SIN VACACIONES
Las vacaciones llegaron para los niños. Una sonrisa de lado a lado se dibuja en su cara cuando se les confirma que llega el tiempo sin cole. La mayoría, sueña con días llenos de diversión y su fantasía agota y asusta a los más grandes, al pensar que todo ello pueda llevarse a cabo .
Pero la alegría de los niños en sus momentos más deseados, debe ayudarnos a mostrarles también, la cruda y dura realidad de los millones de niños,que no conocerán los músculos de la sonrisa. Ayudarles a entender que son unos privilegiados, al poder cumplir muchos de sus sueños. Enseñarles a ser solidarios, sabiendo renunciar a cosas lícitas, para ofrecer de forma material o espiritual ,un poquito de sí mismos para los demás. No hay que tener miedo de pedir renuncias a los niños; nos sorprenderá comprobar que nos ganan en generosidad ; y además tiene un gran poder pedagógico.
Y es que… 860 millones de niños viven una pesadilla, víctimas de una enorme variedad de tragedias y abusos, mientras que su futuro es una incógnita.
“Cuando se habla de los derechos de los niños se habla de un problema que afecta a 2,2 mil millones de seres humanos, la mitad de los cuales vive en pobreza; la aldea global es sólo una inmensa periferia para millones de niños desnutridos, vendidos, explotados, enfermos”
Víctimas del hambre, del sida, del abandono, de la ignorancia y de la soledad, son el escándalo de nuestro tiempo. Se les ha robado la infancia.El número de niños trabajadores llega a 211 millones entre 5 y 14 años de edad; de ellos 120 millones trabajan a “tiempo completo”. La mayor parte-unos 171 millones- en condiciones arriesgadas.
A 300 mil se eleva por su parte la cifra de “niños transformados en asesinos para matar sin piedad”: los niños soldados en el mundo. Combaten “atiborrados de drogas para vencer el miedo y matar a sangre fría”;la mayoría tiene entre 10 y 14 años, pero la tendencia es a rebajar la edad “porque los más pequeños son considerados como la mejor mano de obra para el uso de armas ligeras, para esconderse, huir y espiar”
Veinte millones de niños viven y crecen en campos de refugiados. En los últimos diez años dos millones se cuentan entre las víctimas mortales. Las minas anti –personas matan entre 15 y 20 millones de personas al año: la quinta parte son niños.
120 millones son los llamados niños de la calle, la mitad en el continente sudamericano. Hijos de la violencia, de la salvaje industrialización, de las favelas, de las guerras, de la desintegración de los vínculos sociales y familiares, de los consumidores de drogas y de sexo. Tienen entre 5 y 16 años, pero también los hay de 3 ó 4 años. En la mayor parte se trata de varones; las niñas se ven menos porque se pueden dedicar con mayor facilidad a tareas domésticas o a la prostitución.
Muchos “trabajan” como recicladores de desechos en los enormes vertederos de las afueras de las megápolis del tercer milenio; una ocupación que trae tétanos, pulmonía y envenenamiento, acabando con sus vidas.
El hambre en el mundo es otra tragedia que produce la muerte de 11 millones de niños, antes de que hayan cumplido los 5 años de edad.
El sida se ceba igualmente con los niños. Medio millón de niños muertos en un año, 2,5 millones de seropositivos son menores de 14 años.
Otro azote es el tráfico de seres humanos, un problema de alcance mundial que involucra cada año al menos a 1,2 millones de menores de 18 años. Por otro lado, 4 millones de niñas son compradas y vendidas para matrimonios, prostitución y esclavitud. Más de 80 millones de matrimonios pactados, impuestos a niñas menores de 18 años.
Las niñas representan además dos tercios de los menores que no reciben una educación; la consecuencia es que después serán mujeres analfabetas: ¡actualmente 600 millones!La infancia de muchas niñas se enfrenta a la mutilación genital, una práctica que sufren cada año dos millones de pequeñas. En total 120 millones de mujeres del mundo han padecido esta violencia.Los datos corresponden al informe Fides, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Y … ¿Ya está?... Ya lo hemos leído, nos hemos lamentado, horrorizado, enfadado, llorado y desahogado.
¿Podemos hacer algo? … Cada uno sabrá lo que tiene que contestar. No olvidemos que cualquier acto de amor por muy pequeño que sea ,tiene su fruto que beneficia al prójimo.
