HAY QUE BUSCARLO
Cuando entré en la basílica de San Pedro en Roma por primera vez, tuve la sensación de entrar en un mundo dimensional, muy distinto al que puede observarse en las fotografías. El deseo de conocimiento de cada una de sus partes, se apoderó de mí. Buscaba información y respuesta a todo lo que mi vista contemplaba. Me arrepentí de haber entrado en solitario, sin nadie que me explicase ,cada detalle, que continuamente me asombraba. Sentí que no era una visita cultural más; Quedé enganchado a esta basílica. Un deseo incontenible de volver a visitarla se anidó en mí cuando salía por sus puertas.
Mi consejo a los que se acerquen a conocer la Basílica de San Pedro,y no tengan la posibilidad de volver a ella, es que dediquen un buen tiempo a conocerla. Muchos son los detalles importantes que se escaparán. Vale la pena informarse antes de visitarla. A ver si un día me animo a ello.
Fueron muchas, las veces que disfruté atravesando sus puertas. Unas por propia iniciativa, buscando su conocimiento, otras para mostrarla a los amigos, que durante mi estancia en Roma ,vinieron a visitarme.
Hoy, que es jueves, día dedicado a la Eucaristía, quiero hablaros de una de las partes importantes de la Basílica de San Pedro (¡la más importante!), que pasa desapercibida para muchos turistas, quienes desconocen su existencia. La capilla del Santísimo Sacramento.
Esa Capilla se encuentra en la nave derecha de la Basílica, a medio camino entre la puerta de entrada y el altar de la Confesión. El Santísimo está reservado en un monumental sagrario diseñado por Bernini, con dos esculturas de ángeles -una a cada lado que adoran a Jesús Sacramentado.
Digo que pasa desapercibida, porque está guardada a la curiosidad de los que pasan, por unas amplias cortinas y un celador. Afuera hay un cartel, que quien repara en él, puede leer, (no recuerdo bien con exactitud las palabras) “Este es un sitio, sólo para rezar”.
Cuando entras, te encuentras con personas en silencio. El Santísimo expuesto, dos religiosas cubiertas por atrás con un velo azul que les llega hasta el suelo, puestas de rodillas sobre un reclinatorio en acto de adoración. Se turnan durante todo el día. Todo el ambiente, se ve envuelto en una gran belleza y silencio, que invita a quedarse allí, hablando con el Señor, adorándolo. Parece que no hay que hacer nada más, en esa jornada, solo permanecer allí ante el Cuerpo de Jesús. Cuando se mira el reloj, te llevas la sorpresa de que el tiempo ha pasado muy veloz, y que cuesta marcharse de ese gran oasis de paz. Nada te ha abstraído de ese encuentro.
Allí dentro ,existe un profundo respeto, donde todos intentan no distraer a nadie. Disfruté mucho de esas visitas. Al salir de la capilla del Santísimo, se vuelven a oír las voces, los grupos, los relatos turísticos, artísticos e históricos. Pero el Cuerpo de Cristo está expuesto a la adoración, culto y oración de los fieles, se percibe una vibración eucarística que trae al alma un gran sosiego y gozo .Si después se reanuda la visita por la basílica, las dimensiones de las que hablaba al principio y que me deslumbraron, hacen que adquieran una magnitud mayor.
Si tenéis la ocasión de visitar San Pedro en el Vaticano, o entráis de nuevo en la basílica; seguid mi consejo: Dedicad una jornada a ella. Buscad la capilla del Santísimo, entrad en ella, orad en ella y…, lo que descubráis nos lo contáis a la vuelta. ¡Si podéis!
¡Alabado sea Jesucristo!
19 comentarios
Siempre he sabido que de alguna u otra manera , más tarde o más temprano iré a Roma y visitaré la Basília de San Pedro.
ResponderEliminarDesde esta noche sé que lo primero que haré cuando entre en la Basílica será buscar esta capilla del Sagrario para arrodillarme ante el cuerpo de Cristo.
Gracias!. Un abrazo!
Tuve esa misma experiencia cuando estuve, ni me acuerdo como era la Santa Capilla porque solo mi atención se centraba en el Santñisimo Sacramento del Altar, en Jesús hecho carne el en Sagrario. Luego afuera me pasó igual, el arte, el tursimo pero el profundo respeto por la tumba de San Pedro y los Papas, aún no estaba Juan Pablo II en el Cielo. ¿y que me dices de subir hasta la cumbre e la cúpula y ver Roma desde arriba? indescriptible sensación.
ResponderEliminarQué contradicción! mirar el arte, mirar los edificios, andar por allí,tirar fotos...y no caer en la cuenta:
ResponderEliminarDe que Dios vivo está allí !!!
