Uso cookies para darte un mejor servicio.
Mi sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Acepto Leer más

Menos choromiquear


Una de las cosas que más he aprendido en estos casi seis años que llevo blogeando en la red es a ser prudente. Atrás quedó mi impulsividad de principiante ante el inmenso océano de noticias, testimonios, experiencias, y luchas compartidas desde la fe  que fui descubriendo día a día. Atrás quedaron las ganas de litigar en opiniones diversas y en perder el sueño por controversias estériles. 

Unas de las cosas positivas que ha traído mi enfermedad , es acercarme al valor real de las cosas, a reflexionar poniendo la mirada, el pensamiento y la razón hacia el interior de mi corazón y cuando eso se hace pidiendo luz al Creador, para que me ayude a ver lo que no veo, todo adquiere otra dimensión.

Y hago esta introducción ante el revuelo que hace unos días se ha creado con las palabras del papa Francisco. Y lo primero que se me ocurre es que la sorpresa no me ha venido de lo que dijo o dejó de decir, sino de la cantidad de vestiduras rasgadas que he podido palpar en numerosas páginas webs autodenominadas católicas, y no solo eso, sino la forma despiadada con la que algunos han atacado al santo padre,  como si se tratase del enemigo número uno.

Diría que un católico nunca debería quedarse con un titular de prensa, debe contrastar la noticia e ir a la fuente principal. No voy a comentar nada sobre lo dicho o no dicho. “El que tenga oídos para oir que oiga” ( Mt. 11, 15).  Hay para todos los gustos en toda la red, pero sí deseo manifestar mi tristeza por el  “vapuleo” al que muchos católicos someten al papa actual , cuando escuchan de él algo  que sale de su ortodoxia. Que yo sepa hasta ahora no ha declarado nada en contra del Magisterio ni se ha cargado ningún dogma, así que para mí, sigue siendo el pastor elegido por el Espíritu Santo para guiarla y eso me basta.

Da la impresión de que algunos piensan que  el papa es santo e infalible por el solo hecho de ser elegido como tal , se olvidan que al igual que todos nosotros que formamos parte de la Iglesia de Cristo, también tiene un largo camino hacia la santidad y en el caso del papa Francisco , él es muy consciente de ello. ¿Por qué no cesa de suplicarnos una y otra vez que recemos por él? Siempre suelta esta petición en cada encuentro personal o comunitario. ¿Nos olvidamos de que el primer elegido para llevar el timón de la barca,  fue el primero también en negar a Jesús por tres veces?... Algunos nos llaman papolatras  cuando le defendemos y se atreven a decir que este es el mal que azota a la Iglesia. Nos encanta poner etiquetas .

Hablaba de impulsividad  y no ceso de comprobar con cierta tristeza de que cada día ocupa un lugar más grande en nuestras valoraciones. Se critica inmediatamente la  supuesta imprudencia, las formas y las palabras del santo padre, en algunos círculos católicos. Ni se toman el tiempo en meditarlas, contrastarlas y muchas veces ni tan siquiera haberlas leído o escuchado. Utilizan su juicio en base a titulares mediáticos.  Le llaman hereje, dicen que prefiere abrazarse mil veces con musulmanes, protestantes, judíos, homosexuales, divorciados o ateos antes que con verdaderos católicos, etc…  Y digo yo: “ ¿Pero no son a estos a los que hay que evangelizar?” y todo esto no hace más que sonarme a lo que leo muchas veces en el evangelio, ante las reacciones de los fariseos escuchando a Jesús. ¿Cuántos de los suyos le fueron fieles hasta el final? ¿Quién le acompañó en Getsemaní, en la Vía Dolorosa y en el Gólgota?... Todos desconcertados, asustados,  decepcionados y algunos ... ¡escandalizados!

Lo hemos leído tantas veces que incluso ya no percibimos lo que supuso la vida pública de  Jesús. ¿Estamos seguros que nosotros no nos escandalizaríamos ante muchas palabras pronunciadas por Él? … ¡Pero si seguimos incomodándonos con su mensaje!  Hay que ser valientes y contestar con sinceridad. Si no fuera por la gracia de Dios y bajo la visión del amor de sabernos salvados, tal vez no seríamos capaces de acoger su Palabra. Tal como escribió San Pablo :” Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles”. (1 Corintios 1:23)

Es triste que con la cantidad de cosas valiosas que el papa ha dejado en su viaje a Filipinas y a todo el orbe católico, la noticia sea una palabra pronunciada en una rueda de prensa de un avión, recogida para usarla en forma de titular mediático , manipulada en todas las versiones posibles.

Hablaba de prudencia e impulsividad al principio de este post, parece que algunos están deseando la palabra inconveniente, la de doble sentido, la controversia para tranquilizar conciencias. Iglesia somos todos, desde el papa hasta el último bautizado y cada actuación individual la santifica o la destruye. Antes de disparar hay que pensar en las consecuencias. Claro que tenemos derecho a la crítica, pero de ahí al escarnio existe todo un abismo.  Muchos de los que no se han podido aguantar en llevarse las manos a la cabeza ante las palabras del papa, si hubiesen sido prudentes, pacientes y reflexivos, hubiesen disfrutado aún más del mensaje que pocos días después, el mismo papa, desde su lugar habitual, tras su tiempo de oración y desde la serenidad, dijo en la audiencia del pasado miércoles:

“Los encuentros con las familias y con los jóvenes, en Manila, han sido momentos salientes de la visita en Filipinas. Las familias sanas son esenciales en la vida de la sociedad. Da consolación y esperanza ver tantas familias numerosas que acogen los hijos como un verdadero don de Dios. Ellos saben que cada hijo es una bendición".

