ASISTIRÉ - (¿Vamos o venimos? II)
Como os dije el viernes, he preferido hacer una entrada sobre el tema que planteé: "Asistir o no a las bodas civiles". Prometí dar mi opinión:
Me parece muy acertado el comentario de Arcendo al decir que no existe una norma eclesiástica para esta situación.Por lo tanto tenemos la libertad de actuar de la forma que creamos más oportuno. Es importante recalcar que a nivel religioso no existe matrimonio. Lo que allí está sucediendo es un trámite oficial para el reconocimiento de algunos derechos civiles.
El matrimonio católico va más allá de un simple trámite, es un compromiso para toda la vida, donde se promete fidelidad ante Dios y tiene como testigos a la comunidad parroquial, representando a la Iglesia.
Partiendo de esto, me planteo:" ¿cuántos hoy día tienen conciencia de lo que acontece en ese momento? Civil o religioso". Me es igual. La manera en la que tantas parejas se acercan a realizarlo de forma sacramental, deja muchos interrogantes a la conveniencia o no de hacerlo. ¿Quién es más coherente? ¿El que muchas veces por respeto a lo sagrado y sus convicciones personales decide hacerlo por lo civil, o los que no pisan un templo en su vida, llevan años sin acercarse a los sacramentos y solo busca pomposidad visual?
He asistido a bodas religiosas que han sido patéticas, donde todo parecía , puro teatro y donde la casa de Dios se asimilaba a la zona de un local de fiestas, (mascando chicle, con vestuario indigno y hasta escuchando música con auriculares) Me parece también penoso, el show al que algunos sacerdotes contribuyen, saliéndose de la liturgia establecida y metiéndose en camisas de once varas, discutiendo hasta por el fotógrafo que la parroquia tiene contratado. ¿Es esto mejor?
Tal como están hoy las cosas: la inmadurez reinante en tantos jóvenes, la falta de preparación, la ignorancia de la doctrina católica y otros factores ,hace que se haga necesario un planteamiento de si en ciertas circunstancias, es conveniente o no casarse por la Iglesia. (Espero no escandalizar a nadie) La cantidad de divorcios hace más evidente lo que digo.
Como católico, solo reconozco un matrimonio: el realizado ante Dios, y mi recomendación es hacerlo así. ¿Qué pensáis cuando alguien se acerca a la Eucaristía sabiendo que no frecuenta los sacramentos? Pues el matrimonio es uno más. No me toca a mí juzgar la manera en que se contrae. Hacerlo con incoherencia religiosa hace que éste pierda su solemnidad, su sentido sacramental, y me pregunto, si en algunos casos ¿no rozará el sacrilegio?
Yo soy de los que sí asistiría a una boda civil ,si los contrayentes son muy cercanos. Les expondría mi visión sobre el matrimonio. Como dice Arcendo, no participaría en nada de la ceremonia, como seguramente ellos tampoco lo harían en una religiosa. Respetaría su decisión y lo viviría como una fiesta más. No iría acompañado de hijos pequeños, ellos no tienen la madurez suficiente para poder discernir y comprender la diferencia de una ceremonia u otra. Además siempre tengo la opción de esperar afuera, como hacen muchos de los que asisten a la religiosa.
Nuestra presencia también abre puertas para que en un futuro, con serenidad e intimidad se pueda hablar del sacramento del matrimonio a quienes lo han hecho por lo civil. El tiempo y la madurez han logrado que varios de ellos, tras una buena preparación se acercaran al altar para comprometerse ante Dios.
Como conclusión, me remito a las palabras de Arcendo. La boda civil no tiene validez canónica, o sea no hay matrimonio. Para la Iglesia siguen siendo solteras. Asistir no significa que se apruebe lo que allí se haga. No existe una norma eclesiástica, por lo tanto tenemos libertad de actuación. Cada uno tiene que adoptar la decisión que su conciencia le mande.
Mi consejo: Siempre, siempre, la caridad y el amor tiene que iluminarnos en nuestra decisión, y ella debe ser la guía de nuestro actuar. Gracias a todos por vuestros fantásticos comentarios.