Qué menos que entrar y saludar a Jesús y decirle lo que sea, por ejemplo:
"Hola Señor vengo a visitar tu casa, y no quería dar ni un paso sin saludar al que en ella vive, cuando termine de verla vengo de nuevo y te cuento lo que más me ha gustado. Ah! que te quiero. Hasta ahora"
Como bien sabes aun tengo ese viaje en mi corazón y sé que el Señor ya me lo regalará, entrar en tu post hoy ha sido como la antesala ¿será que se acerca y me está preparando?, gracias porque me has metido alli con esta musica tus fotos y tu manera de describirlo, entraré seguro en esa capilla cuando Dios quiera y te animo a que amplies aqui todos tus conocimientos.
ResponderEliminarun abrazo
Roma, Roma, Roma... ayyyyy.. Esa es una de mis asignaturas pendientes. ¿Podré visitarla alguna vez????
ResponderEliminarDe todos modos, la gran ventaja, GRANDÍIIIISIMA que tenemos es que ese mismo DIOS, que está ahí, en esa hermosa capilla de Bernini, también está, TODO ÉL, en cada Sagrario de cualquier Iglesia, y hoy, como bien dices..., seguramente expuesto en la Parroquía de la esquina.
¿Por qué no le visitamos más????
Efectivamente muchos no podemos ir a Roma, pero si podemos ESTAR CON EL.
ABRAZOS.
¡Cuantos han entrado en una Iglesia en visita cultural o simplemente, buscando a alguien y se han sentido transformados para toda la vida! El caso de Ratisbone, de André Frossard o simplemente la anécdota que Edith Stein relata en ‘Estrellas amarillas’, impresionan por su veracidad y sencillez.
ResponderEliminar¡Hola Ángel!
ResponderEliminar¡Qué de recuerdos! Estuve cinco días en Roma y pude dedicarle un día completo, sí, como suena, un día completo a la Basílica.
Por la mañana, la típica ruta turística por la basílica. Más que nada, por hacer hora para poder visitar los Excavi, las excavaciones arqueológicas bajo la Basílica y que llegan hasta la tumba de Pedro. ¡Yo vi a Pedro! Según la guía que llevábamos, muy poca gente es capaz de reconocer sus restos. ¡Y yo lo vi! Salimos, fuimos a comer y toda la tarde, libremente, por la Basílica. Me acuerdo de estar mucho tiempo, no recuerdo cuanto, arrodillado ante el Santísimo. El Grande, en una capillita pequeña, separada, aislada, protegida por los guardias, al margen de miradas turísticas. Y, sin embargo, plenamente asequible para todo el mundo. No olvidaré a un matrimonio oriental, cargados con dos mamotretos de cámaras fotográficas pasar a la capilla, mirar atónitos a la gente que estábamos allí, todos arrodillados absortos en Nuestro Señor. No sé si sería por mimetismo o porque eran cristianos (lo dudo), se arrodillaron igualmente y estuvieron un rato largo en silencio. Entraron serios y salieron sonriendo. Curioso ¿verdad? Es un lugar especial.
Sin duda, mi consejo es que se visite la Basílica de las dos maneras, con un guía, para apreciar el aspecto cultural, artístico e histórico. Y en la más absoluta soledad. La experiencia se torna mística. Jamás olvidaré el brazo saliente de Elías, las colas para visitar la tumba de Juan Pablo II y de Juan XXIII, la sencillez y el anonimato de la tumba de Benedicto XV, la Piedad de Miguel Ángel, la perfección.
Creo que me he enrollado mucho.
Un abrazo en Cristo, hermano.
Ángel, muchas gracias por la visita virtual que nos has puesto. Tuve la suerte, como tú, de conocerla y orar ante el Señor un ratito antes de seguir con el resto.
ResponderEliminarPero hoy, me hace gracia, pero como la conozco, me ha parecido entrar de nuevo allí y el pensamiento y mi alma me han transportado, y hasta he sentido tener muy cerca de mí al Señor. Será que como vengo de Misa estoy en ello todavía.
La cosa es, que lo he pasado genial y me he visto envuelta en la Belleza, el silencio y todas las delicias que allí se respiran.
¡Eres único, no cambies nunca!
Hace años que visité Roma y recuerdo la Capilla del Santísimo y perfectamente a las dos religiosas en adoración.
ResponderEliminarTodo cobra su verdadera dimensión si estamos unidos a Jesús.
Se puede admirar el arte y disfrutar el él muchísimo, pero si además conocemos que el autor de toda belleza está ahí con su presencia real, la belleza se vuelve aún más espectacular.
Muchísimas gracias Angel por esta reflexión-testimonio.
Un abrazo.
Balbi.
Hola Angelo.
ResponderEliminarEntiendo tu admiración por Roma.
Hemos estado en varias ocasiones, y tanto a mi mujer como a mi, nos fascina.
Un fuerte abrazo.
