
Hay historias que no se escriben con tinta, sino con lágrimas, silencios compartidos y una fe que desafía la lógica. Esta es una de ellas.
Durante varios meses, este blog fue testigo —y refugio— de un embarazo único: el de una amiga cuya decisión de continuar con la vida de su hijo, sabiendo que apenas podría sostenerlo unas horas entre sus brazos, nos marcó a muchos. Contra el ruido, contra el miedo, contra la prisa de un mundo que no entiende la fragilidad ni la belleza de lo fugaz, ella eligió acompañarlo hasta el final. Y nosotros elegimos acompañarla a ella.
A ese pequeño, que apenas respiró unas horas pero dejó una luz imborrable en quienes lo conocieron —aunque fuera solo por palabras— lo llamamos Pepito. Y por eso, esta página lleva su nombre. Porque fue breve, sí... pero iluminó.
Aquí recojo los textos publicados entonces, ordenados como una historia continua, con el corazón abierto y los comentarios originales disponibles al final de cada parte. Porque hay decisiones que merecen ser contadas una y otra vez, con amor, con respeto y con la luz que nos dejaron.
Bienvenidos a esta lectura.
Ojalá encontréis aquí lo que encontramos quienes vivimos aquella espera: una lección de ternura sin medida.
Índice de la historia
- Reinas de la vida
- Pepito
- La Mamá
- Nació Pepito
- Carta a Pepito
- Nos espera
- Te llevaré siempre conmigo
- Un año entre nosotros
- Celebrándolo
Reinas de la vida

Ha vuelto a ocurrir. Una noticia de alguien cercano y muy querido ha hecho que mi interior sea sacudido fuertemente. Cuando se ama , todo lo que acontece al prójimo redunda en uno mismo, en esa "simbiosis" que los une.
Una vez más el misterio del "¿por qué a mí?", una vez más , el sentimiento de que todo se hunde, que se entra en la oscuridad sin esperanza de ver la luz. Y una vez más, hay que aguardar a que el polvo del derrumbamiento nos deje vislumbrar la claridad y la tierra firme, donde volver a levantarse y reconstruir lo desplomado.
Hace unos días, una queridísima amiga acudía al ginecólogo, para realizar su control de la 16 semana de embarazo en la que se encontraba. Allí recibía una noticia, que daría un vuelco a su vida y también a los que están cercanos a ella. Su bebé, presentaba una anomalía en la formación. Diagnóstico : "anencefalia"; en lenguaje coloquial, podríamos decir, que el hueso del cráneo no se ha formado. Esta malformación es incompatible con la vida extrauterina. O sea, el embarazo puede llegar a su término, pero al nacer, el bebé solo tendrá unas horas de vida. Eso es lo que dicen los médicos, luego ...
¿Y quién encaja bien una noticia de esta índole? Imagino que debe ser una de esas puñaladas, que atraviesa el corazón de una madre. La paralización total de todo el ser, por el golpe asestado. Unos segundos eternos, para ser consciente de que se sigue en el mundo real, y empezar a escuchar las primeras palabras de aliento, de soporte, de ayuda para levantarse.
Pero una vez más, las primeras palabras que se oyen , son las de seguir destruyendo y asolando. Llegan de la boca de la primera persona que descubre lo que ocurre dentro del vientre materno. El profesional que un día hizo un juramento proclamando que : "Si puedo salvar una vida, lo haré... Por sobre todas las cosas, no debo jugar a ser Dios".
"Ya sabes que estás en uno de los supuestos legales para abortar".. .-le comentó el médico- , a lo que mi querida amiga respondió : "Eso es innegociable". Y en esa sentencia proclamada por la madre de la criatura, vuelve a repetirse el "Fiat" , que la Madre de Dios ,entregó al ángel Gabriel. "No acabo de entenderlo, no sé como sucederá, ni lo que ocurrirá, pero sí; acepto".Contestaría María.
