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Mis cosas y las suyas




Decía en mi último post que mi blog estaba en “stand by”´. Son ya 10 los años que empecé tímidamente a escribir y publicar aquellas cosas que me apetecía compartir. Las redes han dado pasos de gigante durante este tiempo, todo ha evolucionado a una rapidez de vértigo haciendo difícil la asimilación de tanta información, que en ocasiones te invita más a la rendición que al entusiasmo.

Quien más quien menos,  de los que se han introducido en este mundo, ha experimentado en algún momento la saturación, el tedio, el cansancio , la sensación de una dependencia difícil de abandonar. Es impresionante comprobar a diario lo que el género humano ha llegado a subordinarse al mundo internauta.

Leemos una y otra vez, como este mundo virtual acusa la falta de relaciones personales cara a cara , llegamos a criticarlo ferozmente, estamos de acuerdo con ello y sin embargo seguimos formando parte de ese número que están enganchados, a esa necesidad imperiosa de noticia al segundo y de afecto personal, buscando esa frase halagadora o consoladora que nos alegre el día; por decir lo mejor de lo que nos encontramos en tantas "redes".

Este verano algún amigo de los de verdad, de los de carne y hueso, me ha llegado a confesar su decisión de abandonar todo este laberinto de redes sociales, al percatarse que su objetivo al llegar a casa tras el trabajo, consistía en comprobar quien había entrado en su perfil, o quien había leído lo que había publicado, o quien reclamaba su atención. “No podía seguir así, caí en la cuenta de que era una nueva adicción y esclavismo al que no estaba dispuesto a servir”.

Creo que más de uno podríamos formular el mismo planteamiento. A pesar de ello, siempre seguiré defendiendo la presencia en las redes o su abandono, siguiendo la consigna que San Ignacio dejó en sus Ejercicios espirituales . “«El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su alma; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es creado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar de ellas, cuanto le ayuden para su fin, y tanto debe privarse de ellas, cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos, de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos creados» (Ejercicios, nº 23).

Sigo con el blog, con el mismo espíritu que llevo practicando desde hace ya algunos años. Libertad interior, serenidad, familiaridad, amistad y sencillez. Así que cuando tenga algo que me apetezca comunicar aquí me tendréis. Sin presiones, sin adicciones y sin esclavismo.

Hace semanas recibí unas palabras reconfortantes de una gran amiga que me trasladaba como fruto de su propia experiencia. Ante el trajín que llevaba con los diversos acontecimientos voraces que me han asaltado en este último año, recibirlas fue realmente consolador.  En ellas me hablaba de lo que realmente importa para aquellos que intentamos ser coherentes con la fe que profesamos. Nada nuevo, todos los sabemos , pero de vez en cuando nos va de maravilla que alguien cercano y querido nos lo recuerde.

El comienzo de un nuevo curso escolar es otra de las referencias que fijamos para emprender proyectos y propósitos. Es una ocasión propicia para tenerlo en cuenta. Como decía, me hizo mucho bien recibir esas palabras que aún hoy sigo sacándole jugo,aspirando a ponerlas en práctica.

Nuestro trabajo, nuestras acciones, nuestro empeño al acometerlos nos hace tener en ocasiones sentimientos con una mezcla explosiva, donde la satisfacción por lo que de personal hay en ellos (esfuerzo, nerviosismo, dudas, miedos, dedicación…) llegue a convertirse en un voluntarismo frenético donde el fin último es la simple alabanza, o  la de una vanidad que suba nuestra autoestima.

Buscamos la perfección por nosotros mismos, que se valore nuestro trabajo, nuestra creatividad, nuestras habilidades… deslumbrar a todo el mundo. Nos dejamos envolver por lo material, por los cánones que esta sociedad hedonista y consumista propone … y llega el momento en que te das cuenta de que a Dios (el fin último de nuestros actos) lo has ido bajando de escalón cada día, que has ido colocando cada vez más “mis cosas”, y te has olvidado de la “suyas” que se simplifican tanto que se resume en una bellísima palabra “AMAR”.

Nos olvidamos de Él, valorando sólo nuestras fuerzas y nuestras capacidades, y aunque le llegamos a entregar nuestro esfuerzo como ofrenda, no ponemos el resultado y la confianza en “sus manos”. La vanidad y la falta de humildad asoman de forma sibilina y llega siempre el momento en que se experimenta su engaño. Nos estrellamos, siempre surge algo que nos hace topar con la realidad, que nos muestra lo bajo que hemos puesto a Dios en nuestra escala, y descubres que te has equivocado, que todo aquello sin Él que es el Amor, no sirve de nada.

Solo cuenta el Amor, es lo único que importa en esta vida hagamos lo que hagamos. Es lo único que se nos va a demandar. Conocemos bien las palabras de San Juan de La Cruz “Al atardecer de la vida nos examinarán sobre el amor”.

