Obreros en la Basílica
Me apetece empezar oficialmente, mi
primer post temático del 2013, con un homenaje a lo escondido, a lo que pocas veces
reparamos, cuando podemos recrearnos ante verdaderas obras artísiticas.
Acabamos de contemplar,
hermosas ceremonias litúrgicas , con motivo de las fiestas de navidad,
transmitidas por televisión. Algunos, habrán sido privilegiados, pudiéndolas
vivir in situ.
Soy uno de los afortunados, que ha podido visitar
la basílica de San Pedro en el Vaticano. No solo como turista, o peregrino, sino como fiel, asistiendo a
varias ceremonias importantes, como la clausura de un sínodo de obispos, o los
días del triduo Pascual, o haciendo oración ante el Santísimo en una de las capillas de la
basílica. Una de las cosas que más me impresionaron, era la rápidez con la que
la basílica se transformaba, ante cualquier acontecimiento importante. Otra, era la impecable limpieza y cuidado, que todo el conjunto ofrecía. ¿Quién lograba darle todo ese esplendor?...
Durante más de medio
milenio de historia, numerosos albañiles, carpinteros, herreros, yeseros,
pintores, fontaneros, electricistas, albañiles, decoradores y otros obreros
especializados, han trabajado y continúan haciéndolo para la Basílica de San Pedro.
En Roma son conocidos
como “sanpietrini” y el nombre, nos ayuda a entender, como su papel, les lleva a identificarse
totalmente con la basílica de la que se
ocupan. Son ellos los que la mantienen con vida, y se puede decir, que detrás
de cada centímetro cuadrado de esta inmensa obra, existe la dedicación de trabajadores anónimos,
pero cualificados. La basílica, es un organismo vivo que necesita continuos
cuidados.
Los sanpietrini, nacen
como un grupo reconocido en el setecientos, por obra de un obrero, Nicola
Zabaglia, dotado de una particular capacidad inventiva, ideando técnicas de intervención, máquinas y
andamios, cada vez más audaces. Es en ese período, cuando los obreros de la
basílica, vienen equipados con un uniforme que acrecienta el espíritu de equipo.
No podemos imaginarnos,
el trabajo necesario, para mantener de forma eficaz, un lugar tan grande y tan
bien utilizado, a menudo como teatro de importantes ceremonias.
Las competencias
técnicas, a menudo de altas precisiones, van a la par con la creatividad y la
valentía, porque para alcanzar ciertas alturas, se requiere dotes de acróbata,
estando prohibido sufrir de vértigo. Desde la puesta en marcha de las campanas,
al funcionamiento de los relojes, de la colocación de las estatuas, a la
preparación de los altares, del transporte de los candelabros y otros objetos
litúrgicos, a la colocación de enormes tapices y ornamentos. Los sanpietrini,
están siempre en movimiento.
Son los primeros en
entrar en la basílica, antes de que lleguen los visitantes del día, y los
últimos en abandonarla por la tarde, tras inspeccionarla de arriba abajo, desde
la cúpula, a las grutas vaticanas, en
colaboración con la policía vaticana. Además se ocupan de la preparación de la
plaza, para las celebraciones en abierto, a menudo llenándola de flores y
plantas ornamentales.
A los sanpietrini se les pide también
colaborar con los técnicos y especialistas externos, de forma especial, en
casos de restauraciones particularmente delicadas.
Fuente: Aldo Maria Valli,
Piccolo mondo vaticano
Aviso para Rafa: A ver si a estos, los colocas en alguna página...
23 comentarios
Interesante tu entrada de hoy.
ResponderEliminarLos pequeños detalles, que en este caso no son tan pequeños, son realmente importantes.
Es un privilegio llegar a ser un sanpietrini ¿no?
Pienso lo mismo que tú. Cualquier aportación que podamos hacer para embellecer todo lo de Dios, es un honor de privilegiados. Tenemos la oportunidad de hacerlo en nuestras iglesias, con nuestro ofrecimiento, desde la lectura, pasar la cesta, decorarla... ¡¡¡ todo es para Dios!!! y realizarlo es todo un honor... Un fuerte abrazo, gran privilegiada.
EliminarUn gran trabajo la de estas personas...desconocía todo este "movimiento" que hay en la Basísilca.Tuve la fortuna de visitar Roma hace ya unos cuantos años y la verdad que quedé totalmente impresionada con el Vaticano.Una sierte la tuya haber podido asisitir a esas celebraciones que dices.Saludos
ResponderEliminarLa verdad es que hay todo un mundo, en este pequeño estado, y hay cosas curiosísimas que llaman mucho la atención. Seguiré compartiéndolas. Un beso Charo.