Y yo no puedo más que emocionarme ante estos "sí quiero" que tantas madres valientes saben ofrecer. "Sí quiero tener a mi bebé, sí quiero amarlo durante todos los segundos que su corazón seguirá latiendo, sí quiero entregarle toda mi ternura, cariño y amor, sí quiero prometerle que voy a cuidarlo hasta su último aliento por breve que sea..."
Leía hace tiempo un libro de Tatiana Góricheva, titulado : "La fuerza de la locura cristiana" donde descubre a estos "locos y necios" (hablando de los cristianos) en medio de las masas, de esta sociedad consumista y materialista, hombres y mujeres que tienen el coraje de vivir al margen de la sociedad. Locura de la que ella decidió contagiarse. Porque es real, lo que la fe mueve capacitándonos para afrontar , vivir y proclamar, lo que es locura y escándalo, para un mundo idólatra y hedonista, al que no le importa destruir, todo aquello que no cumple con los cánones que han establecido. Hoy más que nunca, puede llamarse a esta sociedad en la que estamos inmersos, la de los sepulcros blanqueados. Belleza exterior, ocultando podedumbre interior.
Me decía la abuela del bebé : " Me he dado cuenta de que las personas sin fe, al comunicarles la noticia, parece que me están dando el pésame - «cuanto lo siento, hoy hay medios para no tenerlo, que pena...»- y todas aquellas que viven de fe, todo lo contrario, siempre una palabra de aliento, de esperanza, de ilusión, de confianza"... No se necesitan muchos razonamientos para distinguir la luz de la oscuridad.
"¿Y lo vas a tener?" es la gran pregunta que inquieta a los que ni siquiera se molestarán en seguir interesándose por el embarazo de la amiga, ni mucho menos por su estado emocional. Ni se les pasa por la cabeza, ofrecerse para cualquier ayuda.
Pues yo, les voy a responder . La destrucción de una vida "que no gusta o molesta" se ofrece solo a personas cobardes y egoístas . A las valientes y heroicas de verdad, que también manifiestan su miedo y pavor, tal vez mucho más de las que se rinden, se les brinda seguir adelante. La diferencia de las que aceptan una u otra opción, estriba en que unas capitulan y las otras deciden ir a a la batalla a luchar. Es una contienda en defensa del amor. Y yo, ante estas heroínas, doblo mi rodilla reconociéndolas como reinas de la vida.
Pepito
Que facilidad la de algunos para juzgar una decisión valiente y a contracorriente de los estándares establecido por esta sociedad hedonista. Personas que buscan a toda costa, sin importarles los medios utilizados, la supresión de todo dolor y angustia, teniendo como único fin en su vida, la obtención continua del placer en su sentido más amplio. Masas, incapaces de entender que amar significa dar, que amar trae consigo, pensar antes en el otro que en uno mismo.
Pues bien, mi reina de la vida actual, es una gran amiga, de la que hablaba en mi post del mes de mayo, cuando se le diagnosticó al bebé que lleva en sus entrañas, una "Anencefalia" . ¿A que la mayoría de vosotros no tiene ni idea de ella? Pues se trata de una enfermedad que da como resultado la ausencia de una importante parte del cerebro, el cráneo y del cuero cabelludo, lo que implica ausencia de pensamiento y coordinación. Estos niños, no se quedan en este mundo, solo pasan para realizar una breve visita ; la inmensa mayoría por un tiempo breve, apenas unas horas.
