OTRA ANÉCDOTA
En la semana previa a la beatificación de Juan Pablo II, buscando fotografías para la novena que con tanto cariño hicimos al nuevo beato, volví a encontrarme, con aquellas ,en las que tuve el privilegio de estrechar sus manos, atrapado por su mirada y beneficiarme de su bendición. Junto a esas fotos ,guardo otros recuerdos muy queridos para mí ; ahí estaba un cartelito que anunciaba mi nacimiento , con una frase que me gusta catalogar de “profética” .
Cuando mis padres se casaron, se fueron a vivir a un local que pertenecía a la casa parroquial. Mi padre con 28 años era el sacristán ,de un jovencísimo sacerdote ,que pocos años atrás, había sido destinado al pequeño pueblo de San Sebastián de los Ballesteros . Sacerdote que aún vive, en una residencia de Sevilla; sacerdote con fama de santidad, donde se despojó de las riquezas de su familia, para entregarlas todas a los pobres y necesitados. Construyó una residencia de ancianos, en Fuenteovejuna vendiendo todo lo que poseía. Muchísimos años, aceptando una enfermedad que poco a poco le iba dejando sin vista, hasta quedar ciego del todo. Me impresionó la primera vez que lo ví celebrar la Eucaristía con su ceguera, o rezar la Liturgia de las Horas, toda de memoria. Los lazos con mis padres, traspasaron la simple amistad, convirtiéndose en parte de la familia.
Fue muy emotivo el día que ordenaron sacerdote a mi hermano. Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver como él lo abrazaba. Dejo para otro día, la vivencia de esta otra gran vida, entregada a Dios. Me centro en la anécdota de mi nacimiento.
Nací sobre las dos de la tarde en el mes de noviembre. Mi padre se encontraba trabajando en la campiña cordobesa y se encontró con un sms de la época (1961), enganchado en la puerta de lo que era su hogar. El autor del cartelito fue el sacerdote que he mencionado. D. Angel Cepeda Carmona. Escribió con grandes letras rojas, : “Un monaguillo rubio nos ha nacido”.
Dos días más tarde, se encontraba el obispo de entonces, de visita pastoral y he aquí, que aprovecharon, para que él me administrara el sacramento del bautismo .
Dos días más tarde, se encontraba el obispo de entonces, de visita pastoral y he aquí, que aprovecharon, para que él me administrara el sacramento del bautismo .
Hice de monaguillo muchas veces, pero el día particular en el que se verificó “la profecía” escrita por el sacerdote, fue el 30 de octubre de 1987.Ese fue mi gran día de ayudante; nada más y nada menos que con el beato Juan Pablo II. Como ya hice un post sobre esa jornada, solo me queda remitiros de nuevo a ella (enlace).
¡Alabado sea Jesucristo!
22 comentarios
Curioso sucedido, si señor. Dios bendiga a aquel cura, y al rubiales del profético anuncio.
ResponderEliminarAbrazos.
Vengo a protestar...:
ResponderEliminar¿Cómo que rechazas tu crónica del viaje? ¡Me niego!, es más, estoy deseando leerla..., POR FAVOR, no nos dejes sin ella.
Todos tenemos algo que decir, y aunque coincidamos en muchas cosas, otras son de cada uno, y si tenías intención de compartirlas, te ruego que no dejes de hacerlo. pleasssse.
ABRAZOSSSSS.
Yo también protesto como Arcendo. Hijooooo que estoy esperando la crónica de lo que me perdí el sábado (lo del domingo ya me lo sé, bueno una parte), vaaaaamos, no te hagas de rogaaaaaar; amenazamos con no volver a entrar jjajaja (es broma).
ResponderEliminarA lo que voy: ¿con que un monaguillo rubio? eeeh, muy chulillo el sacerdote.
Me sorprendo con tantas historias que nos regalas.
Un beso
Muy precioso tu relato de vida!
ResponderEliminarGracias!
Me ha impresionado bastante, bastante.
Ojalá y puedas platicar tu experiencia de reunión con los amigos, me gustaría leerla.
bendiciones!!
¿Pero que no nos vas a contar la crónica del viaje?.
ResponderEliminarSi llevamos días esperándola!!
Un abrazo
Gracias por compartir tan hermosos recuerdos, que vida tan llena de emociones hermosas compartidas.
ResponderEliminarAngelo,una anécdota muy bonita y tierna que te agradezco compartas con nosotros.
ResponderEliminarY al igual que los otros comentaristas,me sumo a la queja.
¿Como no vas a contarnos ese encuentro entre amigos?La experiencia como poco ha tenido que ser única,ánimo y cuéntanos aunque sea un poquitín :)
Un cordial saludo.
Hola Angel!...si, yo tambien espero leer cronicas del viaje, porfa!. Saludos!
ResponderEliminar¡Ay, Angelito, que "se te ha amotinao" el personal, así que ya puedes ir revisando la crónica y ponerla … y prontito, vistas las ganas que tenemos!
ResponderEliminar¡Fíjate hasta qué punto que una historia tan emotiva y tierna como la de este sacerdote de vuestra vida familiar no ha sido suficiente para desviar la atención!
Que la crónica de Arcendo es una chulada y que me emocionó anoche un montonazo y seguro que si la vuelvo a leer hoy, me ocurrirá igual, bien; pero eso no quita para que esperemos la tuya, y se complementarán fenomenalmente, seguro.
