Con fe, lo recibiréis
El pasado 3 de febrero, fallecía en el hospital una amiga de mis hijas, a la edad de 23 años, tras luchar los últimos cuatro, contra un cáncer .Tristemente, casi me atrevo a confesar, que este tipo de sucesos, ya empezamos a encajarlos con suma facilidad. Aún así, experimentamos que nuestra naturaleza humana, se rebela, ante lo que parece una gran injusticia por parte del Creador.
En más de una ocasión, he manifestado,tener la impresión, que a medida que avanzamos en edad, también progresamos en sufrimiento, pero reparamos poco, en que de igual forma, hemos crecido en madurez y fortaleza, para afrontar los nuevos envites que se plantan ante nosotros.
Siempre resulta confortante , ser testigo de la fe y esperanza, puesta en Jesús resucitado , por parte de quien ha sido asaltado por prueba tan dura . La forma de afrontar el presente y el futuro, con serenidad y aceptación , plantea interrogantes, a los que se mueven únicamente en el campo material y terrenal. La actitud de conformidad y confianza en las promesas de Jesús, son las semillas que se plantan, en los corazones, de los más cercanos y queridos. Así puede entenderse, que los padres de esta joven amiga, vivieran el momento del adiós de su hija, en la creencia cierta, de que gozaba ya del paraíso. Un lugar donde el sufrimiento tiene vetada la entrada . Las semillas plantadas florecieron..
He recibido en estos meses, varias peticiones de oración por otras personas, a las que también se les ha diagnosticado un cáncer terminal. Lo que las hace diferentes en esta ocasión, no es solo el ruego por la curación física de la persona, sino la invocación ansiosa, de una sanación espiritual de quien no tiene fe y esperanza,en la Vida después de la muerte.
Se apodera del acompañante con fe, un sentimiento de inutilidad, que aumenta su aflicción. No busca su propio consuelo, ni lo espera… Al dolor de la enfermedad, se le une la congoja ,de verificar que todo el dolor y sufrimiento de la persona amada, lo vivirá en un desierto inimaginable, donde no encontrará fuente para beber. Seguro que más de uno ha vivido, el efecto que produce en un cuerpo vapuleado por cualquier dolencia, la desesperación...
Pero yo creo en el poder de la oración. Creo en la promesa de Jesús : “Y todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo recibiréis" (Mt. 21:22). Nosotros no dominamos ni el tiempo, ni la forma en que Dios hace las cosas.No conocemos lo que ocurre en el último aliento de la persona que deja este mundo. No podemos percibir, si en ese final del último segundo de vida, se nos ha concedido lo que hemos pedido a Dios, para ese ser querido.
Me viene a la mente una anécdota que seguro conocéis del cura de Ars : En una ocasión, una mujer humilde, llegó con lágrimas en los ojos, angustiada y desolada a buscar al Cura, ella, se sentía abrumada por su pena ya que su marido se tiró de un puente, se había suicidado. Al lograr ver al Cura, le contó su dolor y su angustia, le dijo que su esposo se había suicidado y que los que se suicidan ofenden gravemente a Dios y se condenan.
El Cura, con voz firme y tierna a la vez, le dice a la mujer: “No temas, tu marido no se condenó”. La mujer asombrada, perpleja, confundida, le dice al Cura incrédula: “Pero mi marido se suicidó, se quitó la vida y sabemos que solo Dios es Dueño y Señor, él lo ofendió gravemente y murió cometiendo pecado”.El Cura, tomó su mano, la miró a los ojos y le dijo: “En verdad no temas, tu marido no se condenó. Entre el puente y el río cabe la Misericordia de Dios”.
Nuestras oraciones, nuestros sacrificios ofrecidos, y nuestras lágrimas derramadas por nuestro ser querido, en el lecho de la enfermedad, son las semillas que plantamos en nosotros. La Misericordia de Dios que se cuela por la última y más pequeña rendija de vida humana, es el fruto que nos consolará , sabiendo que “Todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo”. (Jn.14,13)
43 comentarios
gracias por este bello post
ResponderEliminarGracias a ti Ramón, por estar tan cerca en esos momentos especiales. Un fuerte abrazo. Sigo la mejoría de tu madre y me alegro muchísimo por ello.
