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Consejos


Una de las veces en las que doy gracias a Dios, ocurre cuando me topo con algo leído  sin llamarme la atención y que un día al releerlas, descubro que es el momento en que esas palabras toman vida y se introducen realmente en el corazón. Se visten de belleza y brillan de verdad. Y eso es lo que hoy me ha pasado leyendo un breve párrafo del libro de Tobías, en el que muestra los consejos que le da a su hijo a modo de testamento espiritual.

Este pasaje de Tobías aconsejando a su hijo es de gran belleza. Contiene las tradiciones y los valores que han apoyado el camino de las generaciones pasadas, nuestras raíces. Nos habla del amor servicial, del matrimonio como un valor en la comunidad que debe salvaguardarse y protegerse de cualquier forma de trivialización. Nos muestra también las obras de misericordia que todo cristiano debe practicar. Nos  pone en contacto con los afectos, las emociones, los sentimientos, los hábitos, las certezas, las dudas y los temores del viaje de fe del hombre.

El discurso de Tobías es un verdadero testamento espiritual, que muestra a un padre que practica lo que quiere transmitir a su hijo, le enseña su estilo de vida . Indicaciones fundamentales que Tobías le da a su hijo, mientras que todo el trasfondo del discurso es una invitación urgente a permanecer firme en fidelidad a la ley de Dios.

Una de esas indicaciones habla del pasado. Tobías insta a su hijo a recordarlo siempre. Es en nuestro pasado donde cada uno de nosotros ha ido adquiriendo, la experiencia de luces y oscuridades, donde ha ido echando raíces con cada una de su experiencia alegre o dolorosa. Donde se ha moldeado nuestra fortaleza y debilidad. Hemos ido edificando sobre roca, como decía en el post anterior. El pasado con todo lo vivido, nos ayuda a anclar nuestra existencia en una base segura, cuando sabemos aprender de lo que nos ha enseñado.

Otro de los consejos que da a su hijo habla de la limosna. Tobías en su viaje se topa con situaciones de necesidad y descubre que no puede ser sordo ni ciego frente al sufrimiento. El hecho es que la mendicidad es la actitud de la misericordia y la compasión por el cual se expresa el reconocimiento de los otros como seres que, como nosotros, van en peregrinación por los caminos de este mundo. Hacer limosnas no es la actitud de aquellos que tienen más y les da algo pequeño a los que tienen menos, sino que es el reconocimiento de la igualdad del otro; está percibiendo una solidaridad en la participación común en una sola condición de peregrinos en los caminos del mundo.

El regalo de lo que soy yo a otro no es un acto de generosidad, sino una exigencia que brota del hecho de que yo reconozco al otro como un hijo de Dios y por lo tanto, mi hermano, con los mismos derechos y deberes que tengo. "Lo que sea que le hiciste al más pequeño de mis hermanos, me lo hiciste a mí".

Tobías le habla a su hijo del matrimonio, del valor de una esposa. Ciertamente, se encuentra entre las metas educativas que los padres colocan hacia sus hijos. Insiste de una manera particular cuando el hijo se abre a la madurez.

Le habla de que el  bien verdadero depende esencialmente de la relación con Dios y que lo que concuerde con su voluntad es, sin duda, el más útil y más receptivo a nuestras necesidades . Por esta razón, la invitación urgente es abstenerse de "todo pecado" y hacer solo "lo que agrada al Señor tu Dios"

¿Qué "testamento espiritual" dejaría a mis hijos? ¿Qué les recomendaría? Solo podemos contestar a estas preguntas con una experiencia de vida personal . Solo podemos aconsejar lo que hayamos vivido de verdad. El testamento de Tobías termina con una promesa: "si mantienes los preceptos, serás recompensado".

Como decía al principio del post, un hermoso texto donde se destacan las virtudes de la fe, la insistencia en la oración, la caridad con el prójimo, el desprendimiento de las cosas, la esperanza, la paciencia y el deseo de agradar a Dios.  Un texto que cobra vigencia en nuestro tiempo, que nos enseña a estar atentos a los consejos que la experiencia de vida puede ofrecer a los demás. Sepamos recibirlos.

Os dejo con el texto de Tobías.

"Llamó, pues, Tobit a su hijo, que se presentó ante él. Tobit le dijo: «Cuando yo muera, me darás una digna sepultura; honra a tu madre y no le des un disgusto en todos los días de su vida; haz lo que le agrade y no le causes tristeza por ningún motivo. Acuérdate, hijo, de que ella pasó muchos trabajos por ti cuando te llevaba en su seno. Y cuando ella muera, sepúltata junto a mí, en el mismo sepulcro. 

«Acuérdate, hijo, del Señor todos los días y no quieras pecar ni transgredir sus mandamientos; practica la justicia todos los días de tu vida y no andes por caminos de injusticia, pues si te portas según verdad, tendrás éxito en todas tus cosas, como todos los que practican la justicia. 

«Haz limosma con tus bienes; y al hacerlo, que tu ojo no tenga rencilla. No vuelvas la cara ante ningún pobre y Dios no apartará de ti su cara. Regula tu limosma según la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna,.porque así te atesoras una buena reserva para el día de la necesidad..Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas. Don valioso es la limosma para cuantos la practican en presencia del Altísimo. 

«Guárdate, hijo, de toda impureza y, sobre todo, toma mujer del linaje de tus padres; no tomes mujer extraña que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque somos descendientes de profetas. Recuerda, hijo, que desde siempre nuestros padres Noé, Abraham, Isaac y Jacob tomaron mujeres de entre sus hermanos y fueron bendecidos en sus hijos, de modo que su estirpe poseerá la tierra en herencia. Así pues, hijo, ama a tus hermanos; no tengas con tus hermanos, ni con los hijos y las hijas de tu pueblo, corazón soberbio, en orden a tomar para ti mujer de entre ellos; pues la soberbia acarrea la ruina y prolija inquietud; y la ociosidad, bajeza y extrema penuria; porque la ociosidad es madre de la indigencia. 

«No retengas el salario de los que trabajan para ti; dáselo al momento. Si sirves a Dios serás recompensado. Pon cuidado, hijo, en todas tus acciones y muéstrate educado en toda tu conducta. No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. No bebas vino hasta emborracharte y no hagas de la embriaguez tu compañera de camino. «Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Haz limosna de todo cuanto te sobra; y no tenga rencilla tu ojo cuando hagas limosna..Esparce tu pan sobre la tumba de los justos, pero no lo des a los pecadores. 

«Busca el consejo de los prudentes y no desprecies ningún aviso saludable. Bendice al Señor Dios en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que llegen a buen fin todas tus sendas y proyectos. Pues no todas las gentes tienen consejo; es el Señor quien da todos los bienes y, cuando quiere, eleva o abata hasta lo profundo del Hades. Así, pues, hijo, recuerda estos mandamientos y no permitas que se borren de tu corazón. «También quiero decirte que dejé en depósito a Gabael, hijo de Gabrí, en Ragués de Media, diez talentos de plata. No debes preocuparte, hijo, porque seamos pobres. Muchos bienes posees si temes a Dios, huyes de todo pecado y haces lo que es bueno ante el Señor tu Dios.»"

¡Que tengáis un feliz día!

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3 comentarios

  1. Hermosos consejos de un padre a su hijo que hoy día también nos sirven.Saludos

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  2. Verdaderamente no tiene desperdicio este texto de Tobías. Consejos aplicables totalmente a nuestros hijos hoy día.
    Gracias Angel por traer este texto tan hermoso a tu blog.
    Un beso!

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