Me lo ha regalado
En la banda sonora de la película “Hermano sol, Hermana luna” hay un tema interpretado por Claudio Baglione, titulado “Dolce e sentire”, donde nos habla de la gratitud hacia el Altísimo, de Francisco de Asís, ante la toma de conciencia, de que todo lo que le rodea es un regalo inmenso de Dios.
Hace unas semanas realicé un retiro espiritual, y allí, me asaltó el deseo de cantar esa composición, inspirada en el canto de la criaturas, que memoricé hace tiempo. “Nos da el cielo, las estrellas claras, al hermano sol y a la hermana luna, la madre tierra con sus frutos, prados, flores, el fuego, el viento, aire y agua pura, fuente de vida de sus criaturas. Regalo suyo, de su inmenso amor. Regalo suyo, de su inmenso amor”. Mi meditación posterior, se centró en estas palabras :“Regalo suyo de su inmenso amor”.
Siempre me ha costado entender, cuando he viajado en transporte público de largo recorrido , que la mayoría de pasajeros, no contemplara el hermoso paisaje que muchas veces se les presentaba. Si coincide con el cambio de estación del año, la variedad de colores y formas, llegan a hechizar a quien cae en la cuenta de ello. Una verdadera obra de arte insuperable, al alcance de todos, totalmente gratis y sin colas.
Si has tenido la ocasión de ir a Asis en otoño, puedes comprender muy bien, lo que pudo experimentar San Francisco en la naturaleza que rodea la ciudad. La primera vez que asistí, me quedé más impresionado por el color, la belleza, el aroma de sus bosques de encinas, que de los sitios que visité. Si uno empieza paseando por esos caminos, la visita espiritual a los lugares franciscanos, se percibe de forma cautivadora.
Y fue en mi retiro, donde cambié un poquito, la orientación de lo que suponía, contemplar la naturaleza. La mayoría de veces, hablamos sobre ello, para indicar la grandeza de Dios, su sabiduría, colocando casa cosa en su lugar y con una función determinada. Es lo que a menudo oímos, cuando nos topamos con uno de esos paisajes que quitan el aliento : “Que maravilla, que perfección”… Pues yo me quedo con el mismo agradecimiento de San Francisco hacia el Señor, en su cántico de las criaturas. Supo captar profundamente, que todo lo creado es un regalo para cada alma, que el amor de Dios, ha creado.
Esa realidad caló fuertemente en mi interior durante mi retiro, así que en la primera ocasión que tuve, salí al exterior, contemplé las montañas que tenía ante mí, el canto de las aves, el ruido del agua de una fuente, y repetía lentamente : “ Todo eso es mío, Dios me lo ha regalado” “Toda esa belleza es para que yo la disfrute”, “yo puedo gozarlo, puedo sentir que todo lo creado es para mí”.
Cada hombre y mujer de esta tierra, puede repetir lo mismo. ¿Quién puede impedirte ,gozar de los rayos del sol? ¿quién no dejará ,que aspires profundamente las fragancias que se perciben cuando entras en el bosque? ¿quién podrá una venda a tus ojos, para que no veas el derroche de colores, puestos en las flores , o en numerosas criaturas; o cuando alzas la vista para ver las estrellas o la luna?, ¿quién tapará tus oídos para no escuchar , la variedad de tonos y melodías que el silencio te ofrece?..
Te invito a que lo pruebes. En cuanto puedas, vete a un lugar donde puedas estar en contacto con la naturaleza, siéntate, mira, escucha, toca, huele, … y repite una y otra vez : “ Todo esto es mío, Dios me lo ha regalado”. Tal vez la próxima vez, que paseemos o viajemos, en lugar de ir con unos auriculares, no despegar la vista de un móvil, o mirar la película de turno que la compañía nos ofrece, descubramos otra forma de amenizar nuestro desplazamiento. ¿Por qué no la descubres?...
10 comentarios
Abrir los ojos,disfrutar y dar gracias es lo que hago cada dia Angelo,te lo puedo asegurar :)
ResponderEliminarBella entrada,gracias y un cariñoso saludo :)
Hoy puedo pasar un ratito por aquí ya que he conseguido que me traigan mi portátil pues un imprevisto familiar me tiene en el hospital de “enfermera jefe” todo el día y no sé cuanto tiempo estaré, además tengo que atender a mi paciente y no me queda mucho tiempo libre…..Te diré que mirando por la ventana de esta habitación de hospital hay un pequeño parque, ahora cada vez que lo mire me acordaré de esta entrada.Saludos
ResponderEliminarQuerido Ángel, eso se llama estar en Gracia de Dios,cuando el corazón esta en el corazón de Dios mira la armonia del universo y no sólo eso si no que también mira la armonía de las personas que te rodean.gracias por compartirlo.
ResponderEliminarNerea
El amor vuelca el centro de gravedad sobre la persona amada. El mundo se "comprende" desde ella. Chesterton cuando conoció a la que acabaría siendo su mujer, Frances Blogg, le escribió un poema titulado "A la mujer que amo". En él proclamaba que Dios fue formando el mundo, los campos, el sol, los "reyes, pueblos y naciones" para ofrecérselos a Frances.
