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Se fue triste


La semana pasada, posteé en mi blog “La isla de Mnemosine”, con una frase que me llamó profundamente la atención, cuando leía la lectura del día en el oficio de Laudes. Pertenecía a San Pablo, dirigiéndose a los romanos: “Los sufrimientos de ahora no pesan lo que la Gloria que un día se nos descubrirá”. Resultaba tremendamente reconfortante para mí, toparme con tal mensaje.

Seamos sinceros. Yo no paro de encontrarme con gente que sufre, en mayor o menor medida, pero todos, podríamos confesar a diario, que algo “parece no funcionar”, todos podemos incluirnos frecuentemente, en ese “valle de lágrimas” que mencionamos al recurrir a María en la Salve.

A veces caigo en la tentación de escribir en un papel: “Entrega a Dios = fin de los sufrimientos”. Y me sale de dentro: “¡Te han timado!” ¿Y dónde está eso de “que nadie os podrá quitar vuestra alegría”, la alegría del resucitado, el cien por uno en esta tierra y el céntuplo en la eterna, por dejarlo todo y seguir al Señor? A veces no es tan fácil contestar a ello  ¿o sí?...

Y entonces caigo. Estoy en la misma actitud del joven rico, que se fue triste, “porque tenía muchas posesiones”

Los vídeos que estoy subtitulando sobre la vida monástica, arrojan una gran luz sobre mi realidad, ¿dónde está mi alegría? … Yo no la veo, como la perciben ellos. Me doy cuenta de que está subordinada a sentimientos momentáneos, según las circunstancias, que adornan mi jornada. Pero, esa alegría tan oída y predicada , esas que no es pasajera, la que no corresponde a un momento de consuelo espiritual, esa que la verdadera fe regala aún, en las lagunas del dolor, esa…. no es la que triunfa en mi vida.

Como decía, la clave  para entenderlo, la encuentro en el joven rico, que no supo dejarlo todo. Y no, no hace falta irse a renuncias heroicas. Y no hace falta que otros nos digan que aún nos esclavizan algunas cosas, aparentemente sin importancia .¡Lo sabemos muy bien!, y el primero en engañarse siempre es uno mismo, y sabe de sobras cuando lo está haciendo. ¿Y qué hace Dios? Pues respetar nuestra libertad, se aparta en silencio y nos deja con nuestra elección.

No hacen falta ejemplos. ¡Mamma  mía! … encima adornamos esos apegos, bajo apariencia de un bien mayor, o con la etiqueta de “mi apostolado””el bien de los demás” casi me atrevo a decir  hasta para “la gloria de Dios”. Cualquier eufemismo nos sirve.

Y como todos los adictos a algo, se nos llena la boca, diciendo que no estamos apegados, pero alto… párate ¿Porqué no analizar una jornada de nuestra vida, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos? Seamos sinceros y veamos cuántas cosas no tocaríamos… o tocaríamos….., ¿Cuántas sentimos que nos desgarran al dejarlas, para que Dios ocupe su lugar?

Si Dios se aparta y se va, entonces la alegría muere. ¿Si Dios no está?....uyyyy, ya hemos vivido alguna vez esa experiencia ¿no?...Dios sí está en nuestra vida. Basta ver a los que lo dejan todo de verdad, como los religiosos que estoy presentando, sin guardarse nada de nada.  ¿Por qué nos quedamos embelesados cuando hablan, cuando transmiten esa alegría que manifiestan?... y no niegan las luchas, el dolor, las dudas, las desilusiones…. Todos coinciden: Cuando uno se deja llenar por Dios, vaciándose por completo, la alegría viste al alma, el entendimiento se abre y la fe reconoce el tesoro recibido.

Seguiré intentándolo. Porque cada día se me ofrece la oportunidad de hacerlo.  Porque también en algunos momentos la he podido saborear. Porque aunque mi elección no haya sido siempre  Dios, Él no deja de volver una y otra vez, una y otra vez…En eso consiste la Fe ¿no? En creer, aunque la mayoría de las veces se camine en la oscuridad, o cuando los sentimientos, que se mueven en nuestra capa externa, están a merced de las circunstancias que surgen a diario. 

La Fe , circula en nuestra capa interna, la más profunda de todas, en la que no vemos, pero que tantas veces hemos podemos percibir, cuando dejamos que Dios more en ella.

¿Encontraría el joven rico la alegría en su vida?.... ¿Tú qué piensas?

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9 comentarios

  1. Gracias por esta reflexión, es preciosa.
    Como tú bien dices, Dios nunca nos deja, nos espera, a pesar de nuestras resistencias. Y la alegría de encontrarlo, el gozo, yo creo que permanece para siempre, es imposible olvidarlo y no sentirlo. El don de la fe es lo más maravilloso que pueda existir, y si vienen las horas bajas, el gozo de haberlo recibido, más que alegría es gozo, permanece dentro, en lo más hondo de nuestro ser, nos ayuda a caminar y a sostenernos cada día, pase lo que pase, lo bueno y lo malo. La entrega a Dios, dejar que entre y penetre en nuestra vida y que la ilumine, nunca decepciona, la ensancha y la llena de gozo siempre, y cuando llega el sufrimiento, la aclara, la reconforta, la vivifica. Siempre camina a nuestro lado. Solo tenemos que abrir nuestro corazón y nuestro entendimiento...alabarle y darle gracias por todo...somos criaturas en sus manos, las mejores manos...

