ANAWIN
Anawin en lengua aramea significa: "hombre pobre, cuya única riqueza es tener a Dios. Que cree radicalmente en Él y, teniéndolo en su ser, le basta para sobrevivir"
Dios mío, estoy tan persuadido de que velas sobre todos los que en Ti esperan y de que nada puede faltar a quien de Ti aguarda todas las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando en Ti todas mis inquietudes. Ya dormiré en paz y descansaré, porque Tú, sólo Tú, has asegurado mi esperanza.
Los hombres pueden despojarme de los bienes y la reputación; las enfermedades pueden quitarme las fuerzas y los medios de servirte; yo mismo puedo perder tu gracia por el pecado; pero no perderé mi esperanza; la conservaré hasta el último instante de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos de los demonios del infierno para arrancármela. Dormiré y descansaré en paz.
Que otros esperen su felicidad de sus riquezas o de sus talentos; que se apoyen sobre la inocencia de su vida o sobre el rigor de su penitencia, o sobre el número de sus buenas obras, o sobre el fervor de sus oraciones. En cuanto a mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma. Porque Tú, Señor, sólo Tú, has asegurado mi esperanza.
A nadie engañó esta confianza, ninguno de los que han esperado en el Señor ha quedado frustrados en su confianza. Por tanto, estoy seguro de que seré eternamente feliz, porque firmemente espero serlo y porque de Ti, Dios mío, es de quien lo espero. En Ti esperaré, Señor, y jamás seré confundido.
Bien conozco, y demasiado lo conozco, que soy frágil e inconstante; sé cuánto pueden las tentaciones contra la virtud más firme; he visto caer los astros del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de esto puede aterrarme. Mientras mantenga firme mi esperanza me conservaré a cubierto de todas las calamidades; y estoy seguro de esperar siempre, porque espero igualmente esta invariable esperanza.
Así, espero que me sostendrás en las más rápidas y resbaladizas pendientes, que me fortalecerás contra los más violentos asaltos, y que harás triunfar mi flaqueza sobre mis más formidables enemigos. Que me protegerás tanto de los éxitos como de los fracasos, esas dos horribles falacias del mundo...
Espero que me amarás siempre y que yo te amaré sin interrupción; y para llegar de una vez con toda mi esperanza tan lejos como puede llegarse, te espero a Ti mismo, Creador mío, para el tiempo y para la eternidad.San Claudio de la Colombière
¡Alabado sea Jesucristo!
12 comentarios
Amén!!
ResponderEliminarQue bella oración de San Claudio.
Gracias!!
Que gran fuerza y sabiduría irradian estas palabras de San Claudio de la Colombiere.
ResponderEliminarPues aprovecho para decir las palabras que escogio Cristo para resumir la devoción a su Misericordia: Jesús en Ti confio.
AMEN
ResponderEliminarPreciosa oración,la guardo.
Un cariñoso saludo.
Amén.
ResponderEliminarSólo leyéndolo se encuentra descanso en el alma.
Que el Señor nos conceda VIVIRLO.
Un beso.
Balbi.
Hoy encuentro un descanso eterno en tu entrada Anegelo....siempre encuentro lo que necesito cuando te visito....que bálsamo es esta oracion para mi alma que lleva desde las 5 .3o despierta pero sosegada.....Mas que Gracias....
ResponderEliminarQuerido amigo he vuelto a visitar tu blog por primera vez este año…
ResponderEliminarEl tiempo de 2011 ha ya pasado
y en el espacio de los recuerdos está por ser archivado
pero el 2012 futuro está ya presente
y cada momento será vivido intensamente.
Mi augurio es que sea lleno de emociones
y que la sonrisa acompañe siempre tus intenciones,
circundado de personas sinceras
que sepan ofrecerte solamente sensaciones verdaderas.
Un abrazo”
Amén!
ResponderEliminarDios os bendiga
Muchas Gracias, Angel.
ResponderEliminarMe ha recordado este texto a las personas que estando enfermas, piden recibir LA EUCARISTIA, quiza en el hospital, en su casa...cuando poco ya les importa de las posesiones del mundo
Angelo bellisima oración que me llena de esa Paz que tanto ansia mi pobre alma. gracias
ResponderEliminarA mí esto de la confianza en Dios es algo que me alucina y que me da pena que tanta gente no la tenga. No sólo porque la esperanza nos da paz en el momento presente, sino porque sabemos que lo que ocurra será lo mejor para nosotros.
ResponderEliminarPrecioso, sin palabras.
ResponderEliminar¡¡¡BENDITO SEA DIOS!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Angelo.
Besicos.
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