NADA QUE DIOS NO QUIERA
Aprovechando que llevo unos días hablando de testigos de la fe, os hago una confidencia. Uno de los santos, a los que tengo devoción, y que me apasiona cada vez que leo su biografia ,es Tomás Moro. Me apetece mostraros una carta que algunos ya conoceréis, por su belleza ,vale la pena disfrutarla de nuevo. La dirigió a su hija Margaret, estando en la torre de Londres, esperando ser ejecutado
Aunque estoy bien convencido, mi querida Margarita, de que la maldad de mi vida pasada es tal que merecería que Dios me abandonase del todo, ni por un momento dejaré de confiar en su inmensa bondad. Hasta ahora, su gracia santísima me ha dado fuerzas para postergarlo todo: las riquezas, las ganancias y la misma vida, antes que prestar juramento en contra de mi conciencia; hasta ahora, ha inspirado al mismo rey la suficiente benignidad para que no pasara de privarme de la libertad (y, por cierto, que con esto solo su majestad me ha hecho un favor más grande, por el provecho espiritual que de ello espero sacar para mi alma, que con todos aquellos honores y bienes de que antes me había colmado). Por esto, espero confiadamente que la misma gracia divina continuará favoreciéndome, no permitiendo que el rey vaya más allá, o bien dándome la fuerza necesaria para sufrir lo que sea con paciencia, con fortaleza y de buen grado.
Esta mi paciencia, unida a los méritos de la dolorosísima pasión del Señor (infinitamente superior en todos los aspectos a todo lo que yo pueda sufrir), mitigará la pena que tenga que sufrir en el purgatorio y, gracias a su divina bondad, me conseguirá más tarde un aumento premio en el cielo.
No quiero, mi querida Margarita, desconfiar de la bondad de Dios, por más débil y frágil que me sienta. Más aún, si a causa del terror y el espanto viera que estoy ya a punto de ceder, me acordaré de san Pedro, cuando, por su poca fe, empezaba a hundirse por un solo golpe viento, y haré lo que él hizo. Gritaré a Cristo: Señor, sálvame. Espero que entonces él, tendiéndome la mano, me sujetará y no dejará que me hunda.
Y, si permitiera que mi semejanza con Pedro fuera aún más allá, de tal modo que llegara a la caída total y a jurar y perjurar (lo que Dios, por su misericordia, aparte lejos de mí, y haga que una tal caída redunde más bien en perjuicio que en provecho mío), aun en este caso espero que el Señor me dirija, como a Pedro, una mirada llena de misericordia y me levante de nuevo, para que vuelva a salir en defensa de la verdad y descargue así mi conciencia, y soporte con fortaleza el castigo y la vergüenza de mi anterior negación.
Finalmente, mi querida Margarita, de lo que estoy cierto es de que Dios no me abandonará sin culpa mía. Por esto, me pongo totalmente en manos de Dios con absoluta esperanza y confianza. Si a causa de mis pecados permite mi perdición, por lo menos su justicia será alabada a causa de mi persona. Espero, sin embargo, y lo espero con toda certeza, que su bondad clementísima guardará fielmente mi alma y hará que sea su misericordia, más que su justicia, lo que se ponga en mí de relieve.
Ten, pues, buen ánimo, hija mía, y no te preocupes por mí, sea lo que sea que me pase en este mundo. Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor.
¡Alabado sea Jesucristo!
18 comentarios
La carta es fenomenal, es toda ella para llevarla a la meditación, pero la frase con el que tan bien has titulado el post, resume, condensa todo el mensaje:
ResponderEliminar"Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor"
Esa confianza, esa esperanza tenemos. Ojalá la sepamos mantener con tanta entereza como este gran santo..
También quiero comentar el trozo de serie que nos traes, sin duda... muy bien hecho. Pero yo, no puedo dejar de recordar aquella otro film que además fue bastante oscarizado, que se llamó "a man for all seasons", aquí, "un hombre para la eternidad", en el mismo también se narraba con acierto y buenísimas interpretaciones la vida y el sacrificio de S. Tomás Moro.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=zbZfh-5QsAw
ABRAZOS
Arcen Suscribo al cien por cien tu comentario sobre la película que mencionas. Fantástica. Una joya del cine. Hasta ahora insuperable en las que han tocado la biografia de Tomás Moro. Debo decirte que el trailer que traigo es de los Tudor. Lamentablemente una serie no apta ante las explicitas escenas sexuales y algunas licencias gratuitas en cuanto a historia. Digo lamentablemente porque la serie en si,plantea bien la defensa de la fe católica y los errores cometidos en el reinado de Enrique VIII.(Soberbia la interpretación de Catalina de Aragón). Persecuciones no muy distintas a las que hoy se viven. En fin un día lo traigo a un post, no me gustaría entrar en ello y perder el interés de tan gran carta. Un abrazo. Me alegra que hayas traido a colación la pelicula.Abrazos
ResponderEliminarGenial la carta, y magistral la interpretación fílmica...
