Algo se muere en el alma
Y llegó… Es la semana del adiós, y como dice aquella sevillana de Los del río: “Algo se muere en el alma cuando un amigo se va”…
Yo confieso, sí, confieso y grito a todos, que tengo un nudo en la garganta, que mis emociones están a flor de piel, que me agarro a la sotana de Benedicto XVI y no me quiero soltar… Confieso que me costó conectar con él , acostumbrado a la experiencia de Juan Pablo II y confieso, que día a día , ha ido robándome el corazón.
Y puedo entender muchísimo mejor,algunos pasajes del evangelio, como el de la ascensión de Jesús a los cielos…puedo percibir lo que experimentaron los apóstoles viendo que su maestro , se iba, estando vivo. Puedo percatarme, de su "tristeza" mezclada con la alegría ...¿Quien no ha experimentado el desgarro del adiós, de un ser querido?...
“Algo se muere en el alma cuando un amigo se va”…
Y se presentó ante nosotros, un inesperado Benedicto XVI, diciéndonos:
"Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia.
Apacentar quiere decir amar, y amar quiere decir también estar dispuestos a sufrir. Amar significa dar el verdadero bien a las ovejas, el alimento de la verdad de Dios, de la palabra de Dios; el alimento de su presencia, que él nos da en el Santísimo Sacramento. Rogad por mí, para que aprenda a querer cada vez más a su rebaño, a vosotros, a la Santa Iglesia, a cada uno de vosotros, tanto personal como comunitariamente"
Y se marcha manifestándonos “ que cree que es lo mejor para la Iglesia", "que aunque se retira, seguirá rezando por la Iglesia.Que todos los miembros de la Iglesia «reneguemos del orgullo y del egoísmo para vivir en el amor».
¡El amor! … ¡El amor a Dios!... ese ha sido su legado, eso es, a lo único que no ha querido renunciar. Y yo… confieso bien alto, que ha encendido en mí,el deseo de entrar en ese amor a Dios.
Yo no voy a despedirme de él, en este blog. Como tampoco lo hice con Juan Pablo II. Seguirán en mi vida, en esta y en la futura si Dios quiere.
Ahora toca abrir de par en par nuestro corazón al nuevo pastor, que Dios ya tiene preparado para nosotros. Sin duda alguna, el que nos conviene. ¿A qué temen algunos?.... Jesús está presente en su Iglesia.
Benedicto XVI, repitió cinco veces en su homilía de inicio de Pontificado : “¡La Iglesia está viva!” y está viva porque Cristo está vivo.
"Yo doy mi vida por las ovejas”, dice Jesús de sí mismo (Jn 10, 14s.). No es el poder lo que redime, sino el amor. Éste es el distintivo de Dios: Él mismo es amor.
¡Gracias Benedicto XVI!
¡Alabado sea Jesucristo!
9 comentarios
¡¡Ezkerrik asko,padre!!
ResponderEliminarUn cariñoso saludo.
Angelo...que me has sacado las lagrimas del corazón!!! No habia visto dentro de mi lo que queria a este Papa....No habia soltado ni una lagrima hasta ahora que no paran de salirme....
ResponderEliminarEs curioso el Amor como va robandote el corazón, este Hombre de Dios, tan imteligente y sabio y a la vez tan pequeño y sencillo...Saludando desde el principio con las manos abiertas y moviendo los dedillos como si tocara el piano con todos nosotros y la mirada tan llena de sabiduria.....
Me has hecho emocionarme profundamente Angelo y he de dar gracias a Dios por la Gracia de este Hombre que ha llevado la Iglesia con tanta sencillez, elegancia y sabiduria. Seguirá en nosotros porque hacen tanta mella en nosotros que se quedan ya eternamente...Bendito sea Dios.. Un abrazo.
Gracias, Angelo, por quitarme las palabras de la boca, por decir a los cuatro vientos lo mismo que yo siento.
ResponderEliminarBenedicto , se merece este retiro al encuentro más íntimo de Dios.
Un beso mañanero y agradecido.
Como no amarle, si es Cristo entre nosotros!!!
ResponderEliminarLas palabras quedan cortas.... ¡GRACIAS POR ENSEÑARME TANTO, QUERIDO PADRE!
ResponderEliminarMe quedo con esta frase: "Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia"
ResponderEliminarCuanta gente lo critica, y sin embargo, cuanta gente antepone sus intereses a los de los demás, creo que esta frase refleja una humildad de la que tenemos mucho que aprender.
Por cierto, muchas gracias por el consejo que me has dado sobre los comentarios, la verdad es que no tenía ni idea de que lo tenía configurado así, así que ya lo he quitado, y más sabiendo cómo reacciona mucha gente cuando lo ve.
ResponderEliminarSi te soy sincera humanamente yo también tengo un nudo en la garganta porque nos aferramos a un Santo Padre que queremos y le tenemos muy presente y la verdad es que en ciertas ocasiones es como que sigo sin creermelo pero el que venga también nos guiará y hay que rezar para que sea un buen Santo Padre. Un saludo!
ResponderEliminarA mi también me ha llegado muy dentro Benedicto XVI con su inteligencia y dulzura.
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