Los pilares de la Iglesia: La fe, la Esperanza, el Amor
Los mentideros de Madrid eran lugares donde los madrileños del Siglo de Oro se reunían para conversar. Allí se hablada de todo lo divino y lo humano, se especulaba, fabulaba y en suma, se comentaba, más por no callar que por otra cosa, sobre Madrid, sus gentes y aquellos que las gobernaban.
Pues esos mentideros parecen haberse extendido de forma casi alarmante, en muchos lugares, donde los que formamos parte de la Iglesia, nos movemos, contagiando un pesimismo y desaliento que no corresponde a la confianza y fe a la que todo bautizado está llamado a vivir.
No hay duda de que el descubrimiento de los pecados, que cualquier humano es capaz de cometer , encarnados en personas que deberían ser ejemplo y testimonio para los demás, sacude fuertemente a cualquier alma que busca en ellas, el aliento para imitarlas.
Fue en el 2005, cuando siguiendo el Via crucis que retransmitían desde Roma, escuché por primera vez, un” mea culpa” tan personal, dirigido a Dios, por parte de alguien, que hablaba en nombre de la Iglesia. Una confesión que me sacudió, una confidencia que parecía prepararme, para el levantamiento de un velo que estaba por venir, descubriéndome la fealdad de algunos seguidores de Cristo . La voz del narrador, proclamaba, las palabras que el cardenal Josep Ratzinger escribió, para reflexionar sobre la novena estación del Via Crucis : Jesús cae por tercera vez.
“¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él!
“Señor, frecuentemente tu Iglesia nos parece una barca a punto de hundirse, que hace aguas por todas partes. Y también en tu campo vemos más cizaña que trigo. Nos abruman su atuendo y su rostro tan sucios. Pero los empañamos nosotros mismos.
Nosotros quienes te traicionamos, no obstante los gestos ampulosos y las palabras altisonantes. Ten piedad de tu Iglesia: también en ella Adán, el hombre, cae una y otra vez. Al caer, quedamos en tierra y Satanás se alegra, porque espera que ya nunca podremos levantarnos; espera que tú, siendo arrastrado en la caída de tu Iglesia, quedes abatido para siempre.
Pero tú te levantarás. Tú te has reincorporado, has resucitado y puedes levantarnos. Salva y santifica a tu Iglesia. Sálvanos y santifícarnos a todos”.
Unos meses después, el cardenal se convertía en Benedicto XVI. Y dos acontecimientos importantes marcaban su pontificado. El año sacerdotal y el año de la Fe en el que nos encontramos".
Mirando atrás, empiezo a entender. Benedicto XVI ha querido limpiar, y curar, lo que estaba dañando a la Iglesia. No tengo ninguna duda de que el año sacerdotal, ha ido quitando y destruyendo la basura de la que hablaba el cardenal Ratzinger en el Via Crucis y no tengo ninguna duda de que este año de la Fe, está renovando a todas las almas heridas.
No fue fácil afrontar casi a diario, un escándalo tras otro, pero la Iglesia siempre sale reforzada del sufrimiento. Las ovejas estuvieron más que nunca al lado de su pastor. No está siendo fácil este año de la Fe, y sé, que Benedicto XVI lo proclamó con premeditación y alevosía, ante lo que supone barrer la inmundicia de la Iglesia. “Sálvanos y santifícanos a todos” fue la petición de Ratzinger ante Jesús tirado en tierra, por su tercera caída.
Y Benedicto XVI se va, y una vez más, necesitamos acudir a esa Fe, a la que estamos invitados a entrar de forma especial en este año. Fe, para creer que la Iglesia está viva, porque Cristo vivo, la lleva.
Me incomoda ver el pesimismo de algunos. Me molesta que primen las lucubraciones, sobre la renuncia del papa, y se pongan en marcha, profecías de cualquier tipo, como si de dogmas de fe se tratase. La fe es la que nos invita ante cualquier acontecimiento, a responder lo que Pedro confesó con humildad:” Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo” y la de Tomás ante la aparición de Jesús en el cenáculo: “Señor mío y Dios mío”. La fe que nadie ha manifestado tan breve, sencilla y tan fuertemente, como lo hizo María: “Fiat”. La Fe, se vive siempre en presente.
