Responder al amor de Dios
En estos últimos años, cuando la navidad llega a su fin y empiezo a guardar las figuras del belén, me asalta una pregunta que me empuja a responderla con sinceridad: "¿Qué ha sido esta Navidad para ti?" Y tengo que confesar ,que cada año, creo haber dado un paso más ,y como las figuras de nuestro belén, me sitúo un poquito más cerca del pesebre. La petición que un alma santa, me enseñó hace muchos años y que hice mía al momento, para elevarla al Señor a diario, empieza a dar sus frutos. “Concédeme Señor, el deseo de desearte”
Y esta Cuaresma, se inicia para mí ,como las vividas anteriormente. Prácticamente, todos los blogs católicos, hemos escrito sobre ella, y uno es el denominador común: “La conversión”. Y ayer, no dejaba de dar vueltas a un pensamiento que no se marchaba de mi cabeza, así que empecé a escucharle.
Cada año lo mismo. Llega Adviento y Cuaresma y parece que en esos días de preparación al nacimiento, pasión, muerte y Resurrección del Señor , ocurra lo mismo que el mundo vive, cuando finaliza el año. Nos llenamos de propósitos, donde la mayoría de veces vienen cargados de un "voluntarismo", que apenas deja lugar a Dios, para que obre plenamente en nuestras almas.
Nos marcamos un riguroso plan de vida espiritual para estos días, dejando aflorar el sentimentalismo, y nos olvidamos de entrar en los deseos de Dios para nosotros. Incluso el ayuno y la abstinencia vienen acompañados de una capa de orgullo. Nos proponemos cambiar, entregarnos al Señor, y no digo, que no sea sincera nuestra intención, pero lo que descubro al menos en mí, es que eso solo no funciona.
Llevo muchas cuaresmas vividas, que una vez finalizadas, me dejan la sensación de haberlas dejado marchar, sin haber entrado en ellas. Y me juzgo, porque valoro mi vivencia cuaresmal, por lo que he hecho o he dejado de hacer, centrándome en mi esfuerzo, y no reconociendo lo esencial de este tiempo cuaresmal : Una invitación a entrar en el amor de Dios.
La cuaresma no es un pack comprimido, con unas instrucciones, para vivir al pie de la letra, y obtener el certificado de “conversión”. La conversión es un proceso del día a día, constante, de cambio interior y del conocimiento del amor a Dios. No tiene lugar una vez para siempre. Es el camino de cada jornada, que tiene que abarcar toda nuestra existencia.
San Agustín dijo en una ocasión "Toda la vida del cristiano fervoroso, es un santo deseo". Si esto es así, en Cuaresma se nos invita aún más, a arrancar "de nuestros deseos las raíces de la vanidad" para educar el corazón en el deseo, es decir, en el amor de Dios. "Dios –dice san Agustín– es todo lo que deseamos”
Convertirse no es un esfuerzo para realizarse uno mismo, consiste en aceptar libremente y con amor que dependemos totalmente de Dios, nuestro verdadero Creador, ¡dependemos del amor! Y eso significa, no perseguir el éxito personal, sino, abandonando toda seguridad humana, seguir con sencillez y confianza al Señor, para que Jesús se convierta para cada uno, en “lo imprescindible de mi vida”.
Al padre de la mentira, le encanta ilusionar a la gente y engañarla con mil y un “buenos propósitos,que cumpliré a partir de mañana". ¿La conversión de mañana?...; a Dios le gustan las cosas hoy y ahora: Hoy es el día de la conversión. “Hoy, si escucháis su voz, no endurezcáis el corazón”.
Y no sabéis la alegría que me produjo, leer en el mensaje cuaresmal de Benedicto XVI,resumido en una frase,la mejor manera de vivir los 365 días del año:
“Toda la vida cristiana, consiste en responder al amor de Dios”. Así de simple, así de profundo. "Señor, enséñame a responder a tu amor"
¡Alabado sea Jesucristo!
8 comentarios
Yo quiero que esta Cuaresma me acerque más a Dios. Y también lo deseo a todos vosotros. Oración, amor, agradecimiento a Dios y penitentes ante la generosidad inmerecida de Jesús en la Pasión.
ResponderEliminarUn abrazo Angelo!
Hoy necesitaba estas palabras Angelo,no sabes como me ayudas ¡¡¡GRACIAS!!!
ResponderEliminarUn cariñoso saludo.
Es un tiempo que Dios, nos regala para volvernos a ÉL, es un camenzar de nuevo y empezar hacer algo nuevo en nosotros con su gracia, un abrazo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo si hacemos sacrificios sin abrir nuestro corazón a Dios y nos nos acercan a él, olvídalo...
ResponderEliminarEs cierto lo que dices. Muchas veces esperamos a ese mañana que nunca llega. Es necesario darse cuenta de que el momento es AHORA! Gracias por la reflexión. Un abrazo!
ResponderEliminarYo hace tiempo que no hago propositos Angelo...porque soy incapaz de cumplirlos!!!! solo en el dia le digo al Señor: Tu , ya sabes lo que soy..y los deseos de amor que tengo....actua en mi y no dejes de mirarme!"...y me agarro a su Madre y me adentra en la oracion de pobreza, de necesidad de este Amor.....y me enseña a entregarme en cada cosa que hago...sin voluntarismos..solo deseando complacerle....viendo mis limitaciones y mis impotencias....dandoselas...y te digo que me acuesto sabiendo que mucho de lo que he hecho ha sido El en mi quien las ha llevado a cabo...lo sé.
ResponderEliminarMe ayuda tantisimo a salir de mis agobios?....me pone el camino sencillo y muy simple...y me hace sonreir. Me quiere como soy y sé que como sabe que soy suya....hace lo que le parece que puede hacerlo. la Pascua me espera exultante Angelo! un abrazo que me llevas a acercarme mas a el....
Yo le pido que conecte mi mente con el
ResponderEliminarcorazón , y a así ser todas las con amor.
Que esta pascua me ilumine y me ayude
a vivir la pasión de nuestro Señor Jesús
Cristo con amor, paz aumente mi fe
Feliz pascua.
Martha v.
Es impresionante que algo tan grande se puede resumir así de sencillamente: responder al Amor de Dios. Vuelvo esta entrada porque me parece muy buena, si se aceptara más de un click en "me gusta" pincharía cien veces.
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.