EliminarSiempre la muerte por ser misterio es algo que nos hace tambalear. Siempre pido a Dios que me prepare día a día para no temer a ese momento.
ResponderEliminarBienvenido a esta casa Ansgar. Me alegré cuando ayer me solicitaste amistad, espero que podamos compartir tantas maravillas que a diario pone el Señor en nuestras vidas. Un fuerte abrazo
EliminarQué maravilla Angelo! Que testimonio tan edificante el de esa familia. La misericordia de Dios es infinita y sin ella no somos nada, cacharros rotos por el dolor, la decepción, la soledad... Pero ya lo dice el salmo: "Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo salva de sus angustias"
ResponderEliminarUn abrazo!
Querida Emma : Me encanta lo de "cacharros rotos" es una buena imagen de como Dios se compadece de quien se siente roto. Los salmos nos ofrecen numerosas reflexiones para poner en práctica y encontrar el consuelo y la fuerza para dejarnos recomponer. Un fuerte abrazo
EliminarGracias a Dios por permitir tu regreso y gracias a ti por seguir aqui,
ResponderEliminarsembrando frutos.
Un abrazo.....
Martha V.
Pues sí querida Martha. Es motivo de gozo y gratitud a QUIEN permite seguir caminando y sembrando. Cueno con tu ayuda para hacerlo con fidelidad. Un abrazo
EliminarTuve la suerte y el privilegio de cuidar a mi tía (hermana de mi madre) en un cancer cerebral que se la llevó en nueve meses; y digo tuve el privilegio porque pude palpar de primera mano como el Señor va haciendo su obra en la persona enferma, con la va sosteniendo conforme los meses pasan, pero también como todo aquel que está al lado, es envuelto por su Misericordia y todo toma otro cariz.
ResponderEliminarElla partió nueve meses después del diagnóstico, para mi fue desgarrador, pero a la vez se operó un cambio en mi alma, y conocí el amor y la misericordia de nuestro Dios de una manera renovada!!!!
El dolor aceptado y ofrecido siempre es purificador. Nos transforma, nos ofrece luces que antes no veíamos, nos muestra maravillas que teníamos sepultadas por nimiedades. Comprendo ese cambio y me alegra muchísimo que se haya obrado en ti. Gracias por compartir tu testimonio. Un fuerte abrazo.
EliminarQue torbellino de sentimientos me ocasiona la entrada Angelo...tú bien lo sabes...
ResponderEliminarGracias por tus palabras,que son consuelo y aliento.
Dios te bendiga y te dejo un cariñosisimo saludo de bienvenida :)
También sabes de donde me ha venido la inspiración y en ello estoy implicado. Gracias a ti. Un fuerte abrazo
EliminarMe alegro mucho, leerte de nuevo. Has comenzado con un tema, delicado, sólo cerca de la enfermedad se conoce el amor verdadero, sin máscaras, sin diplomacia; fluye algo tan mágico... llega la paz y todo se siente diferente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querido Ángel.
Buscaré la oveja perdida,
tornaré a la descarriada,
curaré a la herida,
confortaré a la enferma.
Ez 34,16
Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y Él te dará lo que pide tu corazón.
Salmo 36
Gracias Toñi por tu presencia. Te agradezco los emails enviados y que no he podido contestar. Lo hecho en la forma que mejor podía : Presente en la oración. Gracias por esas cita bíblicas tan consoladoras. Un abrazo
EliminarMe he emocionado hasta las lágrimas con la entrada y los comentarios, gracias Angelo por seguir adelante, que Dios te bendiga a ti y los tuyos y a todos los que te leemos, un fuerte abrazo en el Señor.