ResponderEliminarAhora, sólo nos resta aprender de su ejemplo, e imitar sus virtudes, dignas de un Cristiano de cualquier tiempo y circunstancia: Fe, Valor, Fidelidad, Amor...
Excelente post.
La carta es un tesoro. Un maravilloso compendio sobre los misterios de la misericordia y la filiación divina. Gracias por recordarnosla.
ResponderEliminarReconozco que apenas sé nada de Santo Tomás Moro, pero tras este post se me ha abierto "el apetito" de conocerlo.
ResponderEliminarLa carta me parece una preciosidad y la última frase a la que hace referencia Arcendo me ha encantado.
Por cierto la película de la que hablaís "A man for all Seasons" ("Un hombre para la eternidad" o "Un hombre de dos reinos")está en este enlace http://www.convicciontv.cl/peliculas/un-hombre-de-dos-reinos.html
Todo lo que has escrito me ha encantado, pero yo me quedo con el final:
ResponderEliminar"Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor."
Que mas decir????
Feliz fin de semana, amigo Angelo, y que Dio nos guides.
Abrazos
A mí también me gusta mucho Santo Tomás Moro. La película "Un hombre para la eternidad" es sencillamente genial.
ResponderEliminarEste vídeo extraído de la serie "Los Tudor" no lo había visto, y me ha gustado mucho, aunque tengo que decir que la serie (aunque muy bien hecha) tiene errores históricos brutales, y una de las pocas verdades que dice del santo quizás sea este vídeo. La serie a menudo se mofa de la Iglesia (los católicos casi siempre son malotes).
Discúlpame por extenderme en la crítica de la serie, es que a veces se hacen series y películas históricas completamente tergiversadas y mucha gente cree que las cosas fueron así, me parecía importante reflexionar sobre esto.
Gracias.
Una cosa interesante. No estoy seguro pero creo que la frase que dijo en realidad fue "Ayudadme a subir, que de bajar ya me encargo yo" (refiriéndose a la caída de la cabeza al ser decapitado.) Tenía ese sentido del humor ácido británico -que me encanta-.
ResponderEliminarSobre su sentido del humor hay muchas anécdotas.
Te felicito por tu Blog, no lo conocía...Todo en él es tranquilo, bello, un oasis de paz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Admiro mucho a Sto. Tomás Moro. Esta carta a su hija me parece un testimonio valiosísimo de cómo afronta un hombre de fe la muerte por coherencia y adhesión a la VERDAD.
ResponderEliminarTenemos mucho que aprender de Sto. Tomás.
¡¡Qué orgullo tener a personas de esta altura en nuestra Iglesia!!.
Un abrazo.
Tmbién me quedo con la frase:
ResponderEliminar"Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor."
Dios es Amor
ResponderEliminarY hasta el frío más helado no es si no un poco de calor
Calor
Pues el Espíritu no puede ir contra sí mismo
Y Dios es, todo El, Amor
Nada, pues, que El no quiera.
Un saludo
al + mc
Preciosa carta
ResponderEliminarme ayuda mucho en este tiempo
gracias por publicarla y a seguir asi, dejandose inspirar por El
Hola Ángelo.
ResponderEliminarGracias por pasarte y visitarme.
Santo Tomás Moro, ese hombre normal que lo tuvo todo en la vida: honores, riquezas, una familia extraordinaria y que por la soberbia de un rey, tuvo que pagar con su vida la negación de las abominables peticiones que aquel le hacía.
Creo, y espero estés de acuerdo conmigo, que en el siglo XXI hacen falta más Tomás Moros, personas valientes que ponen su primacía en la fe en Cristo, antes que renegar de Él. Por desgracia es lo que hacen tantas personas que venden su alma, por hacerse un Dios a su conveniencia.
Tus palabras, me han hecho dar otro paso hacia adelante en mi vida.
Un fuerte abrazo.
Preciosa carta
ResponderEliminarme anima mucho , gracias
Me ha encantado el post, Angelo. Tomás Moro es un santo siempre actual, y me parece apasionante su vida.
ResponderEliminarAunque la serie Los Tudor no la he visto, carece de rigor histórico. Me quedo con un Hombre para la eternidad, sin duda.
¡Buen fin de semana!
Esta carta es preciosa, aunque no he visto la pelicula me imagino que es muy didáctica.
ResponderEliminarMe hago el proposito de verla en el link que deja Sandra.
¡Gracias Angelo por tu entrada!
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