Quiero que maten al amor
¡Se han acabado las vacaciones! y volveremos a escuchar a otros, las mismas palabras que año tras año, se han transformado en la queja habitual :“lo bueno ya se ha acabado”, “ha sido visto y no visto”, “volvemos a la rutina” … Y de esta forma intentamos retomar nuestras actividades diarias, con una losa que nos ponemos a la espalda, para ir de víctimas entre los demás.
Hay que retomar las actividades con ilusión , venimos con nuevas energías, y hemos disfrutado del descanso merecido. Por mi parte reanudo mis blogs con ese entusiasmo que pido para todos. Les he dado un cambio de vestuario, y de nombre en algunos. Con seis años de experiencia bloguera , vuelvo a compartir con vosotros mis reflexiones.
Hay que retomar las actividades con ilusión , venimos con nuevas energías, y hemos disfrutado del descanso merecido. Por mi parte reanudo mis blogs con ese entusiasmo que pido para todos. Les he dado un cambio de vestuario, y de nombre en algunos. Con seis años de experiencia bloguera , vuelvo a compartir con vosotros mis reflexiones.
Pocos son los que saben valorar los días de descanso y relax como un regalo merecido, como una oportunidad de renovar las ilusiones perdidas, pocos son los que darán gracias a Dios por ser afortunados de haberlos gozado, por eso quiero compartir un texto que nos invita a descubrir a un gran enemigo que parasita en nosotros, sin percatarnos de ello. Os animo a desenmascararlo.
Hubo una vez en la historia del mundo, un día terrible en el que el odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convocó a una reunión urgente con todos ellos.Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber, cuál era el propósito.
Cuando estuvieron todos, habló el odio y dijo: -"Los he reunido aquí a todos, porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien". Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el odio que estaba hablando, y él siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí, quien sería tan difícil de matar para que el odio los necesitara a todos.
- "Quiero que maten al Amor", dijo.
Muchos sonrieron malévolamente, pues más que uno le tenía ganas. El primer voluntario fue el mal carácter, quien dijo: -"Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará".
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del mal carácter, quedaron tan decepcionados.
—"Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante".
Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la ambición que haciendo alarde de su poder y dijo: —"En vista de que el mal carácter fracasó, iré yo. Desviare la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará".
Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima -quien efectivamente cayó herida- pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.
Furioso el odio, por el fracaso de la ambición, envió a los celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas, pero el Amor confundido lloró, y pensó, que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año, el odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envió a la frialdad, al egoísmo, a la cantaleta, la indiferencia, la pobreza, la enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.
El odio convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás: —"Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos". De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco reconocido y que vestía todo de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte, "Yo mataré el Amor", dijo con seguridad.Todos se preguntaron quién era ese que pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido. El odio dijo: —"Ve y hazlo".
Tan sólo había pasado algún tiempo cuando el odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar por fin ¡El amor había muerto!
Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: —"Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado". Y sin decir más se marchó.
—"Espera"... dijo el odio, "en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?"
El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:
— "Soy la Rutina"
Espero y deseo, que ella no esté presente en este nuevo curso.
Espero y deseo, que ella no esté presente en este nuevo curso.
22 comentarios
Enhorabuena por esta vuelta a "la rutina" ilusionada y renovada!
ResponderEliminarAquí estaremos un año más, formando parte de estos SIETE EN FAMILIA.
Ánimo!!, a seguir batalleando y reflexionando.
Un abrazo!!
Muchas gracias Emma. Ilusionada y renovada cada día. Una gran alegría tenerte entre mis más fieles seguidores. Un abrazo y feliz curso
EliminarÁngel, bienvenido al día a día de un curso que se revela como nuevo y que será de estreno total. Gracias por tus palabras, me vienen perfectas!!!!
ResponderEliminarUn abrazo y no dejemos que la rutina haga presa de nosotros!!!!
Gracias Inés María. Tenía ganas de retomar mis blogs y seguir compartiendo tantas experiencias y testimonios que nos ayudan a caminar en los senderos arduos que en esta vida nos toca recorrer.Un abrazo
EliminarVaya cambio, Ángel, que sobrio lo has dejado, se ve que vas al Grano"
ResponderEliminarQuerido amigo, aquí seguimos, cada vez con más flojera, pero sin rutina.