Momento suficiente para agradecer el amor recibido, suficiente para asegurarse que en su partida,- cada uno de estos niños- se lleva al completo en su corazón, a los que han hecho posible su existencia. Instante necesario para convencer a los demás, que ha venido a traer un mensaje que saca del egoísmo y hace fijar la vista en el amor. Ocasión apropiada para que todos puedan ser consciente del valor de una vida. Cada uno de estos niños, es tan, tan especial, que una vez cumplida su misión, Dios no aguanta sin tenerlos con Él gozando de una dicha imperecedera y de una belleza deslumbradora. Y el Creador pone tanto amor en ellos, que se arriesga a ser incomprendido y juzgado por su decisión. Sabe que su obra resplandecerá y por eso permitirá que cada niño que disfruta de Su presencia, cuide e interceda por todo aquél que hizo posible su paso por esta tierra , esperando el reencuentro en ese paraíso donde serán recibidos . Así lo han vivido numerosas madres, que han compartido su experiencia en la red.
Fueron muchos los que respondieron a la llamada de oraciones por mi amiga y su esposo. Por entonces creían que era una niña la que venía en camino y pensaron en el nombre de María, pero luego se verificó que era un niño, así que en honor a San José le llaman Pepito.
Pepito sigue creciendo, y dando señal de su existencia en las patadas que propina dentro del vientre de su madre, y Pepito dentro de un par de meses tiene previsto aparecer , eso hace que los momentos de fortaleza de sus papás, abuelos y demás, mengüen rápidamente.
El miedo por el nacimiento y el después, asalta sin piedad a cada uno de ellos; las preguntas aumentan, los días se convierten cada vez más en nubarrones que paralizan, el llanto no consuela y las palabras balsámicas no existen. A pesar de todo, los papás de Pepito se levantan cada mañana dispuestos a afrontar todos estos desafíos. Yo, que sigo de cerca su embarazo, doy fe de la heroicidad de estos dos jóvenes padres.Y sé que cada noche al final de la ardua lucha, vencen contra los fantasmas que sin clemencia se les presentan.
Ellos y Pepito me fascinan cada día más; evidencian con su actitud que Dios no se ha cansado de los hombres, que aún hay una buena dosis de amor en este mundo para cambiarlo de su egocentrismo. Esa esperanza es la que hace que la rendición se aleje de muchos, y los corazones se llenen de alegría.
Sí, estoy admirado por el testimonio de fe, confianza y aceptación que ofrecen a los demás, pero como he dicho anteriormente ,el combate es cada vez más espinoso y las armas merman; por eso os pido que no los olvidéis, que intensifiquéis vuestra oración por ellos; que Dios les haga sentir vuestra cercanía, vuestro gozo por conocer a personas que escogieron el bando del amor . Por todo esto y mucho más : " Yo amo y espero a Pepito".
La Mamá
Hay otras que han ocupado su lugar: el cargo, la incongruencia, la deslealtad, la inconsciencia, los títulos, los honores, ¡la corrupción!... y una lista cada vez más larga que crece a velocidad vertiginosa.
Y ante ello, a mí me invade la frustración, el desencanto, la impotencia, la tristeza, el llanto y unos cuantos sentimientos más ante la deshumanización de quienes nos gobiernan.
Gracias a Dios la repulsión de los pro-vida en las redes sociales y en numerosas páginas webs, ante la retirada de la ley del aborto que el PP llevaba en su programa, ha sido fantástica, por eso no voy a entrar más en el tema.
No creo en “el mal menor” porque como es sabido, sigue siendo “un mal”; como aquello de “ es una mentira piadosa”, ”una mentirijilla”… pues no señor. No existen las mentiras piadosas. La mentira es siempre mentira en toda su pureza y crudeza, con todas las consecuencias hacia el mal.
Que cada uno actúe en consecuencia. Lo que tengo claro es que "yo" decido no votarlos, porque han puesto la defensa del no nacido, en una balanza, donde ha pesado más el rédito político que la salvación de una muerte atroz de muchos inocentes. ¿Cuánto vale la vida de uno de ellos? ... Con la ley que tenían prevista sacar adelante , no se conseguía la victoria sobre el aborto, pero se lograba el nacimiento de muchos y hubiese ayudado a recibir un redoblado aliento, en esta lucha por cada vida concebida.