Angel ST
Me parece muy acertado el comentario de Arcendo al decir que no existe una norma eclesiástica para esta situación.Por lo tanto tenemos la libertad de actuar de la forma que creamos más oportuno. Es importante recalcar que a nivel religioso no existe matrimonio. Lo que allí está sucediendo es un trámite oficial para el reconocimiento de algunos derechos civiles.
El matrimonio católico va más allá de un simple trámite, es un compromiso para toda la vida, donde se promete fidelidad ante Dios y tiene como testigos a la comunidad parroquial, representando a la Iglesia.
Partiendo de esto, me planteo:" ¿cuántos hoy día tienen conciencia de lo que acontece en ese momento? Civil o religioso". Me es igual. La manera en la que tantas parejas se acercan a realizarlo de forma sacramental, deja muchos interrogantes a la conveniencia o no de hacerlo. ¿Quién es más coherente? ¿El que muchas veces por respeto a lo sagrado y sus convicciones personales decide hacerlo por lo civil, o los que no pisan un templo en su vida, llevan años sin acercarse a los sacramentos y solo busca pomposidad visual?
He asistido a bodas religiosas que han sido patéticas, donde todo parecía , puro teatro y donde la casa de Dios se asimilaba a la zona de un local de fiestas, (mascando chicle, con vestuario indigno y hasta escuchando música con auriculares) Me parece también penoso, el show al que algunos sacerdotes contribuyen, saliéndose de la liturgia establecida y metiéndose en camisas de once varas, discutiendo hasta por el fotógrafo que la parroquia tiene contratado. ¿Es esto mejor?
Tal como están hoy las cosas: la inmadurez reinante en tantos jóvenes, la falta de preparación, la ignorancia de la doctrina católica y otros factores ,hace que se haga necesario un planteamiento de si en ciertas circunstancias, es conveniente o no casarse por la Iglesia. (Espero no escandalizar a nadie) La cantidad de divorcios hace más evidente lo que digo.
Como católico, solo reconozco un matrimonio: el realizado ante Dios, y mi recomendación es hacerlo así. ¿Qué pensáis cuando alguien se acerca a la Eucaristía sabiendo que no frecuenta los sacramentos? Pues el matrimonio es uno más. No me toca a mí juzgar la manera en que se contrae. Hacerlo con incoherencia religiosa hace que éste pierda su solemnidad, su sentido sacramental, y me pregunto, si en algunos casos ¿no rozará el sacrilegio?
Yo soy de los que sí asistiría a una boda civil ,si los contrayentes son muy cercanos. Les expondría mi visión sobre el matrimonio. Como dice Arcendo, no participaría en nada de la ceremonia, como seguramente ellos tampoco lo harían en una religiosa. Respetaría su decisión y lo viviría como una fiesta más. No iría acompañado de hijos pequeños, ellos no tienen la madurez suficiente para poder discernir y comprender la diferencia de una ceremonia u otra. Además siempre tengo la opción de esperar afuera, como hacen muchos de los que asisten a la religiosa.
Nuestra presencia también abre puertas para que en un futuro, con serenidad e intimidad se pueda hablar del sacramento del matrimonio a quienes lo han hecho por lo civil. El tiempo y la madurez han logrado que varios de ellos, tras una buena preparación se acercaran al altar para comprometerse ante Dios.
Como conclusión, me remito a las palabras de Arcendo. La boda civil no tiene validez canónica, o sea no hay matrimonio. Para la Iglesia siguen siendo solteras. Asistir no significa que se apruebe lo que allí se haga. No existe una norma eclesiástica, por lo tanto tenemos libertad de actuación. Cada uno tiene que adoptar la decisión que su conciencia le mande.
Mi consejo: Siempre, siempre, la caridad y el amor tiene que iluminarnos en nuestra decisión, y ella debe ser la guía de nuestro actuar. Gracias a todos por vuestros fantásticos comentarios.
Angel ST
15 comentarios
A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.
