BENDITA NORMALIDAD
No olvidemos que la casi totalidad de los días que Nuestra Señora pasó en la tierra transcurrieron de una manera muy parecida a las jornadas de otros millones de mujeres, ocupadas en cuidar de su familia, en educar a sus hijos, en sacar adelante las tareas del hogar.
María santifica lo más menudo, lo que muchos consideran erróneamente como intrascendente y sin valor: el trabajo de cada día, los detalles de atención hacia las personas queridas, las conversaciones y las visitas con motivo de parentesco o de amistad. ¡Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor de Dios!
María santifica lo más menudo, lo que muchos consideran erróneamente como intrascendente y sin valor: el trabajo de cada día, los detalles de atención hacia las personas queridas, las conversaciones y las visitas con motivo de parentesco o de amistad. ¡Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor de Dios!
¡Alabado sea Jesucristo!
12 comentarios
Feliz sábado bloguero.
ResponderEliminarNo es porque sea otoño, pero me encanta esa imagen de la Madre rodeada de... ¡¡HOJAS!!.... (¿Por qué será?...) jajaja.
ABRAZOS.
La música... otra vez UN ACIERTO, SUBLIME.
ResponderEliminar¡Bendita normalidad! tu lo has dicho.
ResponderEliminarTodas las ocasiones, todos los momentos pueden convertirse en oportunidad para dejar transparentar a Dios si dejamos que Él este en nosotros.
Un abrazo.
Digo yo tambien Bendita rutina Angelo.
ResponderEliminarQue Dios te bendiga y un cariñoso saludo.
Maria mia, confidiamo in Te!
ResponderEliminarAngelo, te la cavi bene con l'italiano...bel commento sul mio blog.
Baci, con una sola c
Que todos podamos rodear siempre a Nuestra Señora como lo hacen las hojas de la fotografía. Bendita sea.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
A mi que ya sabeis los que me conoceis que me cuesta la vida hacer dos dias seguidos lo mismo.La rutina que a veces es la vida de una madre de familia a pesar de tener que atender mas que haceres que horas tiene el dia. Pensar en Maria de este modo me alienta muchas veces. la continuidad de una mujer que a pesar de ser como todas las demás en su humanidad y llevar la misma lucha de su epoca, encima tenia semejante cruz que cargar con lo de su hijo. pensar en ello hace que mi cruz pareca un mondadientes que ya llevo sin dificultad, por lo menos mientras rezo y lo pienso. Imitarla, es mi gran reto y pido a Dios constancia.
ResponderEliminarGracias angelo por tan sencilla pero profunda entrada que nos regalas hoy. bendición para ti y los tuyos.
La sonrisa de la Virgen me encanta.....feliz fin de semana....nos vemos en el rosario...
ResponderEliminarTanto la santidad, como el amor, no son más que la suma de pequeños detalles. Acciones heroicas...cuando toquen también, pero son raras.
ResponderEliminarLo cotidiano, ahí es donde hay que hacer y nunca dejar de hacer. Y de eso María Nuestra Madre sabe mucho de eso.
Qué mejor ejemplo!
¡Hola a todos!
ResponderEliminarHace unos días me hacía una reflexión sobre el tema de tu entrada de hoy, Angelo, aunque con matices diferentes.
Me venía este pensamiento sobre la vida cotidiana de la Sagrada Familia al salir de mi nuevo lugar de trabajo, al volver a la cotidianeidad en un entorno en el que no me conocen y llevo mi cruz claramente visible. No había ocurrido nada negativo en absoluto, pero ese día me había sentido especialmente sola. Me rondaba la tristeza y, en esta situación, me surgió la pregunta: ¿Cuántas veces María, al estar entre las mujeres del pueblo hablando, callaría discretamente porque no podría compartir ni intervenir en discusiones demasiado mundanas; no opinaría en charlas sobre determinadas situaciones hogareñas porque Ella, Jesús y San José vivían de otra manera la vida; preferiría callar y sentirse, una vez más, “diferente”? Hasta ese día, nunca había pensado esa posible situación interior y exterior de María, ese dato concreto que podría estar comprendido en lo de que “María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.” (Lc 2, 19)
Y una vez más, un pensamiento sobre Mi Madre me consoló.
Besicos.
Lo difícil a veces es lo mas sencillo que tenemos al alcance, nos complicamos demasiado. Besos.
ResponderEliminarHola. Es la mejor talladora de diamantes por que habita Dios mismo de forma cristalina en nuestra madre mediadora.Gracias.
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.