Como al final de la película "La lista de Schindler" a más de un político, puede presentársele un día la misma reflexión que Oskar Schindler se hizo, cuando percibió el valor de un ser humano : "Podría haber salvado a una persona más y no lo hice"
Me cuesta entender que no haya habido más dimisiones en el partido que prometió la reforma de ley sobre el aborto. Primero porque han mentido y segundo por dejar que la cultura de la muerte siga entre nosotros. Muchos de los distinguidos diputados se declaran católicos practicantes. ¡Señores!... que hay que ser coherentes con lo que se manifiesta. Que el cargo , los honores, el coche oficial, el sillón parlamentario, no puede anteponerse a la verdad. Que hay muchos cristianos perseguidos y asesinados a causa de su credo, que no dudan en dar su vida por defenderlo. ¡Que es muy fácil tranquilizar la conciencia, pensando que a mí no me toca!
Y ¿qué hay que hacer? Pues seguir combatiendo, porque cada vez somos más los que nos atrevemos a defender la vida desde su concepción, hasta su muerte natural. Y hay que batallar con todas las fuerzas que a diario se nos ofrecen, para dar testimonio acorde a lo que creemos, así que desde este pequeño blog, una vez más uso la que se me ha concedido este año, que está teniendo un poder descomunal. Los que seguís esta página, ya conocéis la historia, para los que no, os aconsejo entrar en ella. Podéis hacerlo con los dos post anteriores que escribí sobre los protagonistas, Reinas de la vida y Pepito .
Algunos no pueden acceder a los comentarios, o no suelen leerlos, así que estoy seguro que muchos se perdieron la confesión de vida que la heroína de la historia compartió. Una verdadera bofetada a toda “esa casta” de achantados, que ni siquiera se atreven a utilizar la mayoría parlamentaria, que les ha sido otorgada para imponerse.
Llenemos la red de testimonios osados, avergoncemos a los que solo buscan réditos electorales y a los que optan por una vía fácil. Me callo. Os dejo con una valiente de verdad:
“Lo importante es que esa personita que llevo dentro es luz, vida y esperanza, Sí, una persona desde el momento de la concepción pese a que muchos se nieguen a verlo, para mi perfectito solo con sentirlo y mucho antes de llegar a sentirlo.”
Los médicos, te plantean, ¿para que llevar un bebe que va a vivir unos minutos y morirá....? Pues muy fácil, primero es mi hijo, ¿quién no lucha por un hijo hasta el final cuando no quedan fuerzas casi ni esperanzas? Segundo , no es mi vida, no tengo derecho a decidir si merece o no vivir, Dios me lo da, Dios se lo lleva cuando quiera, y tercero, hay muchos testimonios que dicen: ” vivió unas horas, unos días o incluso minutos”, pero la verdad no es así.
Pepito lleva 33 semanas de vida, da igual que viva de mí, o que se valga por si solo al nacerm unos instantes, su corazón late en todo momento más fuerte que un roble, y me da miles y miles de patadas, es muy cañero, siento una conexión especial, pongo la mano en el vientre y me responde, le pongo música y reacciona, tiene hipo y puedo ver y prever que al final se cansa del hipo incómodo y se termina retorciendo.
Observo y contemplo lo que una persona tan pequeña es capaz de mover....oraciones, eucaristías, testimonios, lagrimas, alegrías, uniones que se fortalecen, rencores que se alejan, personas que se vuelcan por un desconocido, o que me preguntan por él directamente, grupos de oración que nos encomiendan sin conocernos.....y así puedo seguir.....Pepito mueve montañas más que muchas personas, y así nos lo demuestra cada día y momento que compartimos con él, sus padres y yo estamos muy orgullosos de todo lo que lucha por vivir, y pregunto yo: ¿Todavía hay alguien que duda que Pepito no es vida ???"...
