Su gran tentación
Una de las meditaciones que
durante el año y de forma especial, en Semana Santa, me gusta adentrarme es en
la oración de Jesús en el huerto de Getsemaní. Tengo una predilección especial, por ese pasaje de la vida de Jesús.
Es tan descriptivo el estado físico al que llegó a enfrentarse
el Señor, que siempre quedo profundamente impresionado. Parece no agotarse la
posibilidad de penetrar en esa mezcla de amor y dolor, y sacar de ella
consuelo para el alma.
“Mi alma está triste hasta la
muerte”. Basta poner ante nosotros, cualquier ocasión en que la tristeza ha
llamado a nuestra puerta, para comprender un poquitín, a quien dice sentirse triste.
Pero aquí hay algo más… es tal la tristeza que siente Jesús, que puede causarle la muerte y ahí amigos míos,
creo que nos va a costar un poco más entender.
Analicemos las tristezas de
nuestra vida. ¿Cuántas han podido causarnos esa angustia mortal, de la que nos
hablan los evangelios? Examinemos de verdad
“nuestras tristezas” y pongámonos al lado de ese rato de oración de
Jesús al Padre.
La amargura de Jesús, viene
causada por el peso que va a cargar. Todas las culpas, las debilidades, caídas, traiciones, engaños,
vilezas, ingratitudes, infidelidades, en
definitiva, todo pecado, que cualquier hombre había cometido y cometerá hasta el fin del mundo.
Pero la gran aflicción, aquello
que es capaz de causarle la muerte, es
tener ante Él, la visión clara de que serían muchísimos, los que
despreciarían esta ofrenda suya. Muchos los que le negarían, rechazarían,
escupirían, burlarían… muchos, los que se perderían. Esa es la gran losa que
aplastaba a Jesús, tener conciencia de que su pasión y muerte sería inútil para
muchas almas. Esa fue su gran tentación. El miedo físico y humano ante el
aparente fracaso de su entrega para ser crucificado. La crucifixión no
significaría nada, pero nada, para algunos corazones.
Si se dice que Jesús hubiese ofrecido,
toda su pasión por una sola alma, ¿Cómo sería su dolor, contemplando, que eran
muchas almas las que rechazaban al “Amor
de los amores”…?
Meditar en el desconsuelo de
Jesús, mueve mi corazón, hace que me avergüence de mis “tristezas y quejas”, de
mi entrega, y de mi ingratitud.
Cuando Jesús carga con la cruz, ya
la aceptado, ya se ha abrazado a ella, y se dejará clavar en el madero. En Getsemaní,
está la gran lucha para consentir.
En nuestra vida, tal vez, pensamos
en clavarnos directamente en la cruz, y claro, nos hemos olvidado de aceptar la
invitación a la crucifixión, y por eso no acabamos de colocarnos en el madero. Hay que pasar antes por Getsemaní, hay que
experimentar el quebranto de la soledad, del abandono, de la duda, del miedo… Hay
tantas ocasiones en nuestra vida, que necesitan el filtro de Getsemaní...
Hay que ir a la oración , y salir de ella como
Jesús lo hizo; levantado, manso y humilde, camino hacia la Cruz, gritándole al Padre: “No se haga mi voluntad sino la tuya”.
¡Alabado sea Jesucristo!
7 comentarios
Muchas gracias, Angel!!!!
ResponderEliminarNos encontramos al pie de nuestro Jesús estos días!!!!
Como te agradezco esta entrada Angelo!!
ResponderEliminarUn cariñoso saludo.
Creo que es un privilegio haber sufrido ....haber sufrido la soledad y la incomprension...el desprecio....tantas cosas Angelo, porque sino no podria entrar en esta Palabra de Getsemani...y cuando pasas por el valle del llanto....ves que El lo cambia en Bendicion...el lo cambia y lo transforma todo....Dejo a El que entre y se clave en mi Cruz y amigo mio, eso es otra cosa!! Porque sencillamente lo hace El en mi......lo veo asi de simple. Entonces me preparo para Dar lo que tengo sea lo que sea sin pensar en otra cosa ...solo en Dar...El sabe que por mucho que me empeñe .....hay poco, solo mi disposicion y mi corazóncillo que solo ansia Amar como El......
ResponderEliminarEs una tentacin para mí también, el decir..'para qué? va a servir para algo hacer el esfuerzo?
ResponderEliminarjesus nos ha dado la respuesta, ante el extremo del esfuerzo, dar la vida así!
Nunca dejemos que nos alcance el desánimo...Te has fijado en las palabras del nuevo Papa? creo que van de esto.
Gracias again
Esta entrada me ha abierto los ojos y te doy las gracias por ello......."hay que pasar primero por Getsemaní", ni siquiera me lo había planteado pero ahora lo veo muy claro.Saludos
ResponderEliminarYo pienso que Quien es la Vida tiene que sentir un rechazo bestial ante su antítesis, la muerte. Quien es el Bien, frente al triunfo del mal. Quien es Amor, ante la explosión del odio.
ResponderEliminarPara meditar el Getsemani, te sugiero tambièn los "Dolores mentales de Jesùs". Acà hay solo unas pocas lìneas, pero vale la pena. http://www.franciscanosdecastilla.org/public/santuario198d.pdf
ResponderEliminarUnidos en la oraciòn.
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