¡Alegrémonos y disfrutemos de las sonrisas de nuestros niños, hoy resulta un regalo muy caro, que a menudo nos olvidamos de agradecer! ¡Y no olvidemos ni un solo día a los que no sonreirán!
¡Alabado sea Jesucristo!
18 comentarios
Una vez hablando con mis hijos en presencia de una amiga mia, me dijo que no le contara esas cosas a los niños, que aún eran muy pequeños. Me salió sin pensarlo. precisamente les hablaba de lo afortunados que son y de la realidad de otros niños. Me volví y le respondí a mi amiga. El amor al projimo y la gratitud desde pequeñitos, para que el mundo no me los engañe.
ResponderEliminarUn beso y que descanseis y disfruteis en casa de estos dias.
uf! Angelo, como para enfadarse.....tienes mucha razón...hay que tener en cuenta tanto sufrimiento en los niños que no conocen ni una pizca de alegria....creo que por ellos pagaremos todos un poco en nuestra vida no lo crees?....me invitas a estar siempre alegre y en la bendicion, sin olvidar el sufrimiento de los inocentes......pasate por el blog y escuchas parte de la sinfonia con este titulo de Kiko....te gustará.
ResponderEliminarHola Angel!, este es uno de los tamas que mas me "llegan" al alma, y me ponen muy triste :(...me gusto lo que dices de que no tengamos miedo de pedirles a los ninos alguna renuncia, sobre todo porque es algo muy formativo para ellos. Saludos! Ale
ResponderEliminarSiento vergüenza. No tenemos excusa.
ResponderEliminarGracias tienes toda la razón pidamos al señor por todos ellos y por aquellos que tienen en sus mano el poder para que el Señor ilumine a todas las autoridades del mundo y realmente seamos portadores de vida muy unidos en oración
ResponderEliminarSanto Dios, Angelo, me ha dejado impresionado tu entrada de hoy. Una muy buena reflexión sobre la infancia. Uno pasa el tiempo sin pensar en ese lado oscuro de la infancia y pensar que hay más niños en esas situaciones me hace reflexionar sobre cómo está el mundo y sobre cómo debemos actuar cada uno de nosotros.
ResponderEliminarun saludo enorme,
CiT
te saludo y te deseo lo mejor un buen rincon
ResponderEliminarEl tema que nos traes hoy me lleva, a través del amor, al agradecimiento.
ResponderEliminarLo único que está en mi mano es hacer la voluntad de Dios aquí y ahora.
Angelo, dudaba de si escribir este comentario o no, finalmente lo haré (quizá me equivoque, porque bien sabes tú que cada uno entiende lo que lee como quiere, tú entenderás, pero los que sí leen los comentarios...).
ResponderEliminarCreo que las renuncias de las que escribes no hay que pedírselas a los niños, sino a los mayores. Ellos son los que fantasean con las vacaciones ideales, los campamentos, playa, montaña, piscina, helados, consolas, ordenador, televisión, y así, un largísimo etcétera. Los mayores son los que educan a los niños a vivir mal, y luego, no hay cristiano que les haga "renunciar", cuando lo normal no sería renunciar, sino vivir eso con la mas absoluta normalidad.
La realidad de los niños, esa que verdaderamente nos toca (no la que sale en la tele) es la de un vecinito que no tiene qué comer hoy, el que lleva un cuaderno pegado con celo al colegio, el que lleva la llave colgada al cuello y está solo siempre... Esto de los niños negritos, maltratados, abusados... lo vemos muy de lejos (aunque nos engañemos con un "me duele"), lagrimita cuando vemos un documental, y zás, a nuestra vida normal.
Los mayores enseñan mal a los niños, basta echar un ojo a nuestro alrededor, ahora todos locos por las vacaciones, por mojarse el culo en la orilla llena de gente, y pobre del que no lo hace porque es un bicho rarísimo.
He conocido a alguien que se ha prostituído por pagar la comunión lujosa de su niño. Otros se embargan hasta el cuello para pedir un préstamo para ir de vacaciones. Pero ¿cómo va a aprender ese niño a vivir desprendido? Conozco un caso muy cercano en el que esas niñas desde chiquititas han sabido vivir en la pregariedad, en el "no se puede", y ahora con 11 y 14 años tenías que verlas, las mas humanas adolescentes que me he encontrado en mis años de vida.
Los mayores... no van por buen camino, ¿cómo quieren que vayan los pequeños?
