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Una pastelería de Tokio


De las películas que he podido ver esta semana, traigo al blog la que me ha parecido que vale la pena considerar. El título: "Una pasteleria en Tokio" . Es un film para contemplar y mirar, para estar atento a las hermosas frases que los personajes van pronunciando. Ya sé que a muchos el cine oriental no le dice nada, pero yo como admirador de su cinematografía ,(pronto haré un post sobre el tema) no puedo omitir esta preciosa obra. Una mirada positiva y esperanzadora sobre el ser humano. No es para pasar el rato, ni sentarse con un buen envase de palomitas. Hay que verla sabiendo que se desarrolla  en la mesura y tranquilidad oriental, que nos ayuda a saborear cada imagen, gesto y palabra.Una fotografía preciosa.

Naomi Kawase nos ofrece un bellísimo cuento, una auténtica delicia de emoción y de poesía. La trama argumental es muy sencilla: Sentaro regenta una pequeña pastelería en Tokio y Tokue, una adorable anciana, se ofrece a ayudarle a preparar el anko, la pasta de judías para rellenar los darayaki. Entre ambos se va a establecer una relación de afecto muy especial que incluirá también a Wakana, una colegiala sensible y solitaria.

Las estaciones son la metáfora de cómo el ser humano elige su trayectoria vital y logra llenar su vida de sentido. La sucesión de las épocas sirve, además, de marco a las reflexiones de Tokue. Y el arte de cocinar es la imagen del arte de crear relaciones valiosas.Las relaciones hay prepararlas, atenderlas, cuidarlas con delicadeza, para que lleguen a su plenitud y nos brinden sus espléndidos frutos. Así el hombre debe pararse a contemplar con amor los cerezos en flor, la luna, la tierra, a los demás hombres, porque, dice la anciana, «cada uno de nosotros le damos sentido a la vida de los demás».

Con un rodaje sin alardes técnicos, Kawase logra acercar su mundo al espectador, un mundo que habla a gritos de la injusticia y del dolor, y de cómo, paradójicamente, gracias a él las almas de los enfermos pueden captar la realidad, el mundo, su belleza, con una sensibilidad extraordinaria. Hay en el que sufre la capacidad de ofrecerse a los demás, un ojo especial para captar la tristeza ajena, para comprender y así acompañar, y poner alegría donde sólo hay desasosiego. “Lo importante en llenar de sentido la vida de los demás”, se dice en el film. Y no importa la edad para esa sabiduría.

Aunque de modo sobrio, velado, de nuevo una película que toca el tema pecuniario sirve para conectar a las personas, para llenar los huecos que faltan y para mostrar la riqueza de la vida. La metáfora del sabor, del misterio, funciona. Y especialmente en Una pastelería en Tokio Kawase transmite sabiamente esa visión oriental acerca del respeto y la armonía con la naturaleza, la conexión misteriosa entre los seres vivos, donde la trascendencia tiene también su sitio.

Naomi Kawase introduce también en la historia una sutil reflexión sobre la enfermedad y la muerte, el dolor y la indiferencia, pero todo orientado al tema central de las relaciones humanas valiosas. Las imágenes son de una extraordinaria belleza, incluso en la misma maraña de edificios y cables de la ciudad donde la naturaleza lograr encontrar su sitio, pero especialmente en el bosque del sanatorio, con sus colores deslumbrantes. Los intérpretes están magníficos, Kirin Kiki como la enigmática anciana que rezuma sensibilidad y Masatoshi Nagase que sin palabras nos deja adivinar su desgarro interior y su proceso de crecimiento. Una película excelente, que transmite sabiduría y gozo de vivir.
(Fuente : Mª Ángeles Almacellas -pantalla 90- y Decine21)



Título original:An aka 
Año: 2015
Duración: 113 min.
País: Japón 
Director:Naomi Kawase
Guión: Naomi Kawase (Novela: Durian Sukegawa)
Música: David Hadjadj
Fotografía: Shigeki Akiyama
Reparto: Masatoshi Nagase, Kirin Kiki, Miyoko Asada, Etsuko Ichihara, 


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5 comentarios

  1. Me ha gustado mucho el trailer y la crónica que haces en el post. Lo transmites de una manera que apetece verla, a pesar de ser yo de esas a las que no le gusta nada lo oriental, ni el arte, ni el cine, ni la cultura, ni las costumbres. No me atraen nada, lo reconozco.

    Gracias! Un abrazo!

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  2. Muchas, gracias, hermosos compartir,Nuestra vida de contemplación es comprender la presencia constante de Dios y su tierno amor por nosotros en las cosas más insignificantes de la vida. Un abrazo .

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    1. Pues si querida Ven.Esta es una película donde hay que contemplar por eso puedo entender la alegría de aquellas y aquellos que han elegido la vida de la contemplación para ensimismarse en Dios. Gracias de nuevo por tu comentario

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  3. He de decir que he quedado fascinado. La vi y la he compartido en mi canal de tg para que sea conocida. Bendiciones y gracias.

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    1. ¡Oscar! ¡Bienvenido! Me encanta que hayas entrado. Me alegro mucho de que te haya gustado. Hay otra que tengo que ver que tiene muy buena crítica, pero lo dejo en suspense para cuando la vea. Un abrazo fuerte

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