    Todavía no he visto el último vídeo, debo mirarlo y sentirlo con calma. Son verdaderas joyas, que penetran muy dentro, para guardar y ver muchas veces, muy necesarias. Muchas gracias por compartirlos.

    Un abrazo grande.

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  2. Es la Fe la que esta en medio de todas nuestras
    Tribulaciones , por medio de ella vencemos las
    caídas y es un descanso que nos lleva a Nuestro
    Señor .
    Los vídeos están preciosos y se siente la paz y la
    armonía que proyecta, buen trabajo.
    Un saludo. Martha v.

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  3. Lo que digo no es nuevo, cuando se escribió el Eclesiastés ya no existía nada nuevo, ya sabéis. El mundo, en gran medida, está tan mal porque casi todos nos apartamos de los demás (para ahogarnos solo en nuestras angustias). Es muy sencillo apartarse a un monasterio, a una comuna, o a un lugar semidesierto; incluso apartarse dentro del bullicio de una gran ciudad, el caso es pasar por la vida desapercibido, como les decían a los muchachos que se iban a integrar en el servicio militar: "Voluntario, ni para ir a comer". Ese refrán de: "En boca cerrada no entran moscas". Que nadie se llame a engaño, si alguien elige su propia pobreza, no esperemos que luche por nadie para que salga de ella, ya sea ésta material o espiritual. Ya se dijo: "No temo a los malos, sino al silencio de los buenos". Cristo vino a la tierra a morir injustamente en una cruz, no a vivir en un monasterio esenio en Qumrám, por ejemplo.

    Saludos.

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  4. Yo creo que el joven rico no encontró la felicidad y nosotros en la tierra tampoco, tendremos alegrías que la fe en Dios nos proporciona, pero ese ansia que uno lleva dentro no se puede calmar con nada.

    Por eso entiendo a los religiosos porque, aún con sus problemas, su vida dura y demás, pueden llegar a una contemplación, abstracción de lo terreno, que es el anticipo de la vida eterna. Tú y yo, con la mirada puesta en Dios, deseando entregarnos a él lo mismo que los religiosos, pero batallando a diario contra ese ejército de contradicciones, internas y externas que nos asaltan bastante hacemos con mantener nuestra fe viva, con el deseo de transmitirla a los demás.
    No te asustes, Angelo, si me ves negativa, pero ya llevo mucho camino recorrido y además me falta mi Capitán.
    Mientras la ayuda y la gracia de Dios no me falten seguiré mi camino y estaré contenta con lo que me ha tocado vivir y con lo que Dios disponga paralo que me queda.

    Un beso desde Alicante

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  5. El sufrimiento es un gran misterio, pero estoy convencida de que sólo al lado del Señor podemos encontrar la felicidad que tanto anhelamos. Sé que se puede ser, no digo feliz, sino muy, muy feliz en el sufrimiento, sabiendo que Dios, nuestro Padre, nos ama y nos ha creado para Él. Dios no comete errores; todo es para bien... Un abrazo!

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  6. Angelo gracias por darnos esta bella reflexión.

    Un cariñoso saludo :)

    Belén

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  7. Nada te turbe,
    nada te espante,
    todo se pasa,
    Dios no se muda,
    la paciencia
    todo lo alcanza.
    Quien a Dios tiene
    nada le falta.
    ¡Sólo Dios basta!

    Estimado Ángel, siempre medito tus escritos, hoy... me llego a la memoria ese poema. Un fuerte abrazo.


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  8. Muy hermosa esta entrada. Pensaba que tenía el corazón dispuesto a soltar. Pero me ha tocado, la vida me propone salir de mi tierra, ligera de equipaje y dejarlo todo pensando en regresar algún día cuando mejoren las cosas. No es fácil, dejar los recuerdos, las cosas que tienen tu sello. ¿Seré capaz de hacerlo y ser feliz?, no lo se. Por ahora vivo un día a la vez hasta que llegue ese día, en que diré, Chao país, mejórate, yo haré lo que pueda. Creo que el joven rico reflexionó y se fue desapegando de todos sus bienes, hasta que entregó su vida. Al principio fue doloroso pero al sentirse con menos peso fue disminuyendo su tristeza y aumentando su alegría.

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  9. Al leer esta entrada me ha venido a la mente el libro de C.S. Lewis "Una pena en observación". Pone el ejemplo de un cirujano que por salvar el paciente está dispuesto a cortarle con un estilete. Lewis dice que Dios no nos evita el dolor, lo que hace es emplearlo para sanarnos. Precisamente esta convicción de su cometido es la que, desde esa perspectiva, lo hace digno de "temor y temblor.

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