De nuevo en camino
Nuestro tiempo de descanso estival pasó. Retomamos nuestras actividades habituales con el gozo de la renovación de cuerpo y alma. Puedo hablar de alegría porque la siento dentro de mí. Doy gracias a Dios por los días vividos junto a los míos y las experiencias que cada uno ha aportado.
Antes de marchar, propuse una reflexión sobre los consejos que Benedicto XVI escribió ,para vivir las vacaciones. La dedicación de tiempos más extensos ante el Señor, la oración en familia, una generosidad mayor a la hora de darse a los demás. Este año llevaba estas recomendaciones en mi diario de notas, y me propuse llevarlas a cabo.¡Se ha intentado! Un día sabré si lo hice bien.
Dios siempre gana, siempre es el que da. Siempre presente en nosotros, no como fruto de buscarlo ni como resultado de nuestro deseo, sino como don y entrega de Dios mismo a través de su Palabra. Una idea me ha acompañado en todos los momentos que lo he buscado: Nosotros somos los beneficiados, los que recibimos. Él no está únicamente cuando le buscamos, está siempre con nosotros. Caer en la cuenta de esa realidad, hace que la oración ,se haya convertido en el encuentro de quien nos espera para llenar nuestros vacíos, para hallar el lugar donde podemos ser conscientes de que el único que no falla nunca es ÉL.
Decía que volvía renovado en el cuerpo y alma. Los sufrimientos, las tentaciones , el desaliento y demás cosas que batallan siempre en nuestra alma nunca se toman vacaciones. Cuando sentimos que hemos descansado en el Señor, cuando hemos querido apoyar nuestra cabeza en su pecho, cuando nos hemos quedado solos acompañándolo, cuando nos hemos esforzado por verlo en los demás, es entonces cuando todo nuestro ser más profundo se regenera .
Llega la hora de reemprender esta bitácora, donde algunos, plasmamos nuestro punto de vista y sentimientos, donde reflejamos momentos de nuestra vida en Cristo. Deseo que todos retomemos este nuevo curso, con ilusión, poniendo ante Jesús, a los que nos ha dado para caminar. Le pido que supla nuestra deficiencias, que ilumine nuestro camino, ese camino que tantas veces se nos desdibuja. Le pido luz para descubrir los obstáculos, la fuerza para superarlos, el arrojo de buscar nuevas sendas y la esperanza de que existen. Le pido la capacidad de aceptar a los que discurren por otros vericuetos, de esperar a los que caminan lentamente, de apoyar a los que se cansan, de levantar a los que caen y de comprender a los que se dan la vuelta. Espero y deseo que en estas súplicas seamos compañeros de camino y que Jesús lo recorra a nuestro lado.
Hemos sido convocados a trabajar en la viña del Señor. Algunos hemos descubierto esta llamada con las nuevas tecnologías. La red es un gran campo de apostolado. Seamos generosos a responder “Sí” a su llamada. No pongamos condiciones. Es su amor el que ha puesto la mirada en nosotros. No hemos hecho nada para merecerlo. Espera nuestra fidelidad, nuestra coherencia con la fe recibida; que nada nos asuste. Jesús se pone en nuestras manos para que otros le conozcan por nosotros.
Miremos nuestra vida, ¿cómo pueden verle? Nuestro egoísmo esconde su amor; nuestras palabras apagan su Palabra, y aún así quiere ponerse en nuestras manos. Como decía San Juan,”que yo desaparezca para que tú crezcas en mí”. Te has puesto en nuestras manos Señor. A veces nos asusta, pero tú nos dices: “No temáis, estoy con vosotros” . Que esas palabras de quien es el Camino la Verdad y la Vida, estén siempre, en todas las paradas que nos veamos obligados a realizar.
8 comentarios
Me alegra mucho leerte de nuevo! Un abrazo
ResponderEliminarGracias Martina, a mi también me alegra encontrarte de nuevo en esta casa. Te deseo un nuevo curso lleno de cosas buenas. Un abrazo
EliminarEs un placer verte de nuevo por aquí.Saludos
ResponderEliminarGracias Charo, por estar también este curso con nosotros. Un abrazo
EliminarEs un post precioso Angel, lleno de positividad y como bien dices de energías renovadas. Deseo con todas mi alma afrontar este nuevo curso que recién comenzamos con esperanza, con ilusión y con mucha alegría... Que mi obrar sea reflejo del amor de Dios y que ese amor llegue a cuantos me cruce en mi camino diario.
ResponderEliminarBuen comienzo!! Un abrazo fuerte.
Querida Paula: El primero que se ilusiona con toda su omnipotencia es Dios, así que con esa partida es casi obligatorio responder de la misma forma. Me alegra muchísimo que estés un curso más en esta casa que es la tuya. Un abrazo fuerte
EliminarGracias por cada palabra escrita, gracias por reanudar el camino.Un abrazo!
ResponderEliminarMe alegra leerte de nuevo, Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo.
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