ResponderEliminarHe ido a bodas civiles pero de ahí a que sean sacrilegio... no creo. De todos modos, si no te gusta esperas fuera aunque si llegas cinco minutos tarde ya se ha terminado la boda jejejej
Ángel, me refiero a que a veces en las bodas religiosas, la actitud que se tiene, por parte de los contrayentes (que a veces comulgan sin confesar desde años) Pregunto como hipótesis ¿Si roza...? Por supuesto una boda civil no tiene nada que ver con lo sacro.Así que no va por ellos. Tampoco digo que los otros lo hagan, hablo de actitudes de irreverencia en la Iglesia. Espero haberme explicado mejor.Al final ¿Aprobaste?
ResponderEliminarSaludos y que tenga buena semana.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo Angel y con quien habló de esto en el post anterior: tremenda incoherencia casarte por la Iglesia sin creer en nada y sin valorar en su justa medida el grandioso don de un Matrimonio Canónico; Hay muchas que sólo lo hacen por el vestidito de princesa o por la grandiosidad de la ceremonia. ( o sea, por pijerío)
ResponderEliminarY claro, luego vienen los divorcios, las nulidades etc... Si yo me hubiese casado por la Iglesia, pues fíjate, probablemente ahora aún estaría inmersa en un proceso de nulidad.
Por lo demás, me remito a mis anteriores comentarios sobre el tema. La fe es un don y me parece respetabilísimo que quien no la tiene se case por lo civil, no es ningún trámite sino el acontecimiento más importante en la vida de cualquier persona sea católico o no, y nosotros debemos estar al lado de todo el mundo, como Jesús, y sentarnos a la mesa de todos, mucho más para celebrar que un ser querido nuestro ha decidido formar una familia. Y rezar mucho por ellos. Conozco varios matrimonios que al cabo de los años han elevado su unión casándose por la Iglesia, para eso siempre hay tiempo.
Un beso con mucho cariño de feliz comienzo de semana!
Te comprendo... tienes razón.
ResponderEliminarPor cierto te envío las notas por correo
Querido Ángel, no sé porqué no ha entrado un comentario anterior mio. Solo quería darte las gracias por la referencia y decirte que me siento muy feliz por coincidir contigo en esta y muchas más cosas, ha sido una suerte encontrarte en este mar de internet.
ResponderEliminarPor otra parte, sobre el tema, que hoy tan sabiamente vuelves a tratar, me reitero en lo dicho, al final si hay amor hacia los contrayentes y se aplica el sentido común y la coherencia que debemos a nuestra fe, enseguida aparece la respuesta, que es la misma que tú aplicas en este caso.
Otra cosa que quiero comentar es el tema de nuestras propias celebraciones, que tu apuntas. Efectivamente, al igual que tú, yo también he asistido a bodas “católicas” que fueron un desastre. Si somos nosotros mismos, los que menospreciamos nuestra liturgia, ¿Qué pensarán los no creyentes?
Hemos de pensar en extremar las formas, el cuidado, el respeto con lo sagrado; y hacerlo desde el ejemplo. Una cosa es la alegría y otra el cachondeo, no confundamos.
Para terminar, permiteme que recuerde a la concurrencia un estribillo de una cancioncilla del ateo Sabina: “…triste como una boda por lo civil”, que dice la letra de –así soy yo, sin ti-…. Y es que, al final, en el fondo, hasta ellos mismos lo saben: sin Dios la alegría es muy efímera.
Un abrazo.
Hola, Ángel:
ResponderEliminarEs cierto que hay personas que se casan por la Iglesia por el "escenario" y hay quienes se casan por el juzgado (por los motivos que sean), con más fe que muchos del primer caso.
Respecto a que una boda civil no es matrimonio a nivel religioso quisiera señalar que, efectivamente, así es, no es matrimonio respecto a ninguna religión "oficial", pero si los contrayentes son creyentes y se dan el sí ante Dios, para mí sí tiene carácter religioso. Pues la fe en Dios está más allá de cualquier religión.
Dios sabe las razones de cada persona, sabe de nuestra fe y lo que nos lleva a tomar determinadas decisiones.
Un saludo.
