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¿Qué verdad?


La rapidez con la que los medios de comunicación llegan a crear una noticia, cada vez alcanza un ritmo más vertiginoso. Para muchos, el fin último, hace que éste justifique los medios. ¿Y cuál debería ser el fin último de una información? La verdad de la misma, lo malo es que se utilice el primer fin como medio, o sea la mentira.

Desde hace tiempo se nota la decadencia e inmoralidad de muchos periodistas en la carrera que un día decidieron ejercer. Se supone que un buen periodista, tiene que tener honradez en el momento de escribir, contar las cosas con su estilo y visión , procurando vivir al máximo en la neutralidad y en la equidistancia a la hora de presentar la noticia, respetando en todo momento la verdad de los  datos y acontecimientos. Cuando quiera expresar  su opinión puede hacerlo como mejor le plazca, pero la información ofrecida debe ser minuciosa.  En el instante en que éstos son alterados, inventados, o no contrastados, el servicio prestado a la comunidad es el de una mentira.

En este mundo en el que cada vez más parece asentarse la costumbre de falsear, se llega al hábito de utilizarla hasta alcanzar un punto de benevolencia y beneplácito por quien la difunde. Las consecuencias que ésta puede traer pueden ser nefastas. Se empieza por ella y se acaba en la calumnia, donde ésta destruye sin piedad a personas muchas veces inocentes.

Leí hace poco que en el mundo periodístico está cada vez más condicionado por la cínica regla del “good news, bads news” , o sea las buenas noticias, son en realidad malas noticias. Eso explica, por qué la más cruenta y vulgar crónica negra va en primera página, mientras que a menudo encontramos poco espacio para las historias más hermosas, más conmovedoras, los testimonios más auténticos que alimentan la esperanza en la Humanidad.

Por las mañanas tras el desayuno, suelo mirar la prensa on line y repaso la mayoría de periódicos que en mi país se publican con gran tirada y algunos pocos de prensa extranjera de diversas ideologías, porque me ayudan a tener una visión más exacta de lo que es  trigo y lo que es  paja . Me formo una idea de lo que es la noticia y en lo que la convierten según la tendencia ideológica del autor. Y la verdad es que cada vez es más decepcionante, porque en la inmensa mayoría , la prensa de hoy se alimenta de los dimes y diretes que se cuecen en las redes sociales. Hecho de menos el periodismo de investigación de forma profesional…

No dejo de leer en algunos diarios anticlericales informaciones que son “medias verdades” y ya sabemos que una "media verdad" en realidad es una mentira y con ella la manipulación e implantación de ideología pura y dura, sacando muchas veces declaraciones fuera de contexto o cambiando el sentido de cualquier frase comentada. Me molesta que ni tan siquiera se tomen el tiempo de averiguar como se llaman las cosas  en el ámbito que desconocen. Voy a poner un ejemplo tonto que leí  hace unos días. El periodista llamaba sotana a un alba, (vestimenta litúrgica para las celebraciones) comentando una fotografía de un sacerdote y más adelante en el  mismo artículo hablando del sacramento de la Penitencia, llama al confesionario ” la garita donde se desahogan las personas”.

Ay madre ¡ A ver... que se puede opinar lo que se quiera, pero unas auto exigencias mínimas de nombrar a las cosas por su nombre. Escribe como periodista, busca, infórmate y se preciso en los conceptos. Y luego critica si te apetece… Si ya se empieza por mostrar algo de forma incorrecta ¿Cómo confiar en que ha sido un artículo preparado, con una rigurosa información de todos los datos ofrecidos?...  No entrar en las palabras adecuadas, ¿no es ya un inicio de información falsa?... 

Estamos en una mundo tan inmerso en la mentira, que parece que hayamos optado por creerlas, es mucho más cómodo y sobre todo más sensacionalista, Se tiene hambre de más, necesitan algo gordo, la verdad les quema y requiere buscar algo con que apagarla: ¡Mentir! 

Desde hace años, estamos metidos en ese oscurantismo de la que se alimenta la mentira. El poder ha logrado adentrarse en los principales medios de comunicación, convirtiéndolos en aliados, llegando a adoctrinarlos de forma partidista, para desde ahí propagar su ideología totalitaria. Si el poder de turno además proclama su anticlericalismo, buscará por todos los medios, utilizar esta arma sin ningún tipo de clemencia. La mentira es su hoja de doble filo. Una para utilizarla en su propio beneficio y la otra para acabar con su enemigo.

Recordemos que estamos sumergidos en esta cultura de la muerte y es bien difícil que de peras el olmo. "la cultura de la muerte", que se le llama así porque aparenta ser culta y así se presenta aunque realidad no lo es, en donde lo sangriento y sádico, la mentira y la destrucción de valores tiene mucho "pegue", es "lógico" que se viva de la falsedad. El resumen puede ser, manipula, miente, ofende y calumnia, que aunque luego todo sea mentira, algo les queda,  como dice la popular frase que es tan antigua como la mentira . Esa es la tónica general de la "nueva información". Es lo de siempre: da malas noticias; crea desesperanza en la gente, y podrás manipularla mejor. Y cuando no estén viendo y escuchando malas noticias, les inyectas programas basuras y otros del estilo en vena. "Et voilá", haz con la gente lo que te dé la gana, que no opondrán resistencia.

¿Cómo era aquello de que la noticia es "que un hombre muerda al perro y no que el perro muerda al hombre"? En el fondo, desprestigiar obedece a unas razones bastante simples, algunas de ellas son tan sencillas que parecen un juego: En el caso de la Iglesia  poder atribuirle mentiras, sinrazones, errores, pecados, la desmitifica, la convierte en algo tan material y corrupto que invita a pensar que si la Iglesia se equivoca, cualquiera puede hacerlo. Ridiculizar las opiniones de los católicos o de la Iglesia, es un objetivo que hace tiempo se viene dando en estos tiempos, y los medios de comunicación tienen mucho que ver en ello, o al menos ayudan.

Y así las redes y los periódicos se retroalimentan mutuamente. La noticia entra rápidamente en los foros, y los que optan por tragarse todo lo que se dice sin contrastarlo, se llevan las manos a la cabeza, se ponen a criticar de forma brutal, irreverente e intolerante. Cuando uno se adentra a investigar sobre la noticia ofrecida, descubre muchas veces lo lejos que está de la Verdad. 

No caigamos en la trampa que nos preparan. No incurramos en la tentación, de creernos "ipso facto" ,la noticia presentada, cuando esta nos turba. Sepamos buscar el origen de la noticia ,y sobre todo la veracidad de la misma. ¡No cesemos de buscarla!


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1 comentarios

  1. Todo buen periodista debería de confirmar e investigar antes la noticia que va a dar para ver sie es cierta o es bulo....cada vez abundan más los bulos porque o venden más o los periodistas no se molestan en averiguar si es cierto lo que quieren publicar.Saludos

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