ResponderEliminarGracias a ti Mª Teresa por las muestras de apoyo enviadas.Gracias por tu presencia fiel en este blog. Un abrazo
EliminarAntes que nada muchísimas gracias por tu comentario en mi blog y volver a saber de ti.
ResponderEliminarEstoy muy alejada de todo esto de internet por razones muy dolorosas, pero quiero seguir para darme ánimos y que la esperanza me siga abriendo nuevos caminos. No hay más remedio que mirar hacia delante y dar gracias al Cielo por tener su gracia con nosotros.
Me alegro de corazón de tu nueva vuelta.
Un fuerte abrazo.
Pues respetando tu silencio, encomiendo todo aquello que lacera tu alma. Gracias por el testimonio de fe y esperanza que compartes. Un fuerte abrazo
EliminarOlá caro amigo...
ResponderEliminarFolgo em saber que te encontras bem.
Obrigado uma vez mais pela tua partilha.
Um abraço enorme para ti e toda a tua família.
Obrigado por tuas palavras. Bem-vindo a esta casa. Um abraço
EliminarMe alegro de tu vuelta que además es señal de que estás bien.
ResponderEliminarPido a Dios saber vivir esos momentos difíciles.
Pienso que si encontramos sentido a la vida se la encontramos a la muerte.
También yo creo en el poder de la oración para dar paz a los que no tienen fe y sobre todo creo que cuando se encuentren delante del Padre les recibirá como al hijo pródigo y podrán arrepentirse de haber vivido alejados. Vamos con El Padre que nos ama y es infinitamente misericordioso.
Mi alegría de verte también por aquí querida Fran. También yo me unido a tus momentos. Muchas veces al meditar el Padre nuestro me quedo en la hermosísima palabra PADRE. Y sé que ahí muchos encuentran muchas cosas......Un fuerte abrazo
EliminarNo sé qué decir... ante el misterio del dolor me quedo sin palabras ni explicaciones. Sólo añadir: Jesús, confío en ti!!
ResponderEliminarA eso se llama un gran acto de fe
EliminarMe alegro mucho de tu vuelta Angel!! Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias elige por estos años de fidelidad bloguera y apoyo espiritual. Un abrazo
EliminarMe complace verte de nuevo Angel, que la paz y la misericorida de Dios nunca os deje, y que te permita cantar el Aleluya de los que se sanan.
ResponderEliminarPues encantado de verte en esta casa. Es emocionante verificar la cantidad de amigos que me han acompañado. Un fuerte abrazo Daniel
EliminarEs muy triste que una persona tan joven tenga que morir pero es la voluntad de Dios y hay que aceptarlo...........tantas cosas nos vienen sin avisar que solamente la fe en Dios nos hace seguir adelante.Saludos cordiales
ResponderEliminarPues cada día me convenzo más de que realmente todo corresponde a un diseño del gran amor de Dios por cada alma. Ten la certeza de que llegará un día en que veamos claramente la respuesta a nuestros porqué. Un abrazo Charo. Muchas gracias por entrar a comentar
EliminarQué grande es el amor de Dios! Ángel...sin duda la enfermedad y la muerte nos reposicionan ante la vida. Lo triste es que la gente pase por la vida sin saber en qué consiste, de que va todo esto... Y claro, desgraciadamente esa es una sombra pesada y angustiosa. Hay que rezar mucho por ellos, acompañarlos y dar ejemplo de nuestra esperanza. Por cierto, hace unos días salió una entrevista en El Mundo (está online), sobre la periodista Carmen Harto, ex de Gonzalo de Bordón. Ella tiene un cancer terminal y todavía no ha conocido a Dios... Sabes cómo puedo conseguir su corre electrónico? Alguien? Es importante... Al menos unas palabras de cariño para ella.
ResponderEliminarY respecto a este post, no he querido molestarte en tu recuperación, pero me alegra muchísimo poder leerte. Eres un paladín en Cristo.