Y mientras tanto... ¡la vida sigue igual, como decía JI! No, un poco peor...; no sólo tengo que corregir exámenes, esta mañana incluso tengo que elaborarlos. Llegará el día en que los haya corregido todos y seguro que sentiré un vacío... ¡¡¡muy fácil de llenar, seguro!!! Y es que no, no forma parte de mi firma lo de que "tengo que corregir exámenes", es algo que se renueva día a día (en la cena del encuentro, se comentó esta posibilidad de "mi firma con lo de los exámenes incluidos", jaja, de verdad).
Yo, para el fin del mundo, digo que Dios nos pille confesados, sí, pero, si es posible, por favor, que también sea antes de una evaluación escolar y no haya empleado los últimos días de mi vida corrigiendo escritos de "mis niños", que hay cosas mucho más hermosas que hacer y gente con la que estar; ufff, se me ocurren un montón...
Bueno, lo dicho: yo a mis exámenes y tú, Angelo, a repasar tu crónica (a mí no me importa una fotito porque estábamos todos muy risueños, pero lo importante es tu crónica).
Besicos ¡y ánimo, Angelo!
Ángelo, el "SMS" fotografíado en la entrad, ¿es el original?
ResponderEliminarCreo que esta nuestra vida llena de profecias...que se van cumpliendo....que bonita la que nos cuentas hoy......
ResponderEliminarte veo con la cronica del viaje en la proxima entrada...ja ja
Belén: Felicidades por el perfil. Muuu xulo.
ResponderEliminarRafa: Sí; es el original . Ciao
Ayer no pude dedicar ni un ratillo a esto, hoy entro toda ingenua creyendo que nos vas a contar tu viaje....y vaya sorpresa anda no te hagas de rogar...vale?
ResponderEliminarprecioso lo que nos traes hoy
un abrazo.
¿Seré tonta?..esto del silencio alarga tanto los dias que creia llevaba mas tiempo sin entrar jajajja, y ahora veo que si entré en tu entrada anterior...lapsus solo eso!
ResponderEliminarGracias, Ángelo.
ResponderEliminarQuerido brother.... me parece que no te va a quedar más remedio. Como esperaba, la petición es unánime y yo me enorgullezco haber sido el caudillito de esta pequeña rebelión. Espero la benevolencia de todos y que nuestras peticiones, sean escuchadas. Esta noche, así lo espero, jajaja.
ResponderEliminarABRAZOS.
Qué maravilla, Angel. Me encanta conocer las profecías de tu vida. Y que Dios te regalara poder ayudar a JPII es una Bendición muy especial para ti y tu hermano, que se le ve también radiante de felicidad.
ResponderEliminarGracias por compartir con todos nosotros cosas tan hermosas de tu vida.
Dios te guarde, hermano.
:O)
Aún no me recupero de la emoción de todo lo que cuentas, y fui al post enlazado y casi lloro, debe haber sido increible ese momento, estar con él, recibir de él la comunión, estrechar sus manos!
ResponderEliminarBesos!
Uffff.. ya veo que después del desastre de blogger se te han borrado todos los otros comentarios, pero eso no te exime de la unanime peticion de tus lectores... jajajaja. ABRAZOS
ResponderEliminarUna sugerencia, edita este post, y pon al monaguillo rubio que nació.
ResponderEliminarRegresé porque ví una entrada del Padre Fortea y colgo una foto de bebé de él, y me hizó recordar esta entrada tuya,son preciosas las fotos de bebés.
Bendiciones!!
¡Hola!
ResponderEliminarAunque los otros comentarios se borraron, añado éste que se me quedó en el tintero y, en prudencia, guardé en documento.
¡Esto de las profecías que se cumplen, como dicen Gosspi y Felicitas… ¡ Sería hermoso que fuéramos poniendo alguna como tú haces y así diéramos entre todos mayor Gloria a Dios!
Va una de mi infancia, aunque no es tan profunda como la de este sacerdote vuestro casi santo en vida, qué maravilla. Esta mía provoca la sonrisa por la inocencia de los niños.
Mi madre estaba embarazada y mi hermano y yo éramos pequeños –yo tenía cuatro años, y mi hermano cinco y medio-. Y resulta que en el cole, los compañeros le dijeron a mi hermano que, si se le pedía al Niño Jesús un niño, te mandaba una niña y al revés, así que, tras semejante “consejo de venerables sabios”, la hermanita salesa que le daba clase le dejó tiempo para hacer “su pedido celestial”. Mi madre y yo –que lo adoraba y era una pesada, siempre iba detrás de él- debíamos de ser ya suficientes mujeres para él, así que escribió la carta, que guardo yo como oro en paño, con su más esmerada letrita y un dibujo hecho por la monjita. Me lo figuro poniendo ojitos de niño bueno y apretando el lápiz al escribir: “Querido Niño Jesús: quiero que nos mandes una hermanita rubita muy bonita y de ojos azules. Gracias, Niño Jesús. -Román-“ Y el Niño Jesús fue “muy bien mandao”: nos envió la única rubita de ojos azules de la familia. Ah, y muy guapa también, sí, que hay que hacer los recados completos.
Besicos.
Que curioso Angel, cuantas cosas en comun tenemos, te cuento: mi abuelo era sacristan, viviamos en la casa del cura que era del obispado, yo fui monaguillo desde los ocho años hasta los quince, nacimos en el mismo año, tambien a las dos de la tarde, yo de un dia de agosto, tome la primera comunión vestido de fraile, y para colmo tengo un Angel en mi vida que dice que es mi padre celestial.
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