Gracias por su compartir que Dios te bendiga
ResponderEliminarGracias por el aporte. Lo tendré ne cuenta cuando vaya a Roma. Éso y las demás cosas que nos cuentes. Un beso ¡
ResponderEliminarGran Visigoda Roma nos espera. Pero al Señor lo tenemos siempre que queramos. Mi intención con el post era dar un toque de atención a los que visitan San Pedro. Allí tenemos a Jesús y su vicario en la tierra. Jesús siempre el primer visitado, cuando sabemos que está. Ojalá un día compartamos fisicamente esta adoración al Señor en el centro de la catolicidad.Besos
ResponderEliminarRamón Uff, ¡menuda subida! creo que hay los mismos escalones que días del año. Y los últimos... doblándose como la cúpula. ¡Que vista al llegar! Pero también en esta subida Dios nos habla. El camino estrecho que lleva a la luz. Algunos no saben que se puede subir a la cúpula.Un abrazo
Bruce Es que algunos no se enteran de lo que es una Iglesia y mucho menos quien está ahí. No sabes los enfados que se crean afuera cuando los celadores no los dejan entrar según vayan vestidos. San Pedro es ante todo un templo para alabar a Dios.Abrazos
Lahddeca ver a ver si nos animamos y montamos algo. Sé que hablo mucho de Roma, Tú menos porque te has incorporado hace poco, pero es que soy un enamorado de esa ciudad. Respiré espiritualidad por muchos rincones y recibí muchas gracias.¡ De la abundancia del corazón habla la boca !Besos
Arcendo Si Dios lo quiere llegará. Tu reflexión es muy buena. ¡Pero que gran don poseemos, cuando somos conscientes de que Jesús está presente en todos los sagrarios del mundo, cerquita, cerquita de nosotros! Un abrazo
elige Muy interesante tu comentario. Es verdad, cuantos cambios al entrar en una Iglesia. Entran sin fe y han salido con la certeza de Dios en su corazón. Muchas gracias. Besos
Mercuzzio Para nada me ha resultado largo tu comentario. He disfrutado muchísimo . ¡Que hermoso que hayamos experimentado lo mismo!Un abrazo
Capuchino de Silos Lo dicho a Mercuzzio, cuánto bien nos ha hecho esa visita. El encuentro con el Señor en ese lugar tiene una emoción especial. Son muchos los santos que han pasado por el mismo sitio. Muchas gracias. Un beso
EstaesnuestracasaMe llamaron mucho la atención esas dos religiosas. Me recordaron a las santas mujeres al pie de la cruz. Me ayudaba ver su recogimiento en oración. Un beso
Armando Pues sí. A pesar de conocerla mi esposa y yo antes de casarnos, la elegimos de nuevo para nuestro viaje de bodas. Un abrazo
LourdesLourdes puedes tutearme. Estamos en familia. Gracias a tí por leernos.
Kara Pues si vas avis, porque hay sitios de gran riqueza espiritual que algunos desconocen y que para nada son turísticos. Por ejemplo el lugar donde viven las hermanitas de Foucauld, donde sus casas han sido construidas por ellas mismas. Tienen un oratorio donde el Santísimo está expuesto permanentemente. Es otro de los lugares donde me gustaba ir. Un beso
¡Gracias Ángelo!
ResponderEliminarMe gusto tu post, creo que nunca iré a Roma, no esta en mis posibilidades, aunque me gustaría y bueno por las descripciones que has hecho y los comentarios se me va la imaginación hasta haya, como si estuviese viendo.
Cuando entro a algún templo mi mirada lo primero que busca es el sagrario.
Gracias a todos.
Gracias a ti hoy he estado en Roma, en esa capilla maravillosa, a los pies del Señor. Y hemos hablado, si. Le he hablado de ti y de todos los que comparten sus vivencias en este blog, de cómo Él nos ha ido reuniendo, de cómo te ha ido inspirando, animando y sosteniendo. Luego, en el silencio de esta conversación ha extendido su mano abierta hacia mi como un pobre mendigo... y yo... no sé...
ResponderEliminarConozco Roma y no exageras nada Angelo....nos esperan unos hermanos en la Fé para pasar allí unos dias...y aun no sabemos cuando escaparnos mi marido y yo....serian celebrar los 25 años de matrimonio que en Agosto pasado cumplimos....No te cansas de Roma, ciertamente.....y en San Pedro me sentí feliz..no se me olvidará nunca.
ResponderEliminar"el Cuerpo de Cristo está expuesto a la adoración, culto y oración"
ResponderEliminarQue pasada¡¡¡ Como para no ir corriendo a adorarle
Gracias,
Hola Ángel, me has ayudado...
ResponderEliminar¡Cuánto tiempo sin saber nada de tantos conocidos! Me alegra mucho encontraros...
Espero que estés bien...
Un saludo
Por 23 veces visite la basílica La primera vez en un grupo no visitamos al señor de la casa.
ResponderEliminarLas demás veces malloritariamente solo siempre visite al dueño de la casa donde el tiempo se paraliza asta el punto de ser llamado por el bedel de vamos a cerrar.es lo más de lo más estar con el dueño de la gran casa de Dios.
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