No tengáis miedo
He presentado, ya en este blog, algunas iniciativas que empiezan a ponerse en práctica, en este año de la fe. Me doy cuenta de que Juan Pablo II, sembró muchas semillas, que hoy empiezan a dar fruto. Las jornadas de la juventud, florecen. Así, en el año 1993, en la VIII Jornada mundial de la juventud celebrada en Denver, y en la fiesta de la Asunción de María, el papa nos dejaba este mensaje que viene de perilla al Año de la Fe.
"No tengáis miedo de salir a las calles y a los lugares públicos, como los primeros Apóstoles que predicaban a Cristo y la buena nueva de la salvación en las plazas de las ciudades, de los pueblos y de las aldeas. No es tiempo de avergonzarse del Evangelio. Es tiempo de predicarlo desde los terrados. No tengáis miedo de romper con los estilos de vida confortables y rutinarios, para aceptar el reto de dar a conocer a Cristo en la metrópoli moderna. Debéis ir a «los cruces de los caminos» e invitar a todos los que encontréis al banquete que Dios ha preparado para su pueblo. No hay que esconder el Evangelio por miedo o indiferencia. No fue pensado para tenerlo escondido. Hay que ponerlo en el candelero, para que la gente pueda ver su luz y alabe a nuestro Padre celestial".(JPII)
El papa, lo gritó fuertemente, "No hay que esconder el Evangelio" Venga, vamos... no somos ni uno, ni dos.... ¡somos muchos los que ya gozamos de su luz!...
El papa, lo gritó fuertemente, "No hay que esconder el Evangelio" Venga, vamos... no somos ni uno, ni dos.... ¡somos muchos los que ya gozamos de su luz!...
¡Alabado sea Jesucristo!
7 comentarios
Que difícil pero tenemos al Espíritu Santo de nuestra parte.
ResponderEliminarComo siempre las palabras de Juan Pablo II llegan y emocionan,gracias Angelo.
ResponderEliminarUn cariñoso saludo :)
Que buena foto! el miedo es el rey de este mundo, y por él hacemos tantas barbaridades...
ResponderEliminarSi, el Papa nos exhorta a que no nos callemos y que se nos note en nuestra vida que seguimos a Xto, aunque nos tilden de beatones en algunas conversaciones, de lo que me doy cuenta es el hambre que hay de Dios, y nosotros estamos obligados a transmitirlo, la fé no se puede vivir hacia dentro...un abrazo!
Es deber del cristiano proclamar la Buena Nueva.Saludos
ResponderEliminarLa luz no debe de estar debajo de la cama.. sino en lugar alto para que alumbre a todo el que la ve..un abrazo.
ResponderEliminarHola Ángel. Tienes razón, recordar a Juan Pablo II me anima a vivir el Evangelio que muestra tu blog. Gracias.
ResponderEliminarTiene toda la razón el Papa, ahora vamos a ella, con inteligencia y corazón.
ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.