Yo estoy lleno de optimismo. No puedo creer, que el siglo XX, definido por Juan Pablo II, como el siglo donde han florecido el mayor número de mártires , su sangre no fructifique. La santidad de los últimos papas, la iglesia perseguida en la actualidad, donde muchos, siguen ofreciendo su vida, a causa de su fe y que es sostén para todos . La limpieza a fondo en el seno de la Iglesia, el retorno a la búsqueda de verdaderos valores, y de una espiritualidad nacida del corazón. Los datos, de que en este último siglo los católicos se ha triplicado, pasando de 291 millones en 2010 a 1.100 en 2013. La Eucaristía, que no deja de celebrarse ni un minuto, en cualquier lugar de este planeta. Las miles de almas consagradas, que no dejan de ofrecer y orar por la humanidad. Los niños que cada minuto, nacen en el mundo, haciendo que Dios siga esperando en el hombre que ha creado… Todo me lleva al optimismo, a la alegría, a la confianza y a le fe, de que nada ni nadie puede destruir a la Iglesia.
Decía el papa en el encuentro ecuménico de Munich del 2010:
La Iglesia es efectivamente un lugar de esperanza y nada ni nadie puede oscurecer o destruir esto, ni siquiera los ataques que sufren los cristianos en la cultura actual. En un tiempo en el que el mundo es hostil a la fe: "en los últimos meses nos hemos debido confrontar repetidamente con noticias que quieren derrumbar la alegría en la Iglesia, que la oscurecen como lugar de esperanza. De nuevo: la cizaña existe también en el seno de la Iglesia y entre quienes el Señor ha acogido a su servicio particular. Pero la luz de Dios no ha menguado, el gran bueno no ha sido sofocado por la semilla del mal".
"¿La Iglesia es entonces lugar de esperanza?" "sí, porque de ella nos llega siempre y de nuevo la Palabra de Dios, que nos purifica y nos muestra la vía de la fe. Lo es porque en ella el Señor sigue donándose a sí mismo, en la gracia de los sacramentos, en la palabra de la reconciliación, en los múltiples dones de su consuelo. Nada puede oscurecer o destruir todo esto. De esto debemos estar alegres en medio de las tribulaciones".
Hace un par de días, la secretaría de estado del Vaticano, publicaba una nota, ante las falsas noticias , difundidas con la intención de influir en la elección del nuevo papa. Y la nota acaba con algo muy real y esperanzador:
"Nunca como en estos momentos, los católicos se han centrado tanto en lo esencial: rezan por el Papa Benedicto XVI, rezan para que el Espíritu Santo ilumine al Colegio de Cardenales, rezan por el futuro pontífice, confiados en que la suerte de la barca de Pedro está en las manos de Dios”.
Hace un par de días, la secretaría de estado del Vaticano, publicaba una nota, ante las falsas noticias , difundidas con la intención de influir en la elección del nuevo papa. Y la nota acaba con algo muy real y esperanzador:
"Nunca como en estos momentos, los católicos se han centrado tanto en lo esencial: rezan por el Papa Benedicto XVI, rezan para que el Espíritu Santo ilumine al Colegio de Cardenales, rezan por el futuro pontífice, confiados en que la suerte de la barca de Pedro está en las manos de Dios”.
Acabo, pidiendo perdón por la extensión de esta entrada, con unas palabras del cardenal Tagle, uno de los más jóvenes que participarán en el próximo cónclave (55 años):
“Recordad que si una persona enferma continua lamentándose de su enfermedad y recordándole a los demás que se encuentra mal, acaba sintiéndose aún peor. Lo mismo sirve para la Iglesia". “Pero Jesús ha apoyado al incrédulo Tomás, así que también nosotros tendremos apoyo”.
¿Nos subimos al carro de los pesimistas , o al de los que quieren vivir su Fe, en el seno de una Iglesia viva, que tiene la garantía de no sucumbir , porque su fundador, está vivo en medio de ella?... “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mt, 28,19)
¡Alabado sea Jesucristo!
