LOS DE VERDE
Poco a poco la rutina habitual, se instala en mi vida. De hecho, ya me he incorporado de nuevo a mi trabajo. Algunos dicen por ahí ,que se necesitan dos o tres días para habituarse,pero yo creo que un cristiano no debería necesitar ni uno solo. Intentamos vivir en la voluntad de Dios, los 365 días del año y ésta se realiza en presente; así que no cabe en mi retorno laboral, el síndrome post-vacacional.
Intenté durante mis vacaciones, preparar algunos post que me rondaban por la mente, pero la JMJ se presentó y desde el primer discurso ya me atrapó, me cautivó y me cambió, así que intentaba empaparme de esa abundancia de agua, que caía desde el cielo. Por eso antes de entrar en el nuevo curso escolar, estoy dedicando los post de esta semana a esa vivencia ,que creo ha marcado también a otros muchos.Y pienso que es genial que la mayoría lo esté haciendo.
Hoy me detengo en los voluntarios. Y lo hago, porque he vivido muy de cerca dos testimonios . Uno de ellos es el de mi hijo. Por deseo de respetar su intimidad, solo voy a decir lo unas palabras que me conmovieron . El discurso que el Papa les dirigió a todos los voluntarios, me confirmaban lo que mi hijo me había contado.
"Papá,¿sabes lo que me ha tocado realmente de estas jornadas? el contacto con los demás, el sentir que podías ayudarles, que pensabas en ellos antes que en ti, que deseabas que estuvieran lo mejor posible" ,y me contaba otra de mis hijas, que cuando se lo encontró , vió como a veces se quedaba sin agua por dársela a los demás . Como he dicho ,queda en el ámbito personal su experiencia, pero eso me hace pensar que más de uno , vivió algo similar.
El otro testimonio es de una voluntaria. Si ella no me lo cuenta, yo ni me hubiese enterado, y me apuesto lo que sea, a que fuera de Madrid pocos han tenido conocimiento de estos voluntarios. Me refiero a los que ejercían su labor en el turno de noche: Si,si, los voluntarios no solo trabajaban de día. Por la noche se quedaba una especie de retén para atender a los peregrinos. Por ejemplo, alguien que se perdía, o que necesitaban cualquier atención. y ¿éstos que vivieron de la JMJ? No se apuntaron para ver al Papa, para estar en la fiesta, o tener los mejores lugares; lo hicieron para servir, porque eran conscientes de que el éxito de la JMJ se debe , al trabajo que ofrece, el primero del escalón hasta el último. Que aquí de lo que se trataba era de dar y mientras más se ha dado, más se ha recibido.
Mi agradecimiento y mi acción de gracias a Dios, por todos ellos. Me quedan otros voluntarios que también han tenido mucho que ver en este derrame de bendiciones. Aquellos que han ofrecido sus sufrimientos, los que lo han vivido postrados en cama, regalando cada queja silenciosa por el éxito de la JMJ. Las almas consagradas, que desde su encierro voluntario y por amor han dedicado muchos tiempos de oración y sacrificios por estas jornadas. ¡Esta es la Iglesia! ¡Esta es nuestra unidad!
"Muchos de vosotros habéis debido renunciar a participar de un modo directo en los actos, al tener que ocuparos de otras tareas de la organización. Sin embargo, esa renuncia ha sido un modo hermoso y evangélico de participar en la Jornada: el de la entrega a los demás de la que habla Jesús. En cierto sentido, habéis hecho realidad las palabras del Señor: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35).
Tengo la certeza de que esta experiencia como voluntarios os ha enriquecido a todos en vuestra vida cristiana, que es fundamentalmente un servicio de amor. El Señor trasformará vuestro cansancio acumulado, las preocupaciones y el agobio de muchos momentos en frutos de virtudes cristianas: paciencia, mansedumbre, alegría en el darse a los demás, disponibilidad para cumplir la voluntad de Dios. Amar es servir y el servicio acrecienta el amor. Pienso que es este uno de los frutos más bellos de vuestra contribución a la Jornada Mundial de la Juventud. Pero esta cosecha no la recogéis solo vosotros, sino la Iglesia entera que, como misterio de comunión, se enriquece con la aportación de cada uno de sus miembros". (B.XVI)
Tengo la certeza de que esta experiencia como voluntarios os ha enriquecido a todos en vuestra vida cristiana, que es fundamentalmente un servicio de amor. El Señor trasformará vuestro cansancio acumulado, las preocupaciones y el agobio de muchos momentos en frutos de virtudes cristianas: paciencia, mansedumbre, alegría en el darse a los demás, disponibilidad para cumplir la voluntad de Dios. Amar es servir y el servicio acrecienta el amor. Pienso que es este uno de los frutos más bellos de vuestra contribución a la Jornada Mundial de la Juventud. Pero esta cosecha no la recogéis solo vosotros, sino la Iglesia entera que, como misterio de comunión, se enriquece con la aportación de cada uno de sus miembros". (B.XVI)
11 comentarios
Guardo Angel estas camisetas verdes con tantos recuerdos...
ResponderEliminarMi voluntariado fué mínimo al lado de lo que han vivido mis hijas, que no han pararon en toda la semana...y ya lo contaba en el blog, las veia agotadas pero felices, llegaban tardisimo y a veces con cierto temor en el metro, o en el cercanías al llegar a casa.
Llevas razón porque sirvieron y sirvieron, y descubrieron que sirviendo recibieron mucho más!