Nació Pepito
Hoy pocas palabras salen de mi corazón, solo gratitud . ¡Una inmensa gratitud! A estas horas, Pepito aún sigue siendo portador del mensaje de amor al que ha sido destinado. ¡Luchador hasta el final!
Gracias a sus padres por el gran testimonio de fe y aceptación que nos dan. ¡Pepito te escribiré!
Carta a Pepito
Pepito nació ayer sobre las 17.40 y hoy a las 3 de la madrugada se puso en los brazos de Dios. Sus padres escribían :
"Nuestro Pepito se nos fue al cielo a las 3, dejó de lucir en la tierra para brillar en el cielo que es donde merece estar, por ser todo un campeón luchador. Las 42 semanas de gestación más 9 horas por si solito, todo un regalo!!! Mil gracias a todos que habéis estado hasta ahora, porque esto no acaba, si Dios quiere nos volveremos a encontrar!!!"
Prometí a Pepito que le escribiría, así que mi homenaje hacia él lo dejo guardado en mi blog. Gracias a sus padres por permitir a mi familia y a mí mismo, gozar de una experiencia, que nos ha ayudado a entender muchísimo mejor el amor de Dios.
Querido Pepito:
Por fin llegaste a este mundo, tus papás ya han podido tenerte en sus brazos, ya te acariciaron y besaron, ya contemplaron cada parte de tu cuerpo. Te hablaron, lloraron y te abrazaron, conscientes del poco tiempo que se les concedía para hacerlo, sumisos a una Voluntad que aún hoy no acaban de comprender al igual que todos los que nos hemos acercado y adherido a ella. ¡Menudos papis te han tocado! ¡Son fantásticos!
El misterio, la dura aceptación, las quejas nacidas del dolor, el desaliento, la soledad, la persecución ideológica de algunos, experimentar la impotencia, la oscuridad, las preguntas no respondidas, los silencios… ¡El gran misterio de Dios! ¡Nuestra enorme pequeñez ante sus designios!
¡La que has liado Pepito! Porque desde el día que nos enteramos de tu diagnóstico, revolucionaste a todos los que te esperábamos. Hemos tenido que ir filtrando una y otra vez tantas cosas que nos impedían aceptar desde el primer día el diseño que el Creador había preparado para ti… Esta sociedad tiene tanto polvo acumulado, que hemos tenido que ayudarnos unos a otros, a desempolvar nuestros corazones y nuestra mirada para ir descubriendo la luz que traías a nuestras vidas, esa claridad que poco a poco ha ido asomando permitiéndonos aceptar y percibir el amor de todo un Dios hacia cada una de sus criaturas.
Pepito, has sido especial, muy especial. Te puso en el amor de tus papás, quienes te acogieron con enorme ilusión, pero parece que Dios se “hubiese arrepentido en el camino”. Te quiere tanto, tanto, tanto, que ha debido pensárselo mejor. No puede esperar toda una vida para tenerte cerquita de Él y ha contado con la renuncia generosa de tus padres que han aceptado devolver el valioso regalo de tu vida con el que Dios les bendijo. ¡Ha dolido, eso les ha dolido muchísimo! Y como alguien me dijo, tal vez yo, no haya tenido ni idea de ese dolor...
No ha sido nada fácil para ellos, han tenido que enfrentarse a grandes incomprensiones, juicios y críticas por traerte a este mundo. Pero ¿sabes una cosa? ¡A Dios nadie le gana en generosidad! Así que tranquilo, tus papás serán eternamente recompensados en grado inimaginable para ellos.
Allí, al cielo al que te has marchado, cuando estés tranquilo después de la fiesta que te han montado (vas a alucinar) empezarás a trabajar, cada día acompañarás a tus papás, le alentarás, le susurrarás las palabras necesarias para seguir en esta complicada vida que los hombres hemos construido, les ayudarás, te levantarás con ellos y te acostarás con ellos. No te olvides de hablarles, ellos lo han hecho durante los nueves meses que estuviste dentro de mamá. Luego, si Dios quiere, tendrás que cuidar de los hermanos que puedan llegar. Tú eres el primero, así que ánimo, custodia a todos.