Es un tema un poco delicado Angel,yo he asistido en una boda civil de un amigo y es una fiesta más.... y en bodas católicas la mayoría por tradición y otras por teatro y como bien dices "patéticas" y también hay algún cura que se dedica más a la política ( plural) que hacer la liturgia.
ResponderEliminarRecibe un cordial saludo amigo.
Rosa: Una cosa es el carácter religioso que uno quiera darle ante Dios, y otra la validez. Si uno cree en Dios hay que aceptar todas las reglas. No podemos hacer una fe a nuestra medida. Si no también es válido lo de que cada uno se confiesa directamente con El y otras por el estilo. No quito las buenas intenciones de los contrayentes civiles. El matrimonio ante Dios, no es cosa de la Iglesia, es cosa de Dios mismo, por eso hay que seguir sus designios y si no se está de acuerdo, pues El, es el primero que da esa libertad para elegir. Si los contrayentes civiles creen que lo hacen por amor y convencidos de que son marido y mujer perfecto, pero a los ojos de Dios no están casados, siguen solteros. Pero como decía en el post. Lo importante es saber lo que se está haciendo y ser coherente con ello. Pero no se puede decir que tien un carácter religioso algo que es civil. A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Gracias por tu valiosa aportación.
ResponderEliminarBuenas tardes Angel. Yo no tengo nada que aportar al debate, ya lo ha dicho todo Guerrera. Y como ya ha dicho esta mujer todo lo que yo tenía que decir, me callo.
ResponderEliminarY que ¡¡¡Vivan los novios ¡¡¡
Hola Angel...el debate está concluído y yo me lo he perdido :( porque no pude visitar tu blog antes, pero bueno, mira te quería también comentar otro escenario que me ha tocado alguna vez y que es más delicado creo...no se qué pienses...bueno, primero te cuento que yo vivo en Mexico y a veces en las bodas por lo civil invitan a un sacerdote para que de una "bendición"...o sea, no los casa el sacerdote pero da a entender que bendice la unión, obviamente son sacerdotes de dudosa procedencia, o son sacerdotes más "accesibles" a este tipo de peticiones. Siento que hay personas que reconocen en el fondo la necesidad de que Dios esté con ellos y no están dispuestos a renunciar a El (y que bueno!) pero claro, tampoco van a dejar de casarse por segunda vez. Presenciar esto es muy triste e incómodo para un católico practicante, pero estoy de acuerdo en que la caridad tiene que prevalecer siempre. Un abrazo! Ale
ResponderEliminarHola, Ángel:
ResponderEliminar¡Puf, el tema es peliagudo! pero yo te voy a dar mi opinión con una sencilla metáfora:
Aunque respeto profundamente todas las opciones que las personas elijan para "sellar" sus compromisos y si fuera la boda de un buen amigo no dudaría en asistir por evidentes motivos afectivos... para mi una boda civil es como andar descalza sobre mármol en un día del crudo invierno...una boda cristiana es como calentarme delante del hogar en el mismo día del crudo invierno :=)
Me alegro que hayas disfrutado con la historia del mago...Mmmm...Que ¿qué que pasó con la pastillita blanca? jajajaja lo dejo abierto para qué os devanéis la sesera...
¿tú qué crees qué hubiera pasado?
Espero tu opinión, ya me dirás...
;=))
Un saludo cariñoso, Ángel, y gracias por estar ahí, siempre es un honor y una alegría verte por mi espacio. GRACIAS.
No he leído los comentarios para que mi opinión esté libre de toda influencia y criterio.
ResponderEliminarPor mi experiencia diré que lo primero es mantener el respeto a la libertad y la cercanía de la amistad. JESÚS compartió con los pecadores y los alejados de su Verdad. Nada tiene que ver el estar con consentir, pues no por el hecho de asistir se está de acuerdo con lo que allí se celebra.
Otra cosa es la familiaridad, la amistad, la vecindad...etc.