En cuanto a matar el amor lucharemos hasta el final con ese misil Todopoderoso del que mana todo AMOR.
Que cuento tan bonito y tan real, eres, Angel, el mayor estímulo de la "blogocosa" que diría nuestro amigo (ya para la eternidad).
Besos, muchos, para ti y toda la familia..
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Querida Militos sabes que nuestro querido amigo era el number one en alentar a todos en cada intervención suya.Estoy convencido que seguirá haciéndolo en cada momento en el que la rutina quiera acosarnos para rendirnos.Estás siempre presente en mi.Un fuerte abrazo
EliminarComo digo siempre,bendita y santa rutina.
ResponderEliminarY como decimos por aqui,ongi etorri Angelo. :)
Que Dios te siga bendiciendo,un cariñoso saludo. :)
Querida Belen no creo que ella sea tu compañera,siempre te veo muy activa e ilusionada,seguiremos animándonos unos a otros por si nos acecha. Un beso
EliminarEste cuento me ha llevado a reflexionar sobre la pobreza del amor humano.La rutina puede matarlo, porque? Solo se me ocurre pensar que necesita ser alimentado constantemente con algo que le emocione, que le arranque de la rutina.Es como en el relato de la samaritana cuando Jesus le dice que quien beba del pozo volvera a tener sed pero quien beba de su agua nunca mas volvera a tenerla.El amor de Cristo no necesita ser alimentado, su alimento es entregarse a los demas, por eso la rutina no puede matarlo , porque ese amor crece y se emociona dandose.Solo muere el amor que pretende crecer recibiendo.
ResponderEliminarEl amor humano siempre nos da sed, el divino siempre nos la sacia.
Es bonito lo que has escrito, invita a la reflexion tambien.
Gracias.
PD: perdon por no poner acentos, tengo el mobil configurado en catalan.Se que es muy molesto leer asi pero no encuentro la forma de cambiarlo.
Saludos.
Me alegra mucho de que te hayas animado a formar parte de esta gran familia bloguera.Gracias por tu breve y preciosa reflexión.Un abrazo
EliminarMe alegra verte de nuevo por aquí. Un precioso relato que me ha hecho reflexionar. Saludos
ResponderEliminarCharo bienvenida una vez mas a esta tu casa.Caminamos juntos una vez mas.Un abrazo
ResponderEliminarNos volvemos a encontrar.
ResponderEliminarA veces la rutina no es mala, sólo lo es cuando mata el amor, eso es cierto.
Un abrazo, espero que las vacaciones hayan sido buenas.
Caminar ya sabes que es un placer contar con tu presencia y todo un honor. Las vacaciones buscando siempre que Dios se haga más presente en nuestras vidas. Un abrazo
EliminarBienvenido de nuevo!! Espero y deseo, con mucha energía. A todos os un feliz regreso.
ResponderEliminarUna oración del Padre Pío, para comenzar el curso. Un fuerte abrazo, Ángel.
Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración... La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón.
Bienvenida tú de nuevo Toñi. Empezar con el Padre Pío es uno de los mejores comienzos que podía tener. Gracias por compartirlo. Un beso
EliminarVaya, pues que historia más triste...
ResponderEliminarQuerido Javier: ¡¡¡ Como la misma rutina!!! Bienvenido. Un abrazo
ResponderEliminarQuerido Angel, bienvenido!!! Como siempre me ha encantado esta entrada, cuanta razon!! Hay que escapar de la rutina siempre!!! Muchas gracias por hacerme reflexionar con tus publicaciones. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias querida Chito por tu aliento en el blog. Deseo poder ofrecer lo mejor de mí para todos vosotros. Un fuerte abrazo
EliminarLa rutina renovada ya no es rutina...pero si me atrevo a decir que no hay que despegarse del Amor de Dios, y este si es rutinario....es siempre pegada a El siempre siempre ya todas horas hagas lo que hagas!
ResponderEliminarQuerida Gosspi bienvenida después de este descanso bloguero por ambas partes. Que la rutina y la monotonía no vayan de la mano y entonces caminaremos bien. Alegre de encontrarte de nuevo. Un beso
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.