Esto ha sido algo hermoso y grande, un abrazo. Y me encanta leerte sobre la JMJ!
La cantidad de Gracias que he recibido acogiendo en casa a peregrinos de Australia y Chile....quisiera seguir de peregrina Angelo...todo el año sabes? porque ser cauce de su Gracia es mi misión....El solo hace que fluya la gracia a través de mi si yo no le pongo obstáculos.....que preciosidad pone Dios en mis manos para que pase la bola al siguiente......una cadena de manos somos en la Iglesia y esto dá la Vida.
ResponderEliminarAlabado sea Jesucristo:
ResponderEliminarPues si, incluso que lo he visto y vivido desde el otro lado del charco. Se notaba como los voluntarios han estado dispuestos a todo, jugándoselo por los demás.
Luego he leido blogs donde algunos cuentan de las trastiendas de esos días, de aquello que no vimos, del día a día y dan gracias por todo lo que les tocó.
Nuestro Señor que todo lo ve, que fue nuestro ejemplo de sevicios derrame sus bendiciones sobre todos y cada uno de los de "verde".
Un abrazo,
Inés María
Gracias a todos ellos, han sido una parte importante y muy especial de la JMJ. Este reconocimiento me gusta mucho, a menudo pensaba en ellos todos los dias en los que transcurrio la jornada. Los veia y daba gracias a Dios por tener tantos jovenes dispuestos a ofrecer sin recibir nada a cambio. Bueno, me equivoco, recibiran el mejor reconocimiento de todos: El de Nuestro Senor que tenia que estar dando saltos de alegria desde el cielo, todo emocionado al verlos. Los Jovemes de Dios1
ResponderEliminarUn abrazo y que Dios te bendiga. Ya voy teniendo un poco mas de tiempo, pero no se cuanto durara..jaja. Besos a toda la familia Angelo.
Merecedores son de nuestros elogios,menuda labor,impresionante.
ResponderEliminarQue Dios me los bendiga a todos.
Un cordial y cariñoso saludo.
Hola, lo primero, una pequeña mala noticia: al acceder a escribir este comentario, se me ha vuelto a abrir esa publicidad, no deseada, que ya te comenté.
ResponderEliminarCon respecto a tu entrada de hoy, efectivamente la oleada verde fue magnífica, el frescor de una juventud dispuesta al servicio ha sido un ejemplo y una bendición, digna de seguir, digna de agradecer.
Benditos sean todos, por supuesto tu chaval también, los que han querido pasar esta JMJ dandose para ayudar a los demás.
OFF TOP.
Yo, al contrario que tú, todavía no estoy en lo que llamariamos normalidad, por lo que si, no entro o no comento tus entradas y las de otros amigos, espero que me disculpeis.
Tengo a mi suegra ingresada. Hasta que el lunes, no le quiten una piedra del conducto biliar, está pasándola realmente mal, con cólicos casi continuos. Como te puedes imaginar, andamos todos, manga por hombro. Te pido, si puedes una rezadita para que TODOS podamos aguantar y ver también en esto una oportunidad santificadora.
ABRAZOS.
Buenos días Angel. ¿Sabes si el de verde-cajamadrí se ha preguntado si Jesús lo llama a servir como sacerdote ó diácono? Un abrazo.
ResponderEliminarFelicidades a todos los voluntarios por la gran labor que han realizado en la JMJ.
ResponderEliminar¡Gracias Ángelo cuando te leía los
ResponderEliminarojos se empañaban...¡ Cuantos voluntarios como tu bien dices, desde
el silencio y la ofrenda...!
Dios te bendiga.
Doy gracias a Dios por tu hijo.
Gran homenaje al voluntario anónimo Paolo. Muy buena entrada. Un fuerte abrazo desde la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Y no solo esos voluntarios de retén en la noche, también los voluntarios que durmieron en la puerta de un instituto con un ojo abierto y el otro medio cerrado, los que hicieron guardia en coche por todos los institutos para que no ocurriese nada con los amigos del 15M, los que nos llamaban a todas horas para ver qué necesitábamos, los que cuidaron las llaves de los institutos para que nosotros pudiéramos ir a ver al Papa, los que achicaron agua, los que instalaron las duchas, los que recogieron a los enfermos en sus casas... Tengo una experiencia preciosa de todos los voluntarios, me he sentido acompañada en todo momento por ellos. En mi instituto han ocurrido varias cosas, pues nada mas llamar para avisar, a los dos minutos ya tenía a "alguien" allí, sobre la 1:30 de la madrugada siempre tenía su visita para ver cómo estabamos... ha sido impresionante, sin palabras.
ResponderEliminarHe dormido un día en el instituto (gracias a unos voluntarios, mi compañero y yo no nos quedábamos, aunque un día cada uno sí) y ha sido una experiencia preciosa, era como cuidar un tesoro al que no le podía ocurrir nada, era el tesoro de Dios. Ese día se levantaban a las 6:30, para darles una sorpresa me levanté a las 5:45 para cantarles una canción del Camino, se levantaron llorando al escucharme, me encantó ese momento.
Mañana nos reunimos en plan ágape en la parroquia todos, compartiremos experiencias de estos días, porque hay para contar jajaja. No hay palabras para explicar todo lo vivido, no las hay. Yo además de tener el instituto y la parroquia, a partir del viernes tuvímos que trabajar en Madrid, salíamos de una cosa y entrábamos en otra, pero oye, tan felices, agotados pero felices felices.
Ha sido precioso!
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