8 comentarios
¿Por qué temer si tenemos con nosotros a Jesús todos los días hasta el final del mundo?......Aquí celebraremos una Eucaristía el jueves por Benedicto XVI.Saludos
ResponderEliminarQué Cruz para la Iglesia y para nosotros, se oyen tantas cosas a las que no damos crédito, pero que hacen daño a muchas personas. Combatamos la mentira con la verdad, las tinieblas con la luz, la impediedad con la oración.
ResponderEliminarEsta entrada tenía que ser larga.
Creo en la Iglesia Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana, muy Romana.
Un beso
Gracias Angelo,tus palabras siempre reconfortando.
ResponderEliminarDios te bendiga.
Un cariñoso saludo.
Bien Angelo!!! ahora la Iglesia se prepara para remontar....y como siempre el Espiritu se fija y elige a unos cuantos para la levantá!!! fuera miedos y pesimismos....Jesus está VIVO y como dices nunca abandona a los que ama.....y este Papa nos adentra en la humildad dentro de la oracion del pobre entre los pobres...ahí está la Vida y la Esperanza aflora con mas fuerza que nunca....esta Cuaresma está siendo tan especial para mi...y si lo es para mi lo es para la Iglesia entera porque soy parte de ella.....
ResponderEliminarMe ha enseñado este Papa a ser mas Iglesia y empezar a aceptar lo que hay en ella, sabiendo que he podido pasar por muchas cosas que solo la Gracia me ha evitado entrar.....solo bendiciendo se puede Vivir..solo Bendiciendo...y Benedicto siempre me invitará a Bendecir!!.
Pues a mi sólo se me ocurre pensar mucho en esta frase: "No tengais miedo" porque ultimamente me tienta por ahi el rey de este mundo. Ansiosa y esperanzada en el siguiente Papa estoy, haciendo oidos sordos a todas las calamidades que algunos vaticinan. Hay que rezar mucho por la Iglesia, los cardenales y todos los católicos del mundo. Son tiempos para la historia llenos de esperanza para la nueva evangelización. Un abrazo Angelo!
ResponderEliminarAngelo, yo creo que será bueno que salga todo a la luz para que dejen de ser tinieblas.. las heridas para curarlas hay que destaparlas..lavarlas y curarlas ..y eso duele..pero así se curan.. lo mismo ahora.. y tampoco hay que escandalizarse.. si en tiempo de Jesús..entre los que Él eligió estaba quien lo traicionó..(Judas).. ahora más.. nos vamos a escandalizar cuando sabemos que Satanás..busca la manera de tirar por el suelo la obra de Dios.. pero no lo conseguirá.. recemos y confiemos en que El Espíritu Santo..purifique y limpie a nuestra amada Iglesia..y renazca de nuevo.. un fuerte abrazo en el Señor para todos.
ResponderEliminarHola Angelo;antes nos conocíamos como "su chico" de blogs como Esperanzas en la Niebla
ResponderEliminaro Moniciones a la Palabra del Domingo
¡Hacía tiempo! Lo necesitaba para otros proyectos que requerían de todo mi esfuerzo
En lo que debían ser gratificantes, lo han sido gracias a Dios
En lo que podían causarme problemas, lo han causado también.
Por ambas cosas doy gracias a Dios.
La primera me ha hecho más generoso, más sensible, más humano
En lo segundo a sentir la tentación de odiar por sentirme odiado por la envidia, por romper
estatus establecidos, por querer saltarme la ley del seto: ninguna rama debe destacar porque pone en
evidencia a las demás
Pero mi vuelta no tiene nadad que ver con esto
Queremos, mi chica y yo, haceros partícipes de estos meses precedentes a nuestras bodas de plata;
y también seguir disfrutando, como si una superboda gitana ( o judía, que también duraban lo suyo)
de ella a traves de este blog al que os invitamos a visitar
http://alymc25.blogspot.com.es/
Un fuerte abrazo
Al + Mc
Es lo mejor que he leido de este tema
ResponderEliminarCreo que lo mas serio aqui es que, en nuestro tiempo , lo que el carinal Ratzinger llamo 'filth' es considerado 'oro' por muchos. Nada del mundo es mas que miseria, y este solo es un caso..La Iglesia es la que ha vuelto a llamar a las cosas por su nombre, sin miedo a exponerse ella misma a criticas, bien merecidas - o a ver la viga en el propio ojo.
Te invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.