Alguno de los impulsivos se daría cuenta que como todo hombre de buena voluntad, sabe corregir posibles errores, matizar, aclarar y reafirmar los valores que la Iglesia siempre ha defendido. Vaya … no veo que muchos  de los que publicaron con premura la "frase imprudente" del papa, hayan añadido en su páginas, aplaudiendo lo que también ha dicho después. Una vez más resuenan en mí las palabras de Jesús : “Quien esté libre de pecado tire la primera piedra”. Desde el papa hasta el último bautizado.

Como dice mi amiga Marta : A ver si dejamos de choromiquear menos y hacer más, aquello que el papa nos pide insistentemente:

“Por favor oren por mí”

También puede gustarte

11 comentarios

  1. Suscribo todas y cada una de tus palabras, querido Ángel.
    Recemos por el Papa. Recemos por la unidad de los cristianos, y por nuestra unión a la Iglesia, cuya cabeza es el Santo Padre.
    Dios te bendiga.

    ResponderEliminar
  2. Hoy...hoy...hoy no tengo palabras! Has estado "sembrao"! Ni sobra ni falta. Tengo hasta la sensacion de que te has metido en mi cabeza a "escarballar" y ver lo que pienso porque lo has clavado. Aunque yo todavia estoy en fase bocazas y peleona...pero cada vez siento mas la dulzura del silencio y como me abraza, no para callarme la boca, sino para protegerme.
    Hay un Proverbio que hoy, mas que nunca, te retrata: 16:23. "El corazon del sabio da sensatez a su boca y hace mas dulces sus palabras"
    No dejemos de rezar por el Santo Padre pues muchos son sus enemigos.
    Dios te Bendiga Angel!

    ResponderEliminar
  3. Por ciertoooo: digo mucho lo de "choromiquear"....pero no es un palabro mio, es una gallegada como la de " escarballar". La primera viene de "chorar" = llorar. Y la segunda de escarbar...obviamente. Soy de Vigo...que le voy a hacer???

    ResponderEliminar
  4. Cuanta razón tienes Angelo!!!
    Que tristeza todo lo que se lee y se escucha en contra de nuestro Papa Francisco.
    Y que grande es!!! que hasta los ateos lo empiezan a querer!!!

    Dios lo bendiga y lo guarde.

    Un cariñoso saludo :)

    ResponderEliminar
  5. Genial Angel! Hago mias cada una de las palabras que dices. No puedo estar más de acuerdo.
    Con qué facilidad son manipuladas las palabras sobre todo cuando de ellas se puede sacar un titular sensacionalista.
    Ayer leia que el Santo Padre estaba triste por la repercusion que habia tenido la tergiversacion de sus palabras, es una pena que Occidente funcione de esta manera, vivimos en una sociedad realmente enferma.

    Gracias una vez más por todo lo que compartes en este blog.
    Un gran abrazo!

    ResponderEliminar
  6. ¡¡¡Gracias Angelo!! ¡¡Totalmente de acuerdo contigo!! A raíz de todos esos "comentarios gratuitos" sobre nuestro Papa Francisco, yo también he tenido que salir "en su defensa", o mejor, "ayudando" a que se vea la verdad... Aunque no es muy complicado entenderle, pues él habla con el corazón y para todos!!... pero cuando en las mentes rocambolescas hay otra idea o la idea que esas mentes quisieran oír...pues es ahí cuando se arma el lío... ¡¡¡Pero el Papa es bien claro!!! Que Dios siga bendiciendo a nuestro Papa Francisco y a tí también...
    ¡¡¡Gracias una vez más y siempre, en comunión!!!

    ResponderEliminar
  7. Has bordado la entrada. no se puede decir más ni mejor. Gracias.
    Ojalá todos tuviésemos un poco más de prudencia y sintiésemos a la Iglesia nuestra Madre y al Santo Padre como lo que es.
    Nunca sacar una frase de contexto y de todo el modo de pensar de una persona, es fundamental para que las relaciones sean positivas.
    Dios te siga iluminando para que puedas iluminar.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. ja, ja...un dia este Papa va a cerrar la boca y negarse a abrirla le pregunten lo que le pregunten...como hace mi hija a veces...es una medida inteligente ante tanto idiota juzgoneandolo todo

    ResponderEliminar
  9. Gracias, por enseñarnos la vida sencilla, gracias.

    ResponderEliminar
  10. Estoy de acuerdo con tu post, tienes toda la razón en lo que dices, pero eso no quita que piense que las expresión escogida por el Papa haya sido desafortunada.
    leyendo toda su conversación en el vuelo de vuelta de Filipinas se ve que hablaba en un tono llano y coloquial con los periodistas, así es él y por eso agrada a tanta gente. Todo lo que dijo es correctísimo, y todo sigue la doctrina de la Iglesia. Nada que objetar a eso. Pero la verdad es que al utilizar la palabra "conejos" da pie a algunas personas se sientan "incluidas" en esa descripción y sobretodo da pie - auqnue obviamente esa no era en absoluto su intención - a que otros llamen "conejas" a las madres de familia numerosa.
    Queramos o no es así.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias anónimo por tu aportación. El mismo papa siente su pesar. Se ha sorprendido un poco por el hecho de que esas palabras, que fueron voluntariamente sencillas, no hubieran sido completamente contextualizadas, respecto a una cita clarísima de la Humanae Vitae sobre la paternidad responsable". AQUÍ TEXTO COMPLETO

      Eliminar

Te invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.