La herencia que les quiero dejar
En el libro Cielo e Infierno, de María Vallejo Nágera, me topé con una oración por los hijos, que me ha gustado mucho y que ya he incorporado a mis plegarias diarias. La comparto con vosotros.
Señor, como cada día,
quiero rezar por mis hijos (nombres). Son mi alegría y el regalo más valioso
que Tú me has dado. Pero sufro por ellos. Tú sabes que les amo y deseo con todo
el corazón que sean felices, pero tengo miedo porque les rodea un mundo engañoso
y lleno de trampas. Pasan muchas cosas Señor: vemos constantemente a jóvenes
desorientados que malgastan su vida. ¡Esto me angustia mucho, Señor!
Dame sabiduría para
guiarlos, generosidad para amarlos, paciencia para educarlos. Haz, Señor, que
sepa enseñarles a volar, a descubrir su propio camino: el suyo, el que Tú
quieres para ellos y no aquel que quizá yo quiera con cierto egoísmo. Si
deciden casarse, ayúdales a encontrar la persona que les quiera de verdad y con
la que puedan llevar a buen término un proyecto común que dé sentido a su vida
privada. ¡Tiene tanta influencia la pareja en la vida de la persona!
Señor, me gustaría que te
conocieran. Deseo transmitirles la fe para que descubran que en su interior
tienen una luz y una fuerza que no les fallará nunca. Pero sé que cada persona
es libre y que quizá no acepten este herencia que les quiero dejar. Haz Señor,
que encuentre la fuerza en Ti para seguir dando un testimonio de coherencia,
sin desanimarme ni culpabilizarme. Que sea capaz de perseverar en la oración
para que un día te conozcan plenamente y salven sus almas.
Tú sabes, Señor,que no
siempre resulta fácil ser padre. Hay momentos en los que me desanimo y tengo la
sensación de que mis esfuerzos son en vano. Pienso y siento que mis oraciones
no tienen ni tendrán ningún fruto. Ayúdame, Jesús, a no dejarme abatir por el
pesimismo, y que siga sembrando en sus corazones con el convencimiento de que
llegará el día en el que la semilla dará fruto en sus almas. Y por encima de
todo ayúdame a enseñarles a amar y a respetar a todo el mundo.
Soy consciente de que
como padre, he cometido muchos errores y que a veces, les he fallado. Es por mi
debilidad y mis pecados, no por mala voluntad. Perdóname, Señor. Que tu fuerza
y tu bondad supere mis limitaciones como padre. Te pido finalmente que no dejes
nunca de tu mano a mis hijos, especialmente cuando comiencen a andar por su
propio camino. Te los confío convencido de que Tú siempre les cuidarás.
Sálvales, Señor: que en la eternidad todos estaremos juntos. Derrama siempre tu
Misericordia sobre ellos durante todos los días de sus vidas. Gracias, Señor.
Amén
20 comentarios
Muy bonita oración, con tu permiso, también me la quedo para mí y mis hijos. Un abrazo
ResponderEliminarPues me parece genial que también tú la hagas tuya. Un fuerte abrazo
EliminarSigo esperando el fruto de la semilla plantada, aunque algunas mejoras ha habido.
ResponderEliminarLa oración es muy buena, seguro que te dará fruto.
Un beso, Angelo
Creo que hay que esperar hasta el último momento, con gran confianza y fe. Santa Mónica es un aliento para mí.
EliminarHace años, Angelo, un sacerdote me unió a Santa Monica. Cuando vengas a Madrid tienes que visitar la parroquia de Santa Mónica, está en la calle Principe Vergara /antes General Mola, jaja.../
EliminarEn cuanto sepas algo de Arcendo, por favor avísime, avísanos.Lo tengo clavaito en el corazón.
Oye, te propongo que cuando nuestro amigo esté recuperado del todo organices una quedada en Madrid ¿Vale? a esa si que no falto, caiga quien caiga, te lo prometo.
Besos
Es muy buena la oración ciertamente. Me la llevo, y te lo agradezo porque me has ahorrado escribirla.Gracias!
ResponderEliminarSe la daré a mi hermana, soy el padrino y responsabilidad me toca en la educación espiritual.
El libro lo tengo, y estoy con él.
Un saludo!
Bruce,te entiendo esa responsabilidad que sientes,porque yo además de madre soy también madrina.
EliminarUn cariñoso saludo y ¡gracias! ;)
Pues en el libro hay otras oraciones preciosas que también traeré si D.q. Un abrazo
EliminarMuy hermosa, gracias: He tratado de buscar algún libro de María Vallejo pero no he logrado conseguirlos en mi país.
ResponderEliminarOhhh vaya... que pena. Voy a ver si indago sobre ello. Un beso
EliminarPues ya ves que Paloma te dice como conseguirlo.
EliminarPreciosa oración Angelo,yo también me la llevo.
ResponderEliminarUn cariñoso saludo y gracias por acordarte de mi :)
Sabes que te llevo presente a diario. Gracias a ti. Un beso
EliminarEl libro de María ha sido el primero del año que he leído ¡¡vaya delicia!! Las oraciones son todas impresionantes ¿verdad? Es un gran regalo al final de cada capítulo. El libro está en Amazon para descargarlo en el Kindle, lo digo porque he leído que alguien no lo encuentra en su país.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en Cristo.
Muchas gracias por tu aportación, sobre todo porque das respuesta a María A.Un abrazo
EliminarMe gusta la oración y nos hace falta rezarla siempre aunque ya los hijos hayan tomado sus propios caminos...........los hijos siguen doliendo mucho a pesar de que tengan su propia vida y siempre nos queda la duda de si lo habremos hecho bien o en qué hemos fallado, habrá que seguir rezando con constancia por ellos.Saludos
ResponderEliminarY mientras más crecen y van decidiendo por sí mismos, más necesitamos implorar la protección del Señor.
EliminarMe encanta. Yo también me la llevo. El libro aún no lo tango, pero pienso leerlo. La oración es de ella o quien es su autor? Un abrazo, Ángel!
ResponderEliminarEn el libro no aparece el nombre del autor, así que ignoro de quien es, pero me encantó cuand o la leí y me la copié para decirla cada día. Un beso
EliminarQué buena oración. Gracias, me viene muy bien, en este momento tengo estas inquietudes con mis hijos.
ResponderEliminarEducar es un trabajo constante pero hay una edad en la que se definen y decantan tomando decisiones importantes. Que Dios les ayude y proteja.
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