Paz en nosotros
Hace unos días manifestaba a una amiga la impresión que me causó conocer a alguien, ante lo que me transmitió : “Una gran paz y serenidad”. Estoy convencido que en más de una ocasión todos nos hemos encontrado con este tipo de personas. ¡Nos contagia!¡Nos atrae!
No es la paz que predica el mundo, la que conocen como la ausencia de un conflicto bélico,adversidades, problemas y angustias, desasosiegos y ansiedades que invaden el vivir diario de muchos. Es la paz de quien sabe confiar y esperar. De quien saborea a diario el amor.
Conocer que mi confianza es más fuerte que el temor, descubrir que tengo a alguien que cuida de mí . Saber dónde agarrarme en los momentos que vislumbro una caída. Mientras exista esta seguridad protectora, podré caminar día a día, sin temer los obstáculos del camino. En el instante que la confianza se rompe, los instintos afloran, poniendo en peligro los cimientos de la paz interior.
Jesús nos dijo: "La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo". La paz de Jesús, es aquella que me transmite la fuerza para afrontar todas esas faltas de confianza. El ímpetu que logra que el temor no se apodere de mí, que la ansiedad y pesadumbre no invadan mi ser.
En el momento más duro al que Jesús se enfrentaba, nos regalaba estas palabras de confianza y seguridad: “La paz os dejo, mi paz os doy” y añade:” que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde”. Cada vez que asisto a la Eucaristía escucho las mismas palabras, antes de recibir a Jesús. Me invita a desear a los demás este gozo, este afán de fervor interior, para que los temores desaparezcan y crea firmemente que en el Cuerpo de Cristo recibo la paz que Él me da.
Tengo que ser más consciente del gesto de paz que dedico a mi prójimo, cuando el sacerdote nos invita a realizarlo en la Misa . Ansiar con todas mis fuerzas, que el hermano al que saludo reciba ese vigor de Jesús, para afrontar las zozobras internas que puedan estar impidiéndole alcanzarla. Jesús tras la Resurrección, siempre se presenta con el saludo de la paz, ¡Su Paz! Nos avisa, nos da su confianza. "¡No tengáis miedo!" Su paz está con nosotros, esa que nace en el corazón, porque Él la deposita.
He oído varias veces en las homilías, que las cosas de Dios producen paz, que Él habla y actúa en la serenidad, en la calma. Una vida donde deje que los instintos me dominen sin control, donde las palabras se carguen de ira, donde la envidia se instale, donde la crítica y la murmuración sean el escape en los momentos de tristeza, los conflictos, las distintas opiniones… Desde la ira, el insulto,desde la arrogancia, todas las batallas están perdidas...por mucha razón que creamos tener, la capacidad de perdonar debe primar siempre ,si se ejerce es una de nuestras armas más poderosas. ¡Seamos Paz!
La paz es el fruto de ejercitar diariamente el encuentro con quien la da gratuitamente:Deseo que la paz habite siempre en tu corazón. Si es así nada ni nadie podrá turbarte.
7 comentarios
Ese es el camino, yo también lo creo, pero no es nada fácil, hay que tener una vida interior cultivadisima para vivir siempre desde esa paz y esa serenidad. Confieso que en mi no siempre es así... Debo estar muy lejos de esa paz que Dios me ofrece gratuitamente, intento cultivarla, busco vivirla, pido no alejarme de ella... Pero...
ResponderEliminarMuchas gracias! Excelente reflexión para comenzar la semana.
Un fuerte abrazo!
Querida Emma, gracias por compartir esa lucha diaria con nosotros.Creo que todos en mayor o menor medida andamos por los mismos derroteros. Hoy más que nunca debemos ser portadores de esa paz tan ausente en tantos corazones.Por supuesto que no es nada fácil pero tenemos la promesa de que la verdadera PAZ estará siempre con nosotros si le dejamos. Un abrazo y mucho ánimo
EliminarCómo sabes decir las cosas Ángel, que el Señor te siga bendiciendo.
ResponderEliminarTal vez sea hoy esta reflexión la más adecuada por diversas circunstancias...
Afincar la vida en Dios, como bien dices es lo único que nos da firmeza frente a las adversidades, sean del tipo que sean.
Que el Señor Jesús conceda a todos el Don de su Paz, esa que el mundo no pueda dar.
Un abrazo
Gracias querida hermana.Solo Dios puede hacer nacer las buenas palabras y reflexiones.En el caso de mis post siempre son el resultado de lo que Él me inspira, asi que bendito sea Dios. Un abrazo
ResponderEliminarGracias querida hermana.Solo Dios puede hacer nacer las buenas palabras y reflexiones.En el caso de mis post siempre son el resultado de lo que Él me inspira, asi que bendito sea Dios. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por esa paz que trasmites Ángelo y por ese deseo de paz para todos yo desde este comentario también quiero decirte que la paz esté siempre contigo.Saludos
ResponderEliminarHola Angelo!! La Paz sea contigo.
ResponderEliminarPues creo que esa Paz que nos trae Jesus, que nos deja es Su Madre..pues si te fijas es una Presencia donde la Comunion se palpa...y en esta Paz estamos todo como uno solo!! Que Misterio....
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