La confesión de un ángel
Una persona joven fue a visitar a un hombre santo para hablarle de sus afanes, ilusiones, la razón de su existencia y posible vocación.
Recibió sus consejos y quedaron para verse más adelante.
Cuando volvió por segunda vez, aquel hombre santo había tenido un sueño.Soñó que moría y al llegar al cielo le dicen que pida lo que quiera, que se lo conceden.
Sorprendido, dice que tiene una gran curiosidad por conocer al ángel que confortó a Jesús en la agonía del Huerto de Getsemaní.
Cuando se lo presentaron, le dice:
"¿Qué dijiste a Jesús cuando sudaba sangre al ver todo lo que iba a sufrir por nosotros los hombres? ¿Cómo le consolaste?".
Interrumpió el hombre sabio y le preguntó al joven:
"¿De verdad quieres saber lo que me dijo el ángel?"
"¡Pues claro!".
Y el hombre prosiguió:
"El ángel le habló a Jesús de ti y de mi,de tu generosidad y de la mía".
¡Alabado sea Jesucristo!
13 comentarios
I love the image of the Angel!
ResponderEliminarThank you very much Terry. Me too
EliminarGracias!!!
ResponderEliminarUn cariñoso saludo :)
¡Cuántas cosas hermosas podemos compartir que nos ayudan a caminar por esta senda del amor!
EliminarUn beso
Gracias a ti por tu presencia diaria. Un beso
ResponderEliminarMe alegra verte por aquí Roberto. Gracias por tu aportación. Un abrazo
ResponderEliminarPues fíjate, a mi también me gustaría conocer a ese ángel, aunque la respuesta ya me sirve para seguir caminando.
ResponderEliminarGracias, Ángel
Querida Militos. No lo dudes ni un instante. Jesús no se vino abajo, porque estuvimos presentes ante Él... Un beso
EliminarsALGO DEL ARMARIO: sOY ADMIRADORA SECRETA (bueno secreta ya no) de Terry Nelson...
ResponderEliminarEs precioso lo que escribiste
Nos hicimos amigos blogueros casi desde mis comienzos. ¡Es genial! Y sus pinturas me encantan
EliminarSe me ha arrugado el corazón, que belleza!!! y Y a veces somos tan ingratos. Un abrazo
ResponderEliminarA mi me pasó lo mismo cuando lo leí. Un beso
EliminarMuy bonito!
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.