Ellos no
Mis padres nos invitaron ayer, a comer en un restaurante, para celebrar un acontecimiento familiar. Y ya se sabe que cuando vas a un sitio así, debes esperar un buen rato hasta que te sirven lo que has pedido. Me colocaron en un lugar, donde tenía una amplia visión, de los comensales que ocupaban toda la sala. Una sola cosa, captó mi atención como nunca antes lo había hecho.
Estamos en tiempos de crisis. Observando la ocupación del restaurante, y el ambiente jocoso que reinaba en él, resultaba difícil sostener la afirmación. No me atrevería a juzgar la presencia de todos -incluidos nosotros- en un lugar así, en tiempos de penuria, sin conocer, las posibles renuncias y privaciones personales, de los que deciden aflojar un poquito un agujero del cinturón, pensando en la alegría y bienestar de los seres queridos.
Todo eso puede estar muy bien, pero lo que me resultó doloroso y difícil de digerir (nunca mejor dicho), fue la constatación ,de la cantidad de comida que los camareros retiraban, de unos comensales, saciados en exceso . Se oía de forma nítida, manifestar su imposibilidad de acabar lo que habían pedido . "No puedo más", "voy a explotar" "todo muy bueno, pero he comido mucho"... Fue entonces, cuando seguí con mi mente, el trayecto de los camareros, cuando desaparecían de mi vista, cruzando la puerta de acceso a la cocina. Pude imaginármelos fácilmente, y seguro que tú también lo has hecho. Tengo la certeza, de que no hace falta que te cuente, el destino de la comida rechazada...
Una gran bofetada social, que ya no tiene efecto en muchos. Casi parece haberse aceptado, que lo que sobra se tira (y por salubridad, lamentablemente en estos casos, hay que hacerlo) pero lo que hay que planificar es que no tengamos que extralimitarnos , para después desperdiciar. Existen muchos hogares, en los que los más pequeños, solo reciben el ejemplo del despilfarro y el desaprovechamiento de las cosas.
Dice el papa Francisco : «Con la comida que se tira se podría alimentar a todas las personas que padecen hambre en el mundo» y más de uno dice : " y es verdad" , y así reaccionamos demasiadas veces, ante la invitación de cambiar nuestra actitud egocéntrica . Decimos amén, con los labios, pero ¿cuándo recobraran vida en nosotros, los consejos y orientaciones recibidas?...
A mí, me interpeló fuertemente un poema de Gloria Fuertes sobre los niños de Somalia. En pocas palabras, dijo una gran verdad, que sacudió mi conciencia. Una realidad, que de forma deplorable, sigue aumentando sin cambiar corazones.
Yo como
Tú comes
Él come
Nosotros comemos
Vosotros coméis
¡Ellos no!
13 comentarios
A las personas les da verguenza llevarse las sobras de la comida a casa,pero que vayan a parar a la basura...eso no les da ni verguenza ni coraje.
ResponderEliminarUn cariñoso saludo.
Tu post es una denuncia de esas actitudes que con frecuencia todos hemos podido observar en los restaurantes. Se pide más de lo que se puede comer, y se dejan los platos medio llenos de comida... y nos quedamos pensando que estos que hacen esto, luego posiblemente sean los que se meten con la Iglesia y sus riquezas, con que no hace nada por los pobres, etc. etc..... y es que la gente vive de eslógans, para tranquilizar así su propia conciencia y responsabilidad. Si amas a tu prójimo, como meta diaria a conseguir, no harás eso de tirar tanta comida buena. Y no se trata de juzgarles, sino de formarles bien las conciencias, para que entiendan y obren el bien. No estaría mal que se predicara, de tanto en tanto, los domingos también sobre esto. Gracias por indicárnoslo. Un saludo.
ResponderEliminarAntes de viajar a EEUU, allá por fines de los ochenta, también me daba vergüenza llevar las sobras a casa ... una vez que viví una temporada allá, vi que los comensales de algún restaurante pedían llevárselo, los camareros sin ningún problema lo envolvían todo y listo. En Madrid, nunca vi esta práctica y aquí en Lima que copia todo lo gringo, pues también resulta.
ResponderEliminarCriminal es tirar la comida, criminal!!!
Espero que estés mejor, Ángel, te llevo en mis oraciones!!!
Siempre me pareció, como decimos en Andalucía, un "contradios" tirar la comida. He intentado educar a mis hijos a que no dejaran nada en el plato. Pero desgraciadamente observo numerosas ocasiones que no hay demasiada conciencia de ello. Veo, en mi trabajo, niños que tiran sus desayunos tal cual a la basura (con envoltorio) y cuando les pillas y les preguntas ¿por qué lo hiciste? Te dicen que porque no les gustaba el relleno del bocadillo....anda! Y se quedan tan anchos!
ResponderEliminarAhora tienes que empezar a convencerlos... primero que eso no se hace, haciéndoles ver las necesidades de tantos niños y de tantas familias... segundo, que hagan el esfuerzo de tomárselo que tienen que aprender a comer de todo, difícil tarea... tercero, que se lo den a otro compañero, a veces esto funciona y... cuarto, que lo lleven de vuelta a casa, pero NUNCA a la basura...
No sería la primera vez que, con tal de no tirarlo, me lo como yo.
