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La eterna juventud


Buscando una noticia en la red, me topé con un documental que me llamó la atención; se titulaba “La eterna juventud”, pero a medida que iba visionándolo cada vez me incomodaba más, y cuando lo acabé me sentí escandalizado ante lo que mis ojos habían visto y mis oídos habían escuchado.

Todo transcurre en lujosas salas de espera,  un grupo de mujeres esperan su turno de visita con el especialista de su “renacimiento físico”. Estaban allí para comprar juventud. No daba crédito a lo que oía, toda su conversación versaba sobre el último tratamiento que había salido al mercado, con sus precios orbitales y que a ninguna parecía preocupar. Una de ellas confesaba: “soy adicta a estos productos”, siempre pendientes como verdaderos brókers anhelando el nuevo género para adquirir. Hablaban de los costos de esos  artículos, como el que compra chuches en un kiosco. ¡Cuántas personas vivirían al mes con una sola de esas inversiones!... 

Si señor, las damas vestían elegantemente, pero no observé belleza en ninguna de ellas, solo veía rostros artificiales, algunos hasta me parecieron deformados, y la sala semejaba una competición para valorar quien se había hecho más retocamientos. Presumían de sus alisamientos, implantamientos, engrosamientos, y mientras pronunciaban esas palabras a mí me resonaba el eco de su realidad: “miento, miento, miento…” Creo que más que ganar habían perdido, pero ellas se pavoneaban ante los elogios de unas hacia las otras. También había algo espiritual en sus conversaciones, les escuché decir: “ Estás divina, cielo”…

Salas de espera generando una juventud que no volverá. Me quedo con las arrugas de Madre Teresa, con la figura sufriente de Juan Pablo II. Esos cuerpos “viejos” estuvieron batallando hasta el último aliento de su vida terrenal, con una fuerza que solo emana de un espíritu joven. Hoy podemos gozar de su belleza eterna. Me encantó que el pastor de la iglesia católica, no se cortara un pelo, apareciendo ante el mundo anciano, enfermo, cansado, baboso, tembloroso… Nos dio una gran lección de un gigante del espíritu. Nadie puede negar la dulzura que produce el rostro de Madre Teresa en medio de sus enormes arrugas. ¡Guapa, guapa!

Hablando de jóvenes,seguramente Goethe, cuando escribió Fausto, no tendría en mente que 200 años más tarde la sociedad, podría verse reflejada en ese personaje que creó, donde éste vende su alma al diablo para recobrar su juventud y poder gozar de los placeres de la vida.

A Oscar Wilde no se le conoce el don de profecía, pero en su obra “El retrato de Dorian Gray” supo plasmar, lo que 120 años después de su publicación, parece estar cumpliéndose. Lord Henry le dice a Dorian: "¡Lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos!”.

En ocasiones, juzgamos el presente como una necesidad continua de renovación y novedad. Mientras más retornamos al pasado, más queda patente que la historia se repite. La humanidad poco ha cambiado, inclinándose la balanza hacia lo peor. Las pasiones, el deseo de vivir eternamente joven, la búsqueda continua de placer, el lujo, los vicios, el engaño, etc. ¿Qué tiene de novedoso? ¿En qué se distinguen muchos de los famosillos de hoy, a los personajes creados por Wilde y Goethe? El hedonismo y el narcisismo, están en su época dorada. Joven, viejos… ¿A quién colocamos hoy estas etiquetas? Muchas de ellas se han puesto de forma equivocada.

Están los jóvenes del botellón y discoteca, que acaban cada fin de semana en urgencias hospitalarias, atiborrados de alcohol, pastillas y pidiendo la píldora del día después. Esos que no saben divertirse si no se han tomado su ración “pastillera” para ponerlos eufóricos. Este es el aguante de muchos jóvenes, este es el espectáculo de su juventud: Vómitos, resacas, llantos y mal humor post-diversión.Luego están los que pasan el día en el gimnasio, probando dietas, y llenándose de anabolizantes, broceándose, depilándose, llenándose de cremas y ungüentos sobre su cuerpo, adquiriendo espejos para cada sala de su hogar donde poderse mirar continuamente, y convirtiendo su paseo en un continuo observarse en el cristal de cada escaparate. Otros aguantando largas y dolorosas sesiones de tatuajes, o clavando en su carne una gran variedad de agujas, aros y tornillos, en una búsqueda incesante de ser reclamo para los demás.

Yo me quedo con los jóvenes de verdad. Los que creen y esperan, los que alegran y entusiasman, los que luchan y se desviven por los demás. Los que ponen toda su energía en las causas justas, los que tienen ganas de cambiar este mundo egoísta, los que se apuntan a ser solidarios con los demás, los que se unen por el derecho a la vida, los que se manifiestan por el totalitarismo y manipulación reinante. Gracias a Dios conozco a varios de éstos. Uno de ellos en  mayo de 2003, en Cuatro Vientos (Madrid) proclamó con fuerza a pesar de su voz temblorosa: “Soy un joven de 83 años”. Hoy lo veneramos como San Juan Pablo II. Consiguió la terna juventud. 

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6 comentarios

  1. Hay algo que nunca podran comprar por mucho dinero que tengan: la preciosa sonrisa de aquellos que viven llenos del Amor de Dios.
    A rezar por todos ellos!

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  2. Qué bueno Angelo! Me ha encantado porque mi opinion al respecto es exactamente la que manifiestas.

    Me gusta la gente que sabe cuidarse, pero con la edad y las arrugas q les corresponden.

    Viva la eterna juventud!... La que se lleva dentro, en el alma, no en la cara, no en el cuerpo.
    Viva la gente natural, feliz por ser tal cual es y no por la que le gustaría ser.
    Viva la gente con espíritu joven, que se ilusiona cada día, que no se cansa de cansarse, que sabe disfrutar cada segundo de vida, que no se rinde ante la adversidad, que vive feliz y sabe hacer feliz al de al lado, que ama sin esperar nada a cambio... Estos son jóvenes siempre!!
    Eternamente jóvenes!
    Que gozada arrimarse a ellos!

    Un abrazo! Gracias!

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  3. Para juventud la vuestra que no os da pereza ir de una punta de España a la otra para celebrar la amistad con os que os quieren. Que Dios os mantenga así muchos. muchos años.
    En cuanto lo que cuentas no hay nada que añadir a ellos si prefieren desfigurarse de esa manera tan artificial y gastar un dinero que podían repartir a los que no tienen nada, algunos parecen auténticos fantoches.

    Hace días respondí con tardanza a tu último correo, pero no sé si lo recibirías porque estoy en el campo y apenas me deja conectarme.
    Como siempre sigues en mis oraciones diarias, tu familia también.
    Un beso con mi cariño

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  4. El Espíritu Santo es el don precioso y necesario que nos hace hijos de Dios, que realiza la adopción filial a la que estamos llamados todos los seres humanos , gracias, feliz día.

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  5. De acuerdo completamente con lo que dices. Gracias.

    ¡Feliz Pentecostés, para ti y tu familia!

    Un abrazo, Ángel.

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  6. Las caras bonitas con los años se estropean, y los cuerpos dejan de ser tipazos con el tiempo, pero uno puede ser buena persona toda la vida y eso no lo quita nadie.
    .
    Es más importante embellecer el alma con virtudes que embellecer el cuerpo que se comerán los gusanos. Porque el alma es inmortal. Y el alma virtuosa resucitará con un cuerpo glorioso...
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    ¿Cómo estás de tú enfermedad? Espero que todo vaya bien. Dios te bendiga.

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