Sabes otra cosa ¡has alcanzado la santidad! En algún momento de tu fiesta celestial, vendrá Jesús y te va a poner una corona, si si, vas a ser coronado santo, sin ninguna duda podremos llamarte San Pepito. ¡Menuda suerte vamos a tener! Lo siento por ti, porque te vamos a dar un trabajo…Dios no te va a negar nada que le pidas, así que aprovecha, cuélate todas las veces que puedas para saltar en sus brazos y pedirle por todo aquello que vamos a encomendarte. Te pido querido Pepito que también la líes bien liada allá en el cielo.
Deseé mucho conocerte, al igual que mi familia, solo pudimos abrazar a tus papás con toda nuestra admiración. Me hubiese encantado cogerte un instante en mis brazos y darte el más fuerte de mis besos, así que encárgate de que pueda hacerlo un día allá arriba.
Me vas a perdonar, pero ya ves que las lágrimas no me dejan seguir, no porque esté triste, me hubiese gustado mucho que te quedaras, pero las separaciones de los que se quieren siempre duelen, así que no te preocupes porque enseguida me pongo a celebrar con los míos tu triunfo. Cada día te buscaré y te hablaré. Seremos unos estupendos amigos. ¡Cuento contigo en mi vida!
Querido Pepito nos veremos. Un beso fuerte fuerte.
Te quiere:
Ángel
Nos espera
El tiempo parece haberse detenido, pero el corazón sigue latiendo con fuerza. En medio de la incertidumbre, la esperanza se mantiene firme, iluminando el camino con la promesa de que, aunque este viaje sea breve, el amor que deja trasciende cualquier despedida.
Nos espera un momento sagrado, una despedida envuelta en ternura y fe. Y aunque el dolor se asoma, sabemos que el consuelo y la paz estarán presentes, acompañando cada suspiro y cada latido.
Este es un llamado a la fortaleza, a la esperanza y al amor sin condiciones. Porque en la fragilidad de un instante, se encuentra la eternidad de un amor que nunca muere.
Que cada día que pase sea un testimonio de valentía y que la luz de Pepito siga brillando en cada uno de nosotros.
Te llevaré siempre conmigo
Prometí en el post anterior poner la canción con la que se clausuró la misa de Gloria de Pepito. El título de la misma es: "I will carry you" (Te llevaré siempre conmigo). Todd Smith del grupo cristiano Selah, escribió y cantó para su hija Audrey Caroline Smith, que nació el 7 de abril de 2008 y murió unas horas más tarde. Una preciosa melodía que nos emocionó a todos. Algunos pidieron la traducción de la letra, así que el papá de Pepito la hizo a disposición de todos. En el vídeo podréis ver a Todd, su esposa, y sus otras cuatro hijas, en esta experiencia donde también dijeron "Sí a la vida". Una hermosísima forma de encerrar todos los post que le he dedicado a Pepito. Espero os guste.
There were photographs I wanted to take
Things I wanted to show you
Sing sweet lullabies, wipe your teary eyes
Who could love you like this?
People say that I am brave but I'm not
Truth is I'm barely hanging on
But there's a greater story
Written long before me
Because He loves you like this
I will carry you
While your heart beats here
Long beyond the empty cradle
Through the coming years
I will carry you
All my life
And I will praise the One Who's chosen me
To carry you
Such a short time
Such a long road
All this madness
But I know
That the silence
Has brought me to His voice
And He says ...
I've shown her photographs of time beginning
Walked her through the parted seas
Angel lullabies, no more teary eyes
Who could love her like this?
Quería hacerte muchas fotos
Muchas cosas que enseñarte
Cantarte canciones de niños, y consolar tus lágrimas
¿Quién podría quererte así?
