Sumisión a los falsos encantos - ( Pornografia V y última)
Os dejo con la parte final de esa magnífica carta pastoral de Mons. Paul S. Loverde, Obispo de Arlington (EE.UU.)
Si bien los esposos y las esposas comparten la misma dignidad como personas, no comparten las tentaciones por igual, sobre todo la tentación relacionada con el azote de la pornografía. Cabe reconocer que el uso de la pornografía en gran parte, aunque no exclusivamente, está relacionado con los hombres. Si un matrimonio comienza a desmoronarse por la pornografía, esta última será introducida muy probablemente por el esposo.
Esposos, tengan presente que su solemne promesa de fidelidad, que es la base de la formación de su familia, se deteriora por cualquier uso de la pornografía. Esfuércense por honrar la promesa que hicieron al comienzo de su vida matrimonial. Las épocas en que la intimidad sea difícil son oportunidades para practicar el amor de sacrificio de un esposo que solamente su noble vocación ilustra con máxima perfección.
La búsqueda de consuelo en la ilusión de la pornografía corromperá gradualmente su comprensión de sí mismo, su percepción de su amada esposa y el modelo que presenta a sus hijos. Es absurdo creer que esta preocupación secreta se puede contener y aislar de la vida familiar. Poco a poco, el egocentrismo y la falta de respeto de sí mismo y de otros, que son el fundamento de este vicio, se manifestarán dentro de su relación con la familia.
Las esposas que descubran que sus cónyuges han sucumbido a la pecaminosa atracción de las imágenes o historias pornográficas deben ser cariñosas y perdonarlos, pero también deben ser severas para exigirle al esposo que vuelva a su verdadera vocación matrimonial. La traición de un cónyuge por algo que es apenas una ilusión es una experiencia amarga, sin embargo, en este caso el mejor antídoto es el amor, acompañado de apoyo y orientación.
El campo de la orientación psicológica, cuando se realiza con la debida comprensión de la persona humana y de la ley natural, también puede ser de gran ayuda. Muchos han descubierto que no pueden luchar contra la impureza solos y que la asistencia de un orientador o un terapeuta representa una enorme diferencia (que, a veces, es definitiva).
Me dirijo ahora a mis hermanos en Cristo, a mis hermanos sacerdotes, que deben realizar la ardua tarea de dirigir al pueblo cristiano en su lucha contra los males de la pornografía. Quienes hemos sido llamados a compartir el sagrado sacerdocio de Cristo también debemos compartir su pureza. Esta es una tarea vitalicia y realizada con amor, que debe traernos mucha alegría y gran humildad. Al alabar y glorificar a Dios en nuestros éxitos en este ministerio, también debemos arrepentirnos y hacer penitencia por nuestras propias faltas y por las faltas de nuestros hermanos.
Como sacerdotes nos encontramos sumergidos en una cultura que a menudo está diametralmente opuesta a la virtud. Al ser estudiantes de la cultura para poder capacitarnos mejor para la evangelización, debemos estar siempre alerta para impedir que nos asombren los mismos elementos que deseamos hacer desaparecer.
Tanto ustedes como yo somos hombres solteros para el Reino de Dios. Este gran don del celibato es una invitación a la intimidad que Cristo comparte con su Iglesia. Siempre debemos aceptar este don con alegría y crecer en el amor con capacidad para dar de nosotros mismos; ese amor es nuestra herencia. La sumisión a los falsos encantos de la pornografía es un pecado grave contra el don de la castidad del celibato.
Si un sacerdote es parte de este pecado, debe buscar asistencia del obispo o de su superior religioso. Esa falta no significa necesariamente el final de su ministerio. Quisiera ayudarles a lograr la sanación espiritual, psicológica y sacramental que será necesaria para que vuelvan a sus labor.
Todos los sacerdotes deben ser parte de una dirección espiritual permanente y frecuente. Estos encuentros con su director son una oportunidad invalorable e íntima de oír la voz del Maestro y de responder a su voluntad. Las conversaciones con los directores deben ser siempre francas y completas, sin esconder ninguna de las frustraciones y tentaciones de su ministerio, y revelar todas sus faltas. La humilde aceptación de dirección es una defensa segura contra los peligros de la impureza.
Ningún sacerdote puede ser un ministro de reconciliación idóneo si no busca con frecuencia la absolución. Los sacerdotes deben practicar con frecuencia la confesión en el Sacramento de la Penitencia. La demora o la disminución de la importancia de la confesión es señal de un corazón impenitente.
Todos los sacerdotes deben rendir cuentas de sus actos privados y públicos. En realidad, como ministros de Cristo, ningún acto es verdaderamente privado, con excepción de su oración personal, y aun los frutos de ella deben ser discutidos abiertamente con su director. No permitan nunca que surja una vida privada que deban mantener en secreto de sus hermanos. Los sacerdotes deben ser particularmente diligentes en este campo cuando se trate del uso de tecnología moderna de comunicación. Insto a cada sacerdote a que rinda cuentas a sus hermanos sacerdotes por el uso de esta tecnología.