ResponderEliminarAsí que si Dios es amor, no sabe hacer otra cosa y la hace a la perfección y además te ama, indudablemente ha hecho para ti todo lo que comentas en tu entrada. De lo contrario San Juan evangelista, el discípulo amado, estaría errado.
Un abrazo.
Querido Ángel: la belleza de la creación es extraordinaria, también me gusta observarla y disfrutarla... mirar al mar y escuchar cómo rompen la olas en la orilla, el sonido del silencio con su infinidad de matices...
ResponderEliminarCuando más consciente he sido y más la he disfrutado en toda su dimensión ha sido cuando he atravesado sus campos y sus caminos peregrinando a Santiago.
Gracias Señor!
Gracias Angelo por compartir esta entrada tan entrañable y sensible!
Mándame el enlace de la peli, si la tienes. Un abrazo!
Es una bella sugerencia Angelo, y realmente el milagro de Dios está a nuestro lado, si queremos percibirlo. Me ocurrió el viernes por la tarde, estar sentada en mi escritorio de trabajo, con la cortina descorrida para que entre luz y de pronto percibo en la pantalla de mi PC un reflejo naranja intenso, volteo la cara y veo reflejado el sol en una ventana de un edificio vecino, me paro, abro la ventana y con qué me encuentro con un hermoso e inusual arco iris frente a mi ventana! Simplemente hermoso!
ResponderEliminarUn abrazo!
Madre, es verdad, es una maravilla tan grande, me embeleso; la montaña, el olor de la hierba, las flores silvestres, el sol de la mañana, el cielo azul intenso, la nieve, la lluvia, las estrellas, la noche, todo... y san Francisco ¡cuánto le quiero!, me enseña tanto...y Asís, qué suerte que has estado, si supieras las ganas que tengo de ir...en fin, qué bonito. Encontrarme con san Francisco ha sido y es un regalo inmenso en mi vida, aunque tardé en reconocerlo como un regalo de Dios...cambió "mis planes" y lo agradezco tanto..."La Cruz que llevaba grabada en su corazón, a fuerza de contemplación, le rompió un día la piel, floreciéndosela en llagas", así es san Francisco; aunque se embelesaba contemplando la naturaleza, también nos dice en otra ocasión: "El amor de Jesucristo me quita el gusto para todo, las criaturas no tienen atractivo alguno para mi, ni los ángeles ni los arcángeles pueden colmar las ansias de mi corazón, los rayos del sol, cuando contemplo el resplandeciente rostro de mi Amado, me parecen densas tinieblas"...
ResponderEliminar"Soy tan solo lo que soy ante Dios" , dice...
Gracias, qué bonito...
Aisssss Angelo, que pocos son conscientes de estos dones!!! Si algo me enseñó mi padre era a contemplar la naturaleza..en la sierra era donde él más disfrutaba y decia:" A ver quien le ha dicho a esa hoja de ese arbol que se ponga asi?, es justo el sitio para que todo sea armonía y le luz le dé justo en ese lugar y esté perfectamente compuesta!!" y se maravillaba...pero sus comentarios eran así muy a menudo....Siempre me invitas a hablar de mi padre....que gracia tienes!! un abrazo y te deseo un dia gozoso en la contemplación!! Ya me contarás como va tu recuperación eh?
ResponderEliminarGracias a Dios Padre, por todas las bellezas que nos regala.
ResponderEliminar"Regalo suyo de su inmenso amor"
Bendiciones.
Martha V.
Es difícil estar un ratito en mitad del campo como tú propones y no ir sintiéndose, momento a momento, mejor, hasta llegar a estar en paz y alegre. Dios nos ha dado una gran medicina, una gran alegría y la tenemos ahí, al lado, alrededor, pero no la sabemos aprovechar... A mí me da un poco de vergüenza confesar que, al andar tan liada de tiempo, hay veces en que simplemente me conformo antes de volver a casa a seguir trabajando yendo al parking al aire libre de un supermercado bastante apartado que hay en mi pueblo. Estar ahí viendo las montañas y las nubes, respirando aire fresco, dejando que los ojos se me abran de verdad con la luz que transmite este paisaje invernal... ya me dejan diferente para volver a casa, aunque pueda parecer un sucedáneo demasiado pobre pero, al menos, miro y le digo a Dios: "¡Pero cuánta preciosidad, Dios Mío!". Si es que la alabanza es una necesidad para la persona, alabar a Dios es lo más instintivo que tenemos, y agradecerle y echarle piropos y sonreír extasiado sólo de oírse uno por dentro el nombre de Dios... Y además sana, libera: si "metes" dentro mucho y bueno, sale lo malo que estaba usurpando nuestro corazón, y si no nos creemos que Dios nos ha creado para la felicidad y ha puesto medios en nuestras vidas ¡ es que no sabemos mirar ni el mundo ni la vida! En fin, que me embalo, y es que hablando de contemplación... Un gran abrazo y hasta mañana si Dios quiere. Ah, y besicos.
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