La gente piensa que soy valiente y no lo soy
Estoy al borde del abismo
Pero hay una historia mucho más grande
Escrita mucho antes que todo esto
Porque Él te quiere así
Te llevaré conmigo siempre
Mientras tu corazón late en mí
Mucho más allá del dolor
Por todos los años que están por venir
Te llevaré siempre conmigo
Toda mi vida
Y rezaré al que me eligió
Para llevarte conmigo
Tan poco tiempo
Tanto camino por andar
Toda esta locura
Pero estoy convencido
Que este silencio
Me ha acercado más a Él
Y Él me dice….
Le he enseñado fotos del principio de los tiempos
Hemos paseado por muchos lugares y mares
Cantado canciones de niños, aquí no hay lágrimas
Quién podría haberlo querido más que vosotros
Un año entre nosotros
Hoy se cumple un año de la llegada de Pepito a este mundo, nueve horas permaneció en él, depositando el mensaje que Dios le encomendó cuando pensó en su creación. El único fin de la existencia de Pepito en esta tierra: traer en su pequeño cuerpo todo un regalazo para los que de una forma u otra iban a conocerlo. Vino a mostrarnos lo que el AMOR puede hacer, los corazones que puede transformar, la esperanza que puede albergarse en nuestras vidas. Se presentó en silencio para hablarnos de la valentía de sus padres que apostaron por dejarle nacer, sabiendo que se lo arrebatarían en un tiempo muy muy breve. Pepito fue esperado con muchos interrogantes, dudas, miedos, lágrimas, quejas, tentaciones, desalientos e ilusiones, pero cada hora de vida respirada en los brazos de sus padres iba borrando el sinsentido de tantos sentimientos, iba modelando y transformando cada instante de incertidumbre en una coyuntura de luz y claridad.
Pepito está siempre con nosotros. Vivió solo nueve horas pero no olvidaremos ni una sola de ellas y ni un solo momento de todas las que le precedieron antes de su nacimiento. ¡Pepito está presente! Sigue con amor todos los pasos de sus padres, los sostiene en los momentos de desaliento, seca sus lágrimas, los coge de las manos para que no caigan, alegra aún más sus sonrisas, es el que en cada instante, minuto, hora de su jornada está a su lado. El que cada mañana los despierta con un beso y por las noches abre sus alas para calentar sus corazones; el ángel que nunca los abandonará, el que los esperará hasta el final de su viaje para encontrarse y no dejarlos nunca más. Es el que ya está cuidando de su hermana que ocupa ahora el lugar donde él estuvo, y que en unos meses nacerá.
Es verdad, ha pasado un año y aún sigo importunándole en el cielo. Le advertí que no lo dejaría descansar rogándole que intercediera ante Dios por todo lo que le iba a pedir. Entró en mi vida llenándola de alegría, escuchando mis sueños y proyectos, pero allá arriba tenían necesidad de un ángel y Pepito respondió a esa llamada, dejándonos aquí entre las lágrimas y la impotencia. Serás siempre mi maravilloso pequeño que no pude acoger ni siquiera con un abrazo. Un día sé que lograré acunarte un poquito entre mis brazos. Estarás siempre en mi corazón.
Desde que creé este blog, son varios los niños que he podido ver partir hacia el encuentro con Dios; ellos han estado presentes en estas páginas : Giorgina, Jesús, Kai, Bely, Shane, Pepito, Andresito… No lo han hecho sin un buen motivo: Dios lo conoce y nos lo dirá cuando lleguemos a Él, para estar de nuevo con ellos. No quieren lágrimas y dolor, los tendrían anclados a este mundo que ya no les pertenece más, tienen que crecer espiritualmente, tienen que seguir adelante en su camino y por eso lo mejor que podemos hacer para honrar su memoria es dedicarnos a los demás, a quien sufre como nosotros y más que nosotros. No hace falta irse de misionero a tierras lejanas, tal vez por las esquinas de nuestras casas y de nuestro lugar de trabajo, existan personas que necesitan de nuestra ayuda y no lo sepamos. No creamos que las palabras, si surgen desde el profundo de nuestro corazón, no puedan dar consuelo.