Lo importante es, en la medida que se pueda, manifestar tu fe y tu compromiso de baustismo que garantiza tu unión bajo el sacramento del matrimonio, cosa que el civil no hace. Pero siempre cercano, amigo, dispuesto a la ayuda y a favorecer el encuentro con XTO. pues para eso vino JESÚS y para eso nos tiene a nosotros. Y más si somos sus padres.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Aunque muy tarde, Angel, quiero dejarte mi testimonio. Yo hice lo que me dictaba la conciencia, aconsejada por mi director espiritual. Creí que debía dar testimonio de lo que llevaba enseñando a mis hijos desde que los tenía en el vientre y cuando se casó uno de ellos por lo civil y me pidió que fuera testigo de su boda, tuve que negarme porque para mi y para lo que mi hijo había practicado mientras vivió en mi hogar, aquello no era un matrimonio. Sin embargo, les mostré mi cariño, les di mis razones, les dije que quería ser su testigo cuando llegasen a la otra vida y que mi compromiso con Dios era muy anterior al que tenía con ellos y asistí al banquete.
ResponderEliminarOrganizaron la ceremonia por todo lo alto, la novia vestida de blanco y discursos por todas partes, mi consuegra (o lo que sea puesto que para mi no están casados) me puso verde en su discurso ante miles de invitados, pero como yo no estaba presente en aquel acto me dio lo mismo.
Durante el banquete todo parecía ir bien, pero a partir de ahí no han querido, ninguno de los dos volver a saber de sus padres, ni conozco a su hija.
¿Esto es bueno o malo? ¿Me causa dolor? muchísimo, sólo sé de ellos por sus hermanos y eso que he intentado hablar por todos los medios con ellos.
Estoy convencida que obré en conciencia y conozco muchas personas que han hecho algo parecido. Espero que Dios nos juzgue a todos con su misericordia.
Es verdad que no hay una fórmula concreta, por eso es más difícil actuar con libertad, pero la conciencia de cada uno es la norma primordial.
Perdona, por favor, esta perorata pero este post que no había leído hasta llegar a Madrid me ha tocado en esa llaga que tengo abierta desde entonces y no quería dejar de darte mi opinión.
Lo más doloroso es comprobar que los que son más liberales y tolerantes, son incapaces de aceptar las decisiones de los que se oponen a sus ideas y actos.
un beso, querido Angel
Quisiera compartir. al respecto del comentario de Militos, mi propia vivencia. Yo sí asistí a la boda, por lo civil, de mi hija, y fui su testigo. Aunque saben mi postura no por ello dejé de estar a su lado, pues siempre es mejor tenerla cerca para ayudarle a darse cuenta. Si no tienen fe, sus leyes son las leyes civiles y DIOS no representa nada que le afecte. Eso no debe suponer no participar y estar para cuando el momento se presente. ¿Qué hizo JESÚS? ¿No quiso cuenta con los pecadores?
ResponderEliminar¿Nos deja sólo nuestro PADRE por nuestras ofensas y formas de pensar? ¿Estoy yo libre de culpa? ¡No!, continúa a nuestro lado y espera pacientemente a que recapacitemos y le miremos. ¿No tenemos nosotros que hacer lo mismo?
¿Ponernos enfrente y radicales no es hacer lo mismo que ellos? Sí JESÚS hace lo mismo con nosotros, ¿seriamos alguno digno de estar con ÉL? Creo que no debemos imponer nuestra fe, sino compartirla y estar al lado de los que no la comparten. Eso no significa aplaudir su forma de entender la vida, sino manifestarle que el único y verdadero camino es el que marca JESÚS. Pero ahora, lejos de nosotros, ¿cómo podremos ayudarles? tienen su orgullo y soberbia que les impiden acercarse y cuando aparezcan los problemas pueden perderse más en la confusión y el caos. Se dirán que sus padres no les comprenden y que no comparten sino lo que ellos creen. Debemos buscar luz en JESÚS y mirarnos en sus actitudes. Creo que JESÚS asiste a todas las bodas civiles; esta con todos bautizados o no; acompaña a creyentes coherentes, incoherentes, superficiales, no creyentes...etc. Es el PADRE de todos y atiende a todos le respondan o no. Ese es en mi humilde opinión el camino que debemos tomar.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
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