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Existen otros


Fiesta de todos los santos y como este año cae en lunes ( día escogido para publicar en este blog)  pues lo tomo como una señal para escribir sobre ello. 

Hoy, en la sociedad secularizada, donde la muerte a menudo se esconde, donde las pocas figuras de santidad que se conocen son distorsionadas por los medios de comunicación, esta fiesta (la fiesta de Todos los Santos) es olvidada, especialmente por las generaciones más jóvenes o el día de los difuntos absorben la fiesta de todos los santos hasta que parece desvanecerse. Vamos al cementerio, limpiamos las tumbas, les colocamos unas flores. La mayoría de las personas no oran, ya no saben cómo orar; sin embargo hay silencio, hay un recuerdo en el que el límite entre la muerte y la vida parece repentinamente envuelto en niebla. Los que intentamos ser cristianos debemos devolver la plenitud de su significado a la fiesta de Todos los Santos, para que abrase, hasta que se encienda con todo su calor.

Ser santo hoy , que  lejos queda para muchos esta palabra, dejando en la mente una especie de beatería que llena las iglesias con sus imágenes de héroes de época casi inalcanzables en su imitación. Los "santos de nadie" son aquellos que no se ponen en los altares, que ni siquiera se imaginan que pueden ser considerados como tales, pero que viven su vida siguiendo el ejemplo de Jesús, simplemente, sin mucho alboroto, sin trompeta.

 "En lugar de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables; por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad" Santa Teresita de Lisieux.

Santos de hoy,  sin que ellos ni siquiera lo perciban, cómo todos aquellos que han ofrecido alimento, vestido, cobijo, amistad a los pequeños, y así han ofrecido todas esas cosas a Cristo y en Cristo. Significa buscar a Dios toda la vida, con toda el alma, con toda la mente, con todas las fuerzas, acogiendo con amor a quienes el Señor nos pone en nuestro camino. Hay muchos más santos de los que solemos imaginar.

Es cierto, algunos son reconocidos como tales, sabemos -y por eso confiamos en su intercesión. La santidad también está en comunión: “Tenemos que echarnos una mano”, dijo Charles Péguy; una vez más, es la visión de largo alcance de la Iglesia antigua, la de una "iglesia de los santos" que sigue emergiendo siempre. Sí, la santidad, públicamente atestiguada, de un individuo extraordinario en cuya tumba ocurrieron milagros, me parece quizás menos interesante que la comunión de los santos, una comunión abierta que santifica a la humanidad y al universo entero.

Hay muchos santos desconocidos, con una bondad desinteresada, con una fuerza tranquila, con presencia gozosa y tranquilizadora, con una humilde capacidad no sólo de servir sino también de crear.

Sí, tal vez un día la Iglesia decida tarde o temprano, no canonizar, sino abrir los ojos y abrir los ojos a la santidad vital, creadora, que rompe las tinieblas, de los artífices de la justicia, la paz, la belleza. : todos los caballeros de la fe extremadamente ordinarios y todos los héroes de la grandeza humana, como Simone Weil, que pensaba que "la mayor gracia era saber que existen otros".

La fiesta de Todos los Santos nos abre los ojos a la santidad que se esconde en cada persona ,precedente, iluminando la memoria de los muertos, nos recuerda que Cristo continúa incesantemente conquistando la muerte y el infierno. 

El camino no es fácil, encontraremos muchos obstáculos y caeremos muchas veces,  los santos también cometen errores, a veces muy graves o pecados también grandes, pero conocen el valor del arrepentimiento y se reconcilian, aquellos que tienen la valentía y la humildad de pedir perdón y levantarse. La clave de la santidad, es la lucha constante con uno mismo, en beneficio del prójimo y por amor de Dios.

No importa lo larga que sea una vida, cien años o solo diez. Importa más cómo usamos el tiempo que el Señor nos da. Si lo usamos para hacer el bien y todo lo que Dios quiere de nosotros, no perderemos ni un momento.

El santo es, por tanto, quien encuentra su nombre y se da cuenta de su historia, comprende que es reconocido por una mirada amorosa y cambia de vida. En nuestro tiempo somos santos porque somos amados y por eso aprendemos a amar.

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1 comentarios

  1. Feliz día de Todos los Santos.Cómo siempre tu escrito me ha resultado muy bueno. Saludos

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