Este va a ser mi deseo para todos vosotros en este nuevo curso que empieza. Hagamos lo que hagamos, pongamos AL AMOR en el primer escalón de forma inamovible , sin Él ya os auguro que en un momento u otro todo se derrumbará , con Él todo lo demás… vendrá dado por añadidura.

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14 comentarios

  1. ¡Gracias Ramón por tu fidelidad a esta página desde sus inicios! Un fuertísimo abrazo

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  2. Totalmente de acuerdo ,la solución desde luego no esta en demonizar las redes ,si no como siempre hacer buen uso de ellas y saber priorizar tus tiempos. Y una adecuada educación, para todo esto ,q se nos viene encima, de una forma vertiginosa . Gracias x tu reflexión para este comienzo de curso .Besos

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    1. Muchas gracias por tu aportación, es esencial el papel formativo de forma especial de los niños que se encuentran con un mundo lleno de inseguridades. Un abrazo

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  3. Una vez mas,gracias por estar y por seguir.
    Como siempre,un saludo cariñoso��

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    1. Gracias a ti Belén, que siempre estás atenta a mis publicaciones y por tu fiel seguimiento. Un saludo cariñoso también para ti

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  4. Exactamente me pasò, en mis inicios queria escribir, hacer mi pagina, etc, etc. Pero despues me desanimè, es la locura las redes sociales. Pero usted escribe desde el corazon. No deje de hacerlo.

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    1. Bueno todos los blogeros hemos pasado por eso alguna vez, hay que tener muy claro el ¿porqué y el para quién se publica? Si eso tiene respuesta, solo hay que dejar que el corazón hable y escribir cuando él empuje a hacerlo. Gracias por tu aportación Arminda. Un saludo afectuoso

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  5. Diosidencia: ayer precisamente pensé en tu blog y que ya hace mucho no te leía...pensé que ya no lo tenías y concluí mi pensamiento en: “bueno, todo son etapas” ahora te veo de vuelta y me encanta! Siempre me haz aportado algo en tus posts . Gracias Angel!

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    1. Gracias Esther. Me encanta la palabra Diosidencia, ya sabes que siempre pasamos por etapas, además tu eres de las primeras en asomar por aquí, no estoy en los primeros tiempos, los años enseñan y nos ayudan a ser más reflexivos, pacientes, y aprender de los errores, así que la forma de publicar en el blog a día de hoy, va con otros tonos de color ... Gracias por haber entrado a comentar, es una forma de enriquecer el post y de compartir con los demás nuestra manera de ver las cosas. Un fuerte abrazo

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  6. Me ha enriquecido leerte y me ha hecho ver con claridad muchos aspectos de la vida, ya sabes que llevo años dedicada en exclusiva a mi marido enfermo que me hace perder la paciencia en muchas ocasiones ( algo de lo que siempre me arrepiento y me arrepentiré) mi única distracción es mi ordenador en el que hago mis trabajos especiales para luego publicarlos ( paso más tiempo haciendo dichos trabajos que en las redes) pero estos días en los que me han desaparecido de mi ordenador todos los programas con los que trabajaba y el hecho de desesperarme por tal motivo me ha hecho reflexionar en lo mucho que dependo de estas tecnologías y que no debe de ser así pues siempre hay otras alternativas en las que distraerse pues antes se vívia sin estos adelantos y vivían muy bien.Saludos cordiales

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    1. Charo, muchísimas gracias por tu testimonio tan sincero. Mucho ánimo con tu marido, lo que cuenta es el amor que sabemos está. Una enfermedad siempre es algo difícil de llevar para el enfermo y para los que le cuidan, pero sabes muy bien que en la entrega se recibe también el premio, tal vez hoy no lo veas pero sabes que un vaso de agua dado por amor tendrá su recompensa multiplicada. En cuanto a lo del ordenador, creo que nadie se libra de eso que llaman "suicidio informático" porque la verdad que es para desesperarse, pero como todo... detrás de ello podemos buscar lo positivo y es que nos ayuda a desprendernos de las cosas, de caer en la cuenta de que sin "eso" también la vida sigue y es cuando se recibe como una bocanada de aire fresco, lo libre que uno se siente. Mucho ánimo con todo y de nuevo mi gratitud por tu sinceridad. Un abrazo

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  7. Es grato verte de nuevo y leerte, comparto parte de lo que has expresado y que tambien he padecido en mas de una ocasion a lo largo de mis servicios en mcm. Un abrazo Angel

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    1. Hola Daniel, a estas alturas lo que tengo clarísimo es que esto es una página personal, donde uno debe disfrutar compartiendo, sin mirar atrás, ni dejar que se adose nada que turbe la libertad interior, ni en el tiempo ni en las formas. Mucho ánimo. Un fuerte abrazo

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