Un abrazo
(Esto es a modo "privado" entre tú y yo: las fotos no me gustan. Pero no porque no me gusten, sino porque lo que me toca de verdad no son estos niños negritos, pobres... sino mi vecino, las niñas estas, algún que otro niño del cole que no le pueden pagar el comedor y cuando se le acaba la beca, casi todos los días regresa a las 15h de nuevo con tan solo un donuts en el estómago, o medio bocadillo compartido con su hermanito; eso es lo que me toca, porque por suerte o desgracia, estos niños de las fotos... no).
Gracias siempre por tus más que interesantes e IMPRESCINDIBLES reflexiones, que animan a orar de palabra y OBRA.
ResponderEliminarABRAZOS.
El sufrimiento causado a los niños es una abominación a los ojos del Señor...
ResponderEliminarYo intento hacer felices a los niños que están a mi alrededor, empezando por mi sobrina de dos años, que es la que vive conmigo.
Por ahora no puedo hacer gran cosa por todos los niños del mundo. Eso me hace sentir impotente, como otras tantas cosas.
Mi oración con todos los niños que sufren...
Una entrada para reflexionar, desgraciadamente como Patricia dice aqui estamos rodeados de mucha "pobreza" en otros ámbitos, un abrazo.
ResponderEliminarEstá bien recordar todas estas realidades, somos unos privilegiados y nuestros niños también. Besos. Sigo aquí, pero estoy liada con los míos. Volveré. Besos.
ResponderEliminarDespués del comentario de Patricia, con el que estoy totalmente de acuerdo, poco puedo añadir, salvo que hay otro tipo de "pobreza" que se cierne sobre muchisimos niños, muchos de esos que tienen de todo, es la pobreza de la afectividad, la soledad, la falta de escucha por parte de sus mayores, el arrinconamiento... he conocido muchos así en mis años de catequista, esos niños están ávidos de amor y en cuanto les das un mínimo de calor te muestran todos los dolores de soledad que llevan dentro.
ResponderEliminarEn cuanto a la otra pobreza, a la de falta de medios, hoy mismo he leído un informe en que se dice que dos de cada diez niños viven por debajo del umbral de la pobreza aqui, en mi región, en Andalucía.
Un abrazo.
Una entrada que deberían leer los niños, para que se dieran cuenta de lo super privilegiados que son.
ResponderEliminarMucha culpa de la falta de caridad que hay hoy en día nace en la infancia y motivada por unos padres que han hecho egoistas a sus hijos en grado sumo que han sido incapaces de negarles nada. Y que tienen mucho pero que mucho mas de lo que un niño pueda necesitar.
Ya lo creo que me dan pena esos niños y que tienen que trabajar desde tan pequeños y de esos niños educados para matar y de los niños de las favelas que viven en la calle, como no nos van a dar pena!!, pero ahora mismo, en nuestro propio país y en nuestro propio entorno hay niños que carecen de muchas muchas cosas, hasta inclusive de comida. Y si no pregunta en Caritas, ya verás lo que te cuentan.
Un amigo nuestro sacerdote, no hace mucho, nos comentaba que en pleno siglo XXI, habíamos retrocedido años y años, la Iglesia a través de Cáritas estaban otra vez repartiendo comida y ropa desesperadamente, como hacía tiempo que no lo hacía.
Un abrazo
Sobran las palabras y faltan hechos.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Feliz dia de San pedro y pablo que el Señor este siempre con usted unidos en oración y un abrazo
ResponderEliminarSi somos libres es para que gocemos de la libertad, siempre que entendamos que es la verdadera libetdad,que no es sinónimo de libertinaje, que nos hace establecer, distinguir cual es la escala valores. Creo que has tomado un sabia decisión que sin duda es el Espíritu Santo el que ha Animado, aunque haya sido un amigo te la haya sugerido.
ResponderEliminarMi enhorabuena por decidir dedicar más tiempo para la esposa los hijos y la familia, como esposo que soy te aconsejo: dialoga cuanto puedas con tu esposa, disfruta con tus hijos ahora que pedes, esta muy bien lo que haces
en el blog, ¿tu esposa e hijos dicen lo mismo?. Como dice la escritura, "Hay un tiempo para cada cosa".
Muy buen planteamiento para meditar en las vacaciones, estas vivencias que nos recuerdas si son motivo, para que al menos todos los cristianos nos sintamos INDIGNADOS y hagamos algo que no sea cruzarnos de brazos.
El Señor os Bendida. Elpidio
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