EliminarTodos unos acróbatas. Me imagino el cuidado para que lo que utilizan como herramientas no cause daño.
ResponderEliminarPues tendrías que ver, cuando les tocaba encender un montón de velas, alrededor de la cúpula de la Basílica en el exterior. Cosa que hacían en las grandes solemninades. No apto para los que padecen vértigo. Todo un espectáculo.
EliminarUn beso M. auxiliadora
Este es uno de los motivos por los que hay que pagar por entrar allí, estos señores tienen que cobrar su trabajo ya que viven de él. He oido críticas a cerca de lo que se cobra, bah! lo de siempre.
ResponderEliminarEs curioso como solo protestan en sitios como éste, y no en espectáculos que se esfuman en poco tiempo, a veces pagando cantidades escandalosas. Pero los sanpietrini, además de su trabajo, tienen una vocación y la respuesta a ella es poner todo su amor en lo que hacen.
EliminarGracias Bruce. Un fuerte abrazo
Gracias Angelo,era una total y absoluta desconocedora de este oficio.
ResponderEliminarQue afortunado has sido Angelo,yo espero algun dia conocer el Vaticano.
Un cariñoso saludo :)
Ojalá sepa responder a tanta bendición, cuando miro hacia atrás, con todo lo visto y vivido, solo me queda una opción.¡Dar gracias a Dios por tanto bien que me ha hecho! Si Dios quiere, este año volveré a Roma, pero con mi familia. Me hace muchísima ilusión y el año de la Fe es una gran oportunidad para hacerlo, así que ya nos hemos puesto a hacer hucha... Un beso fuerte, querida Belén.
EliminarTrabajan desde el silencio. Cuánto bonito lo que hacen!
ResponderEliminarFeliz lunes!
Un cariño grande, en Jesús
Sol, me alegra mucho verte de nuevo por aquí. Pues sabes... a mi me encantaría verlos en acción, pero claro, todo esto se hace a puerta cerrada.
EliminarUn beso
Me ha encantado la entrada! Sobre todo ver a tanto hombre con plumero en mano..anima mucho a las amas de casa a valorar la limpieza domestica
ResponderEliminarJa, ja, me ha encantado lo del plumero en mano. A mi me ha llamado la atención hasta el spray que usan. Gracias a Dios, a estas alturas creo que ya hay muchos que valoran el gran trabajo que realizan las amas de casa. ¡Mi admiración por todas! Un beso Mrs.Wells
EliminarGran trabajo fotográfico! Menudas Navidades Angelo!
ResponderEliminarPues tenemos que ser como ellos, imitarlos en nuestras vidas.
Querido Pepe: Disfruto con estas imágenes. Fíjate la proporción y las dimensiones, es algo bellísimo. ¿Que será el cielo?.... Unidos siempre. Un fuerte abrazo
EliminarTomo muy, pero que muy buena nota. Ya lo creo que sí.
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazo bien fuerte.
Hasta a mi me entran ganas de escribir....Un abrazo Rafa
EliminarSon unos artistas en lo suyo que es también todo un arte aunque sea un arte de limpieza. Yo doy gracias por tener operarios así.
ResponderEliminarUn abrazo.
Angelo ¿Sabes algo de Arcendo? No puedo con esta angustia, aunque no paro de rezar, pero ya es muy tarde.
ResponderEliminarUn beso, amigo.
Pues yo estoy igual querida Militos. Pedí que su hija nos dijera algo, pero todos sabemos que un día de tantas tensiones uno acaba agotadísimo, así que confiemos que que todo ha ido bien y que seremos informados en cuanto descansen. ¡Mucho ánimo! Un abrazo. No dudes de que cuando sepa algo te lo comunico por e-mail, en caso que seas tu la primera en tener noticias, por favor, transmitelas. Muchas gracias. Un beso
EliminarA mi me dijo Arcendo que iba a convencer a su hija Guadalupe para que hiciera lo que hizo tu hija cuando te operaron a tí, si mal no recuerdo. Pero no sé si la convenció.
ResponderEliminarSupongo que Dios quiere que pasemos esta vigilia de oración, sea lo que Él quiera.
Gracias, Angelo por contestarme.
Un beso
Buenos días Angelo. Sorprende sobre todo la escala y riesgo de la labor.Un abrazo.
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.