No quiero ponerme negativa pero veo está fallando bastante la educación en la solidaridad, en el compartir (de lo que tengo, no de lo que me sobra) y en la generosidad. Las nuevas generaciones van creciendo con una gran dosis de egocentrismo (me da lo mismo lo que le pase al vecino). Tienen más de lo que necesitan y sin ningún esfuerzo por su parte, eso hace que no valoren casi nada de lo que reciben. Hay mucho trabajo que hacer desde la familia, trabajo que debe ser complementado desde la escuela, pero en distintos porcentajes, no al 100% como pretenden algunos padres descargando la responsabilidad en los profesores.
Esta es gran parte de la realidad que vivo a diario. Un abrazo fuerte!
Amigo, tu sensibilidad y empatía es una muestra más de como la Gracia de Cristo, actúa en ti. En ese preciso momento nos queda dar gracias a Dios, pedir perdón y rezar por los que no tienen alimento.
ResponderEliminarMuchas madres/padres en todas las familias del mundo, casi no se sirven nada, porque comen de las 'sobras'. es un instinto el de no querer desperdiciar la comida. En otras ocasiones las neveras estan llenas de pequegnos recipientes con sobras de esto y de lo otro y a veces hace mucha ilusion 'comer de lo que ha sobrado' . Por ultimo, en restaurantes que se precien, lo decoroso es servir platos mas moderados y , en ultimo caso, tener degustaciones, tapas variadas para picar y compartir.
ResponderEliminartodas estas regulaciones para control de sanidad en el consumo han llevado a estas cosas. En mi colegio de monjas si un dia tocaba pollo al dia siguiente sopa (de pollo) y croquetas (de pollo) y habia que acabarse el pan que se servia uno. Y eran los 80!!
Desde que yo recuerdo siempre me ha dolido mucho tirar la comida.........todo viene de la educación recibida por mis padres. Cuando voy de vacaciones a esos hoteles que tienen bufet libre me fijo mucho en las personas que se llenan los platos para luego dejar la mitad y tirarlo, es algo que me da mucha pena y me da por pensar en la cantidad de gente que comería con esas sobraas.Saludos
ResponderEliminarEs verdad lo que dices, pero os comentarios lo que indican es que deberiais haber pedido las sobras para al menos no acbaran en la basura, la mejor leccion no es la escrita sin la que se practica, y siento escribir esto a una persona como tu.
ResponderEliminarComo dicen muchos padres/madres pedimos menos o no nos servimos hasta que los hijos no lo han hecho a sabiendas que va a sobrarles y antes que tirarlo y desperdiciar la comida preferimos comerlo nosotros. No es habitual pedir la comida que sobra n la bebida no es excusa, tambien somos adultos y deberiamos saber lo que comemos habitualmente y no pedir de mas porque estemos invitados
mis abuelos vivieron muy duramente la postguerra, mi otro abuelo italiano comía pan de varios días mojado en agua, aún en 2002, porque decía en su dialecto napolitano: "nino tu non sai quanta fame o`abutto" "nen tu no sabes cuanta hambre he pasado" en casa no se bota nada, claro, solo cuando se pone verde
ResponderEliminarHiere ver que lo que unos desaprovechan a otros les hace falta y ver que se tira de todo sin reparar para comprar nuevo. Y no es que debiéramos conformarnos con poco sino con lo que necesitamos, que ya es un privilegio.
ResponderEliminarInteresante escrito y más interesante tu reflexión. Botar comida debería ser algo sencillamente inaceptable. Un pecado. No me explico cómo en algunos países no se acostumbre a pedir que te pongan la comida en una bolsa para llevársela a la casa...
ResponderEliminarDe todos modos, para mi tu escrito es un llamado a no despilfarrar lo que otros necesitan.
Y, para ser honestos, TODOS despilfarramos cosas. Que levante la mano el que no lo haga... Todos somos culpables de este pecado de derroche, en medio de la miseria que nos rodea.
Que Jesús nos ayude a ser humildes para aceptar nuestros errores. Y que nos ilumine para reducir las oportunidades de derroche y aumentar las oportunidades de ayudar y compartir.
Un abrazo,
Jose. http://venconnosotrosacaminar.blogspot.ca/
Tienes toda la razón. De hecho no estaría de más alentar un movimiento que cambie algunas prácticas. Por ejemplo, ¿por qué no pasar los camareros con el cazo para que cada comensal diga cuánto quiere dándole la opción de repetir? Yo creo que en algún sitio sí lo hacen. Yo, después de la lectura de esta entrada, si tuviera un restaurante comenzaría a hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues tu dolor lo sentí muy especialemtne em el mercado cuando me explicaban la cantidad de envases de buena carne que tiraban por ley.....y en tan buenas condiciones!!....Si que es verdad, he tenido lo justito en casa con los turrones y demás...lo justito y cuando pienso lo poco conscientes que somos de la necesidad que hay en muchos hogares..hasta se quitan las ganas d comer......Yo cuando he tenido una fiesta familiar (me he llevado lo que sobraba) y me lo han dado en taper la mar de bien guardadito...eso se hace en muchos sitios...pero los prejuicios te hacen la puñeta.....lo he hecho mas de una vez eh? y tan feliz hemos tenido para mas de una comida......Es pecado tirar la comida!! al menos eso lo he oido muchas veces en mi Casa.......
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