Pues a ver si me entero de que va la historia que me cuentas. Gracias por acompañarme tan de cerca y todos los detalles que has tenido conmigo. Un fuerte abrazo querido Pepe
Eliminar'Nosotros no dominamos ni el tiempo, ni la forma en que Dios hace las cosas' questa è la verità! Quando la comprenderemo appieno e la ameremo più di noi, saremo veramente liberi e felici, perché saggi e pieni di gratitudine. Un forte abbraccio
ResponderEliminarChiedo al Signore di concedermi il dono di sapere abbandonarmi ogni giorno a la sua volontà, sapendo che è il migliore che è stato progettato per il bene della mia anima e la Sua gloria.
EliminarUn grande abbraccio a te e Mauro. Grazie per la vostra vicinanza nella malattia
¿Que Dios haya querido hacerse «dependiente» de nuestra intercesión no nos conmueve hasta las lágrimas? Cuánto amor que no hemos dado por medio de nuestra oración sencilla se ha secado y no ha fructificado en corazones de hermanos nuestros sinfe? Somos amorosamente capaces de -solo Dios sabe- mitigar su desesperación, influir en su momento final con Dios, mitigar su purgatorio. No hagamos inútil la fe de Dios en nuestra oración. Besicos.
ResponderEliminarQue bonito lo que compartes. Muchísimas gracias Camino. Un fuerte abrazo
EliminarGracias, gracias, querido Ángel por esta entrada. Necesitaba que confirmaras mi fe en esa salvación del último instante de la vida de un ser querido.
ResponderEliminarYa te conté de mi sobrina, no creyente, pero aceptó su cáncer cada vez más angustioso con una serenidad y fortaleza increíble hasta que murió en la madrugada de Reyes. Ella misma dejó organizado su funeral que fue conmovedor y removió muchos corazones que estaban apagados, de muchas personas que en años no habían entrado en una iglesia. El sacerdote encargó a sus amigas ateas que eligieran las lecturas y los Salmos, en eso pude ayudarlas y el padre Agustino que dijo la Misa las felicitó y todo, también dijo a mi hermana que no había visto un funeral tan numeroso, con tantos jóvenes y tanto respeto y silencio en la Iglesia.. Dios escribe derecho con renglones torcidos.
Sí creo en el poder de la oración, sigo rezando cada día por ella y sí, "Entre el puente y el agua está la Misericordia de Dios"
Muchas gracias, querido amigo, necesitaba esta entrada..
Pues sí, pensé mucho cuando escribí el post en tu sobrina. Tú misma lo dices : "removió corazones" ¿como no iba a tocar al gran Corazón de la Misericordia? Yo estoy seguro de ella. Gracias por compartirlo aquí de forma pública. Un fuerte abrazo
EliminarBueno, Ángel, de todo corazón qué alegría encontrarte en tu blog.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Me alegro mucho de tu vuelta y me ha encantado esta entrada. Gracias. La anécdota del cura de Ars no la conocía, es preciosa y es verdad.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Ángel.
Gracias Rosa. A mí me tocó emocionalmente cuando la leía hace tiempo. Se me quedó grabada . Un abrazo
EliminarÁngel me alegro mucho de ver que te vas recuperando, demos gracias a Dios. También dos mis hermanos, una hermana, y un hermano murieron de cáncer. Lo vivieron con mucha paz, esperanza, y confianza en Dios. Increíble sus testimonios...Claro mis padres han sido unas santas personas con una fe que movían las montañas, y un testimonio de vida ejemplar.¡ Cuanto alabo al Señor por haber tenido tales padres... Oremos mucho como tu bien dices. Un abrazo fuerte.¡Cuídate!
ResponderEliminarQuerida Marian, entonces ya sabes muy bien de lo que hablo y lo impresionante es que en estos casos los más beneficiados muchas veces son los que rodean a estos enfermos. Yo creo que ellos sienten alivio al comprobar que infunden esa serenidad en los corazones. Muchas gracias por compartirlo. Un abrazo
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.