Demos gracias a Dios por todos esos ángeles que hemos tenido la oportunidad de conocer, agradezcamos todo lo que ellos nos han traído, seamos conscientes de su presencia diaria entre nosotros, son grandes intercesores ante Dios; yo he podido verificarlo en todo este tiempo. Agradezcamos la generosidad y valentía de sus padres que supieron aceptar y ofrecer el regalo que se les dio y que tan prontamente se les quitó.
Gracias Pepito por el ciclón de amor que arrasó tanto egoísmo en nuestras vidas. No dejes de hacerlo cada vez que nos olvidemos de servir y amar a los demás. ¡Feliz primer cumpleaños en el cielo!
Te quiero un montón
Celebrándolo
En algún momento del duelo hay que ayudar a descubrir que quienes hemos perdido un ser querido todavía tenemos una misión que cumplir, y que no nos hace bien querer prolongar el sufrimiento, como si eso fuera un homenaje. La persona amada no necesita nuestro sufrimiento ni le resulta halagador que arruinemos nuestras vidas. Tampoco es la mejor expresión de amor recordarla y nombrarla a cada rato, porque es estar pendientes de un pasado que ya no existe, en lugar de amar a ese ser real que ahora está en el más allá. Su presencia física ya no es posible, pero si la muerte es algo potente, « es fuerte el amor como la muerte » (Ct 8,6). El amor tiene una intuición que le permite escuchar sin sonidos y ver en lo invisible. Eso no es imaginar al ser querido tal como era, sino poder aceptarlo transformado, como es ahora. Jesús resucitado, cuando su amiga María quiso abrazarlo con fuerza, le pidió que no lo tocara (cf. Jn 20,17), para llevarla a un encuentro diferente.
«Aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura Inmortalidad. Porque la vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma». Porque «nuestros seres queridos no han desaparecido en la oscuridad de la nada: la esperanza nos asegura que ellos están en las manos buenas y fuertes de Dios».
Es un buen día para mencionar también a otros Pepitos que nacen gracias a padres valientes que siguen apostando por la vida, persistiendo en desafiar a esta sociedad, ególatra y hedonista, permitiendo crecer y nacer al niño que una madre lleva en su vientre, anteponiendo siempre el amor al dolor de lo que esa vida pueda traer desde su concepción. Pepito nos enseñó a ver con los ojos de Dios, lo que significaba para Él. Sus padres supieron mostrarnos el valor y el agradecimiento de esa vida que Dios ponía en sus manos y que algunos querían rechazar. Su nacimiento fue un grito de amor que agrandó nuestra conciencia y nuestro corazón.
Escribía W. Shakespeare : “No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.”
¡Felicidades Pepito! Hoy, hace dos años que nos conocimos y ha sido fantástico que me acompañes en tantos momentos importantes. ¡Eres grande! Sigo contando contigo. Y hoy lo celebro.
Gracias, de todo corazón, a cada uno de vosotros que habéis entrado en esta historia,
que habéis ofrecido vuestras oraciones silenciosas y abiertas,
que habéis sostenido este pequeño milagro con vuestro amor y esperanza.
Vuestro apoyo ha sido faro en la noche, luz que nos guía y abrazo que reconforta.
Esta historia no sería la misma sin vosotros, sin vuestra presencia, sin vuestra alma.
Que cada lágrima vertida, cada pensamiento dedicado, se transforme en un manto de paz y consuelo,
que envuelva con ternura a quienes caminan esta senda tan delicada.
Gracias por ser parte de esta familia, por ser testigos del amor que trasciende el tiempo y la ausencia.
Aquí queda grabada vuestra huella, eterna y profunda, en el corazón de Pepito y de todos los que creemos en la vida.
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