Uso cookies para darte un mejor servicio.
Mi sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Acepto Leer más

Se acabaron las fiestas


Preparando el post de hoy, y buscando algunos datos por internet me topé con preguntas que me han hecho cambiar el tema que había pensado exponer. Cuestiones que tienen un buen número de visitantes consultando la respuesta. Un ejemplo: “¿Cómo cuidar la flor de Pascua después de Navidad?" También yo entré para asesorarme, porque a día de hoy, no he conseguido aún que esta bella planta sobreviva tras las fiestas.

Y con ella se produjo el efecto dominó, una y otra pregunta se planteaban en cada página que abría. “ Que hacer con el árbol de navidad? ¿Cómo guardar los adornos? ¿Cómo empaquetar las luces para que no se líen?”, en fin un montón de ideas que surgen de mentes creativas que resultan muy útiles para los demás. 

Y zas, una vez más, basta cualquier acontecimiento banal de nuestra jornada diaria para sobrenaturalizarlo a nuestro mundo espiritual, así que enseguida me surgió otra pregunta: "¿Cómo voy a vivir mis jornadas con lo que se supone ha debido ocurrir esta navidad?" Porque doy por hecho que los cristianos, hemos tenido que renovar nuestras esperanzas, hemos tenido que volver a nuestros quehaceres con nueva energía interior, sabiendo que la luz ha vuelto a ocupar muchas de nuestras oscuridades. ¿Cómo ha sido mi navidad? …

Y de nuevo, me encuentro embalando las figuras y adornos de estos días. Ya se acabaron las fiestas. ¡Un año más!  ¿Cómo voy a guardar mi navidad? ¿La empaquetaré también, para sacarla una año más vieja en la próxima ocasión? Escribía Charles Dickens "Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año"

Mientras envuelvo cada figura del belén, y embalo los adornos del árbol, me pregunto si no es así a veces mi vida espiritual. Prisa, rutina, mirar sin contemplar, alegría sin pasar por el silencio que nos ayuda a interiorizar . Salgo a la calle ,y compruebo que los escaparates han sido cambiados de la noche a la mañana. Las rebajas son las protagonistas, presentando su manzana brillante, invitando a seguir gastando, aunque no haya nada que gastar; aunque nos embarguemos por largo tiempo en deudas pendientes, para eso están las tarjetas, grandes usureras, que pasan factura sin piedad alguna, a la hora de reclamar su préstamo.

Algunos empiezan ya a manifestar su pesimismo  y angustia en el retorno a la rutina diaria. ¿Y la luz que tanto hemos pedido, la alegría que hemos gritado, la esperanza que tendríamos que haber renovado? ¿Vamos a seguir el ritmo de esta sociedad? ¿Vamos a rebajar también nuestra entrega, entusiasmo, testimonio e ilusión? ¿Ponemos también todo a precio de saldo? ¿Volvemos a presentar un catolicismo light?

¿Dónde nos hemos estancado? Tal vez hemos dejado que nuestro cuerpo se adueñe de nuestra parte espiritual y estamos haciéndole más caso. Desilusiones, pruebas, cansancio, dolor, tristeza, ofensas… Eso y mucho más, no debe apartarnos de nuestro convencimiento; el lugar donde Dios habita en nosotros. El lugar donde nada ni nadie puede quitarnos el tesoro depositado. ¡La Fe!, la que nos empuja a creer sin fisuras que somos infinitamente amados.

Hemos visto a un Niño nacer, que nos ha traído esperanza, que ha venido a ocupar nuestros corazones, ¡dejémosle crecer en él! Y se encargará de todo. ¡Creámoslo! Sigamos sembrando, encendamos luces, abramos puertas, y renovemos la esperanza puesta en el portal de Belén! Conservemos la navidad en nuestro corazón  durante todo el año.

También puede gustarte

5 comentarios

  1. Yo ya he envuelto y guardado mis figuras navideñas y los adornos pero tengo claro que ese espíritu de la navidad que tengo dentro de mi lo voy a dejar sin empaquetar y no lo voy a guardar, quiero dejarlo al descubierto esperando que me dure todo el año.saludos

    ResponderEliminar
  2. Ahora nuestra ha de ser una autentica celebración, porque Dios hizo su morada en nosotros, y vive entre nosotros, gracias.

    ResponderEliminar
  3. Me cuesta que se acaben las fiestas navideñas, siempre me sucede, son preciosas. Pero, sí, ese espíritu permanece en mí, gracias a Dios, durante todo el año.

    El último vídeo de los pasos del silencio es ¡maravilloso! ¡¡¡Gracias!!!

    Un abrazo, Ángel. ¡Feliz y santo año!

    ResponderEliminar
  4. Lo bueno es saber que los cristianos seguimos viviendo en Navidad y los adornos y todo lo que conlleva va dentro de nosotros....la Estrella ha de brillar cada vez mas Angelo..y no dejar que se apague. La rutina no existe para nosotros, cada dia es Nuevo y es Navidad!!

    ResponderEliminar
  5. Para evitar ese catolicismo light, lo primero que debemos hacer es ayudar. Hay muchas personas que nos necesitan, tanto espiritual como físicamente, y muchísimos medios para hacerlo, desde reuniones hasta comedores sociales cada día del año, recogidas de alimentos o algo tan simple como hacer felices de alguna manera a quienes miramos. Tenemos que "remangarnos" y ayudar, pero no "colaborar", sino ayudar de verdad. Pienso que es ahí por donde debemos comenzar, a la vez que oramos para dar gracias y hablar con Dios, pero la Oración y la Acción deben caminar juntas, así evitaremos el "catolicismo light". Espero que hayas comenzado muy bien el año Ángel. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

    ResponderEliminar

Te invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.