Algo pequeñito
Recurrir a textos externos, no siempre va asociado a la falta de ideas o inspiración, a la hora de escribir un post. En mi caso, soy muy aficionado a guardar frases, textos e imágenes que un día pueden serme útiles. Lo que sucede, es que también soy de los que piensan que si algo me ayuda, debo compartirlo con los demás.
Hay tanta información en la red, que podemos caer en la saturación y dejar pasar cosas muy buenas. Por eso he pensado que tras las vacaciones de Semana Santa, sería una ocasión propicia para recordar unas palabras del papa Francisco, muy actuales para llevarlas a la práctica. Así que os dejo con ellas.
"Lo ordinario es lo más común, lo regular, lo que sucede habitualmente. Así es y así discurre la mayor parte del tiempo de nuestra vida, en ese rutinario y monótono día a día, que a veces hasta se nos hace mecánico y del que tantas veces sentimos la tentación de huir y escapar.
En cambio, así de habitual, regular y común es también la acción de Dios en nuestra vida.
Piensa que tu día a día es también el día a día de Dios, que tu vida ordinaria es también la vida ordinaria de Dios. Porque es ahí donde Dios se te da, y es de esa manera, tan común y tan simple en sus formas, como Dios te va dando a conocer su voluntad.
Una llamada inesperada, un imprevisto, una conversación, el madrugón para ir al trabajo, el atasco correspondiente o el autobús que se me escapa, ese que se cuela en la cola del cajero cuando más prisa tengo, son ocasiones preciosas para un ofrecimiento o un momento de oración, un acto de amor o de acción de gracias, un acto de fe en Dios, una pequeña renuncia o mortificación.
Tendemos naturalmente a buscar esa irresistible fascinación de lo espectacular y aparatoso, de lo extraordinario y fuera de lo común, haciendo del milagro o de la lotería casi un ideal. Nada más ajeno al estilo del Evangelio.
Piensa que la encarnación es un Dios que se hace carne de niño, que la redención se realiza en el aparente y estrepitoso fracaso de una cruz o que el gran prodigio de la Eucaristía gravita sobre un poco de pan y un poco de vino.
Tu santidad será más real cuanto más crezca hundida y escondida, como grano fecundo, en la tierra árida y dura de tu vida cotidiana.
Ahí estás llamado a impregnar todas las cosas, personas y circunstancias de una profunda visión de fe, capaz de atisbar en todo y en todos ese susurro de cielo que es Dios presente en tu vida.
Descubre y renueva el valor de ese pequeño día a día de tu vida que resultará tanto más extraordinario cuanto más sepas llenarlo de Dios".
Papa Francisco
9 comentarios
Gracias, gracias, gracias!!!! Dios mio es para mi!!!
ResponderEliminarNecesito a Dios, necesito llenar mi rutina, mi cotidianidad de Dios, para que todo lo ordinario se transforme en extraordinario.
De nuevo gracias por este texto del Papa Francisco, justamente es lo que necesitaba leer hoy.
Un fuerte abrazo amigo!!
Que bonito habla nuestro Papa,asi,sencillo,humilde,con una ternura que emociona.
ResponderEliminarMe tiene completamente encandilada.
Que Dios me lo cuide,me lo bendiga y me lo guarde muchos años.
Un cariñoso saludo :)
No lo conocía, qué maravilla, y qué real.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por esta entrada.
¡Es verdad! Como las flores sencillas, una margarita del césped por ejemplo, tan pequeña y tan hermosa, embellece el césped con suma humildad!
ResponderEliminarPreciosas palabras la de nuestro querido Papa en nosotros está llevarlas a la práctica.Besicos
ResponderEliminarEs verdad, este gran texto merecía ser compartido, gracias.
ResponderEliminarBueno, es que el mundo entero es un auténtico milagro, lo que pasa es que a fuer de esa cotidianidad nos parece "normal" lo inefable.
ResponderEliminarGracias, Ángel.
ResponderEliminarMe lo guardo para leerlo en esos momentos en los que necesito una palabra de aliento, una caricia, una sonrisa... o quizá un poco de aire.
Es precioso y muy cierto. Lo guardo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ángel.
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