destinados al fracaso, pero en muchas otras ocasiones viendo el resultado, nos damos cuenta que esta impresión acaba diluyéndose. Ir contra corriente no es un empecinamiento absurdo con el fin de llevar la contraria sino una convicción personal que apuesta por la razón y la conciencia .
Porque ir contracorriente en
pleno siglo XXI es vivir con coherencia con lo que se cree cuando muchos viven de etiquetas . Velar por la
justicia cuando parece que muchos la quebrantan. No cansarse de hacer el bien,
cuando parece que el mal va a triunfar. Defender la virtud cuando parece que el
vicio es el ejemplo a seguir bajo la bandera del hedonismo. Ser generosos con los demás cuando asistimos a escenas de escandalosa insolidaridad mundial. Fomentar la voluntad
por encima de los instintos. Valorar y defender la vida cuando otros se empeñan
en trabajar a favor de la muerte.
Estar dispuesto a dar saltos
enormes para no dejarse arrastrar por la corriente también consiste en ser veraz para enfrentarse a la mentira que
inunda a diario nuestras vidas , conservando el sentido común en medio de la
locura . Promover el amor, donde crece el odio.
Saber escuchar en un mundo en el que sus gritos ahogan el diálogo y dónde todos
quieren hablar. Disfrutar del silencio en una sociedad que vive inmersa en el
ruido. Mantener la alegría cuando alrededor cunde la angustia. Difundir el
conocimiento ante el ensalzamiento de la ignorancia. Buscar la belleza cuando
muchos la desprecian.
Claro que sí, nadar, saltar, y
luchar contracorriente es señal de vida, lo inanimado y sin vida es arrastrada
por ella. Ser valiente en un mundo débil y lleno de respetos humanos, conservar
las propias convicciones cuando otros cambian según modas; tener fe cuando la
mayoría parece dudar, creer en Dios cuando aparentemente en conjunto lo niegan.
Levantar los ojos al cielo cuando ves a tantos arrastrarse por el suelo…
Sí, hay que tener mucho coraje y
furia para superar la corriente, en un mundo que parece llenarse de “muertos vivientes”
arrastrándose sin rumbo. Como escribía Séneca: “ Si quieres vivir feliz, no te
importe que te crean tonto”. Pero tenemos el impulso necesario para imitar al
salmón en su salto a contracorriente. Las palabras de Jesús: “En el mundo
tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo” Jn 16,33
La historia de la Iglesia está llena de "muchos salmones" hoy el post me retrotrae a uno de ellos, del S.XIII , San Francisco de Asís, en su oración simple bien podría encontrarse un buen salto a contracorriente :
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
Donde hay odio, que lleve yo el
Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el
Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo
la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la
Fe.
Donde haya error, que lleve yo la
Verdad.
Donde haya desesperación, que
lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo
la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
Porque es:
Dando , que se recibe;
perdonando, que se es perdonado;
muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.
2 comentarios
Me uno a la oración de San Francisco pues también me gustaría tener la valentía de ser "salmón".Saludos
ResponderEliminarPreciosa reflexión. Aunque a mi el salmón me sienta a cuernos a mi pobre estómago.
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.