Por último, desearía pedir a todos los sacerdotes que se encomienden a San José, el modelo de paternidad, y que recen con mucha frecuencia por su intercesión para ustedes y para sus hermanos. En medio del sufrimiento y del dolor causados por el mal de la pornografía, somos llamados a ser un pueblo de esperanza, a contemplar la imagen de Dios en otros y a restituir nuestro uso de la vista enfocándonos en la meta de nuestra fe y el destino final de nuestra vista.
La Iglesia siempre ha descrito al cielo como el estado de contemplación del Señor cara a cara. Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios (Mt 5, 8). Nuestro Señor pronuncia estas palabras al comienzo de su ministerio público. Por lo tanto, Él mismo revela la conexión entre la virtud de la pureza y la facultad de la vista. Según la explicación de esta beatitud dada en el Catecismo, la pureza de corazón es el preámbulo de la visión de Dios (CIC 2519).
"Por ventura, ¿No sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, que habita en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que ya no sois de vosotros, puesto que fuisteis comprados a gran precio? Glorificad a Dios y llevadle en vuestro cuerpo". (1 Cor. 6, 19-20).
Estamos en un umbral y podemos seguir permitiendo que esta plaga se propague con menos y menos controles o tomar medidas concretas para desarraigarla de nuestra vida, nuestra familia, nuestro vecindario y nuestra cultura.
Somos un pueblo llamado a compartir la visión pura y noble de Dios y de su creación. También somos un pueblo cuya futura gloria ha sido comprada con el invalorable sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo. No debemos olvidar el alto costo de esta compra.
Como pueblo libre, podemos combatir el grave peligro moral, social y espiritual de la pornografía con gran valor. Elevo mi ferviente oración para que los católicos, otros cristianos y todo el pueblo de bien entiendan esta amenaza y la enfrenten, faciliten la verdadera sanación y, más que nunca, practiquen plenamente el uso de la vista humana como don de Dios.
10 comentarios
De acuerdo con todo menos con este parrafo:
ResponderEliminar"...Las ESPOSAS que descubran que sus cónyuges han sucumbido a la pecaminosa atracción de las imágenes o historias pornográficas deben ser cariñosas y perdonarlos, pero también deben ser severas para exigirle al esposo que vuelva a su verdadera vocación matrimonial. La traición de un cónyuge por algo que es apenas una ilusión es una experiencia amarga, sin embargo, en este caso el mejor antídoto es el amor, acompañado de apoyo y orientación..."
¿Solo los esposos ven porno o qué?
Voy a decir cosas un poco fuertes, si lo estimas oportuno Ángelo, no publiques el comentario y que no te supoga ningún mal trago por ello.
Es rotudamente falso que los hombres vean más porno que las mujeres, ellas lo niegan más, luego doble pecado, contra la pureza y además mentir, y si acude a la Eucaristía después, súmale el sacrilegio.
Soy hombre y hablo con hombres mucho de esto, incluso entre creyentes que luchan contra esto. De forma abierta y sincera hemos puesto nuestras cartas sobre la mesa muchas veces. No lo vamos a detallar en público porque no nos da la gana, los pecados al sacerdote y en confesión.Punto!
Pero ... entre hombres ya digo, no creyentes o no practicates ya ni te cuento, está extendido que es lo normal, lo sano, que es bueno para la salud, y si no lo es les da igual porque lo van a seguir haciendo (menudo disparate ya lo sé).
Pero entre creyentes que traten de hacer las cosas bien, hay lucha evidentemente, y comentamos más o menos como nos va la cosa, como nos afecta, como lo supera el que lo tiene dominado... etc
Pero a lo que voy, ES FALSO QUE LAS MUJERES VEAN MENOS PORNO, y hablando en plata SE MASTURBEN MENOS. Estudios serios de sexología dan resultados parejos entre los dos sexos. En algunos sorprendentemente hasta más en mujeres.
Y yo no soy un santo a día de hoy, ójala algún día llegue a serlo, pero antes lo era menos, ya he contado muchas veces que soy un hijo prodigo, así que tengo mis kilómetros y mi experiencia en este terreno y sé de primera mano de lo que hablo porque me lo han contado, he visto ... y no cuento más porque este no es lugar, las propias mujeres en primera persona. Algunas no se cortan ni de contarlo delante de chicos y chicas, de hecho hasta presumen al igual que de ser infieles.
¿Es esto lo normal entre chicos y chicas que quieren hacer bien las cosas, por la Gloria de Dios? Claro que no!, pero ¿y en el resto de la sociedad que vive en el mundo? totalmente sí, son así! y no porque me lo hayan contado, sino porque lo he vivido, para bien o para mal.
