Hace unas semanas os contaba que la última semana de agosto la voy a dedicar a algo que, para mí, es mucho más que unas simples “vacaciones”: cinco días de Ejercicios Espirituales. Me marcho con ilusión, con el corazón abierto y la maleta ligera —porque en este tipo de viajes el peso no se mide en ropa—, dispuesto a dejarme sorprender por lo que allí pueda recibir.
No busco escapar del mundo, sino entrar un poco más en mi propio mundo interior. Y aunque sé que será un tiempo de silencio y recogimiento, también sé que el silencio no siempre es cómodo: a veces trae preguntas que uno lleva tiempo esquivando. Pero precisamente por eso voy… porque, como os dije entonces, a veces lo que más necesitamos no es un descanso del ruido externo, sino una pausa que ordene el ruido de dentro.
Y cuando regrese, espero poder contaros algo de lo que esta experiencia me haya dejado. Será, además, el mejor punto de partida para la nueva etapa que quiero iniciar aquí en el blog: un post semanal con distintos enfoques, desde reflexiones profundas hasta recomendaciones culturales, presentaciones de amigos que merecen ser conocidos y, quién sabe, alguna sorpresa para romper la rutina. Porque igual que me ilusiona preparar este retiro, me ilusiona seguir compartiendo con vosotros, de otra manera y con renovada energía, todo aquello que me ayude a vivir con más sentido.
En estos últimos 15 años de blog, más de uno me ha hecho llegar, por aquí o en privado, la misma petición:
— “¿Por qué no escribes más a menudo? Podrías tocar otros temas… sería bonito conocerte más.”
Y, como creo que cuando alguien te pide algo con cariño lo justo es intentarlo, aquí estoy, dispuesto a abrir una nueva etapa. No sé si lograré cumplirlo al pie de la letra todo el año —la vida, ya sabéis, a veces decide cambiarnos los planes… y en mi caso los nietos tienen un máster en hacerlo—, pero lo que haga, lo haré con calma y bien hecho, como esas comidas que, aunque no sean diarias, se cocinan a fuego lento y saben mejor. Desde que con 50 años me apartaron del trabajo por una incapacidad absoluta permanente a causa de una enfermedad, me propuse no quedarme quieto mirando cómo pasan los días. Prefiero tener la cabeza y el corazón ocupados en cosas que merezcan la pena.
Además, para quienes me leéis desde un ordenador o una tablet, en la versión web del blog podéis encontrar varios apartados ya creados, agrupados bajo el título Siete en Familia (en color rojo). Al hacer clic en cada uno de ellos, se accede directamente a su contenido. Allí encontraréis recomendaciones de cine, libros y otros espacios especiales. Títulos como Cine con alma, Donde habitan las palabras, Pepito: Una vida que iluminó , El eco de la música o Citas sin fecha de caducidad forman parte de ese rincón que, desde hace tiempo, complementa lo que aquí comparto.
También, en la versión web, encontraréis un espacio para suscribiros y recibir las novedades del blog directamente. Y si sois de mi círculo más cercano, quizá ya sepáis que suelo enviar las novedades por WhatsApp. Si en algún momento preferís no recibirlas, no pasa nada: me lo decís y lo arreglamos… sin dramas, sin lágrimas y, prometido, con la misma naturalidad con la que uno cierra una pestaña del navegador.
Mi intención es publicar un post semanal, pero con toques distintos. No será siempre lo mismo, y cada mes tendrá su propio ritmo:
1️⃣ La reflexión profunda
Seguirá siendo el alma del blog: una vez al mes me detendré a escribir sobre un tema que, desde la manera en que vivo los acontecimientos intentando ser coherente con la fe que profeso, siento que merece ser pensado con calma. No serán textos para leer deprisa, sino para degustar con sosiego, quizá con un café, un té o la bebida que más os apetezca… o en ese rincón especial donde uno puede parar, dejar hablar al corazón y descubrir cómo Dios se hace presente también en la reflexión más sencilla.
2️⃣ Amigos de la red
Otra semana la dedicaré a presentaros a personas que he tenido la suerte de conocer en la red. Algunos han terminado cruzando la pantalla y dándome un apretón de manos (o un abrazo, que siempre es mejor), otros siguen siendo grandes amigos en lo virtual, con la esperanza de que algún día podamos encontrarnos en persona. Todos tienen algo en común: hacen un trabajo que merece la pena seguir, y a mí, personalmente, me han enriquecido mucho.
3️⃣ Cultura para todos los gustos
Una tercera semana estará reservada para breves comentarios de películas que vaya viendo, libros, que caigan en mis manos o incluso algún consejo cultural que valga la pena compartir. También habrá espacio para esas músicas que me regalan un buen rato y me acompañan en el día a día, porque no hay nada como una banda sonora que se convierta en parte de nuestra propia historia. No será crítica académica, sino recomendaciones hechas con el entusiasmo de quien disfruta lo que cuenta.
4️⃣ El cajón de las sorpresas
La cuarta semana será… imprevisible. Podría ser una historia breve, una fotografía con un pie de foto que invite a sonreír, una anécdota del día o cualquier cosa que se me ocurra. O quizá no haya post, simplemente porque en ese momento no tenga nada que compartir o las circunstancias personales me dicten otra cosa.
Con esta nueva etapa quiero dar un paso más para que quienes pasáis por aquí no solo leáis, sino que también me conozcáis un poco mejor. Y, sobre todo, para que este espacio siga siendo lo que siempre ha sido: un rincón donde compartir, reflexionar, descubrir y, de vez en cuando, reírnos un poco juntos. Así puedo responder a esas peticiones que a nivel particular me hacéis.
Nos leemos muy pronto… en la primera semana de esta nueva aventura.
Mientras tanto, a quienes soléis rezar, os pido que me tengáis presente en vuestras oraciones durante estos Ejercicios Espirituales, para que sepa ser dócil y recibir lo que Dios quiera manifestarme… aunque confieso que, conociéndome, también le pediré que me lo diga claro, sin parábolas demasiado enrevesadas, que yo soy más de “manual con instrucciones para torpes”.
Y a quienes no soléis hacerlo, gracias igualmente por acompañarme con vuestro cariño y apoyo en estos días, que para mí son tan importantes.