Ya está bien de poner al hombre como un obseso sexual, como una ser sucio, y a las mujeres como limpias,castas, puras... no seamos ingénuos!
Me parece a mí que los 10 mandamientos son los mismos para los hombres como para las mujeres, y tan pecadores son unos como otras, y esos mandamientos se los saltan unos como otras.
Sé que peco de muchas cosas, pero de ignorancia en este tema no.
Si lo publicas: gracias Ángelo.
Y por si hay alguna duda: no pongo en absoluto en duda, lo que enseña la Iglesia sobre lo que es pecado y lo que no, y el ver pornografía y la mansturbación LO SON.
Más claro...¡¡imposible!!
EliminarSi, Boss , claro que Los Diez mandamientos son los mismos para todos, hombres y mujeres . Los estereotipos....son muy malos y puede que se hayan formado con injusticia. Pero no te preocupes o mosquees porque el obispo mencione esta diferencia por sus datos . El Obispo tambien tendra su andadura, y esta hablando 'dentro' del matrimonio cuando a veces se suelen dar circunstancias biologicas mas desiguales, como la lactancia, maternidad...hay que evitar estereotipos pero también entender tambien que factores de riesgo pueden condicionarME a mi como persona: social, psicologicamente..etc. Por ejemplo existe una tradicion en la asignacion de roles y tambien en la aceptacion social de ciertas tendencias que si bien esta cambiando tradicionalmente esta establecida desde que el mundo es mundo ... pero vamos, te doy la razon en lo de la igualdad de generos ante los mandamientos, nuevo concepto!
EliminarGracias por compartirnos esta magnífica carta,gracias por desglosárnosla y hacérnosla sencilla,gracias por acompañarnosla con bellas fotografias...
ResponderEliminarGracias Angelo y ojalá no sea la última vez que trates este tema.
Un cariñoso saludo :)
Mi piace che nella lettera si faccia menzione di san Giuseppe. Sono d'accordo che ogni sacerdote,(ma anche ogni sposo!) per mantenersi casto e puro dovrebbe affidarsi a lui, che è simbolo per eccellenza della purezza sponsale e modello di paternità. "Somos un pueblo llamado a compartir la visión pura y noble de Dios y de su creación" e per fare questo dobbiamo essere puri, negli occhi, nel cuore, nel corpo e nello spirito. Sarebbe interessante se scrivessi anche dell'amore sponsale e della necessità di mantenersi puri nell'esercizio dell'intimità. Un grande abbraccio
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ResponderEliminar1)Creo que en esta parte está hasta la explicación a lo que escribiste en el post anterior. No es que la gente le de pereza leerlo (sobre este tema) sino que quiere mantenerse al margen de la discusión y no por pereza. Es un Tabu. Yo creo que el problema principal dentro de este problema, es el aislamiento,el que la persona se cierre a los demas por sentirse avergonzado ante una situacion pecaminosa.. el no confiar en los demás en su comprension y en su perdón. Y esto sólo ocurre por un motivo: Miedo . Solo hay que tener 'miedo ' de Dios
Esta carta pastoral valora la labor terapeutica de orientación de un profesional QUE SEPA y que ayude desde un punto de vista tecnico y analizando la raiz del problema, ( aislamiento, fallo del autocontrol/busqueda de consuelo, miedo a relacionarse normalmente, Son dos cosas distintas tratar lo psicologico y lo moral pero estan imbricadas ..no? ... que sera lo mas importante ante el pecado?
Para mi la CARTA para mi es una llamada a analizarel PROBLEMA con misericordia y resolucion y enfocandolo en desenmascarar al demonio y PONER LA CONFIANZA en EL AMOR y EN DIOS sobre todo... Gracias de nuevo Angelo ..!. .
Me ha resultado toda una revelación leer esta carta...te agradezco su publicación.Saludos
ResponderEliminarSiempre se ha dicho que las necesidades de los hombres en cuestión de sexo son diferentes a las de las mujeres y debe ser así a razón de lo que es utilizada la mujer en los prostíbulos que hasta en muchos son obligadas por coacción. Me imagino que será proporcional al uso de la pornografía. Aunque de todo haya.
ResponderEliminarLo que me parece un caso del todo difícil es una esposa que tenga que llevar a su marido por el buen camino una vez pillado en el vicio... pfff eso es para un especialista. Y la pobre bastante tendrá con asumirlo, que se tendrá que ir a otro especialista para quitarse la depre.
Bueno, una vez que lo hubieran asumido tendrían que encarrilar las cosas juntos.
ResponderEliminarYo abogo por que se fueran de ejercicios espirituales y después de segunda luna de miel.
Te agradezco la publicación de estas 5 entradas, no todo el mundo se atreve a publicar sobre algo así, porque es un tema muy íntimo, así que te felicito.
ResponderEliminarTe gustará la parte de mi libro, cuando hable sobre temas actuales, que a ti como padre de familia, pueden gustarte en especial.
Un saludo!!
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