MANTENERLA ARDIENDO
La fe es un don. Nadie la merece por sus actos o virtudes. Es Dios quien la da, es Dios quien la regala. Pero eso sí, los que la poseen no se pueden quedar tranquilos. Este regalo es como el fuego. Quema el interior, y hace arder a todo el que lo toca.
A la fe no es posible encerrarla ni esconderla, aunque tampoco imponerla. ¿Cómo se podría obligar a alguien a creer si hemos dicho que es un regalo del Cielo? Ella es un fuego cuya chispa sólo viene de Dios. Pero, una vez encendida, Él nos pide que le ayudemos a mantenerla ardiendo
¡Alabado sea Jesucristo!
19 comentarios
Y los que tenemos esa llamita, al menos en mi caso, tratamos de no apagarla con el viento de nuestras imperfecciones, y sobre todo por la falta de confianza en quien nos la regaló.
ResponderEliminarEn mi bitácora te he dejado un mensaje de un amigo que te tiene en gran estima.
Un fuerte abrazo.
La Fé, como el amor, como todo en la vida, hay que trabajarla día a día. Un beso ¡
ResponderEliminarEsa es la tarea Angelo, mantener la propia y ser vigilantes de avivar la de otros, especialmente la de esas personas con las que nos hemos compremetido en sacramento.. Como esta esa responasabilidad con nuestros ahijados??
ResponderEliminarTienes razón. Y eso debemos procurar no olvidarlo, para pedir que se nos dé, y para no "exigirla" a los demás.
ResponderEliminarAunque, bien mirado, todo es don: la inteligencia, la belleza, la amistad, el amor...
Gracias Angel, por el video.
ResponderEliminarSuscribo todas tus palabras.
A Dios hay que proponerlo y no imponerlo y además hay que saber presentarlo de una manera amable y sin beatismos.
El sanejemplo, como yo lo llamo es una de las mejores cartas de recomendación por eso debemos cuidar nuestra propia llama para luego poder alumbrar a los demás.
Como decía SJM "el apostolado es sobreabundancia de vida interior".
GRACIAS
Cuidar de que la llama no se apague, no es tarea fácil, pero es lo que hay... PERO no solo eso, además hay que transmitirla y procurar... que no se apague la de los demás...
ResponderEliminarY eso... es lo mejor de todo.
Gracias por mantener mi fuego, con tu blog. ABRAZOS.
La fe hay que pedírsela al Señor cada día y a lo largo del día. Insistirle. A Él le gusta, lo quiere y nos escucha. Así nos acordamos de Él continuamente.
ResponderEliminarDecirle, y sin cansarse: ¡Señor, auméntame la fe!.
¡Habrá cosa que más le guste! Creo que le encantará recibir de nosotros esa petición tan sencilla y, al mismo tiempo, tan profunda.
Gracias Ángelo, muy oportuno.
Pues si, hay que alimentar esa llama a diario, hay que pedir que crezca y que sirva para dar luz y calor a los otros...
ResponderEliminarMe gusta lo que ha dicho Arcendo, lo de procurar que no se apague la de los demás...
hay que estar dispuestos a ello.
Un abrazo!
La filosofía y la antropología nos enseñan que todo ser humano es religioso, es decir, cree en algo, sea lo que sea.
ResponderEliminarSin fe, por tanto, el ser humano deja de serlo y por tanto, muere, deja de existir.
Si esa fe es en Alguien que se ha manifestado, se ha dado a conocer, se ha mostrado; incluso ha llegado a morir por el propio hombre, pues se convierte en el motor, en el corazón y el cerebro del ser humano. Marca su vida y todos los aspectos de ésta.
Gracias por tu reflexión, Ángel.
Un abrazo en Cristo, hermano.
Hola Ángelo: hay que procurar más que nada, no soplar, tenerla en común.
ResponderEliminarardiendo quiero Vivir Angelo! Reza por mi
ResponderEliminarBasta de gilipo#~€¬eces, la fe ni se transmite ni se contagia. Hay que llevar a la gente a Jesús, al encuentro con Él. Él es el que la regala. Toda la labor pontificia es centrarnos en nuestra misión, audar a que den pasos hacia Cristo Redentor, hablar con Jesús Eucarístico de cada una de las velas apagadas o de blanco pábilo, poniendo entre nosotros, 'encendidos', todo en común. La Luz es de Cristo y Él la enciende en cada uno, personalmente, un encuentro entre personas. Esa transmisión de la que se habla se queda en apariencia y vanalidad, en nada, mirad las iglesias y dónde están los bautizados, ¡despertad!. La fe viva y salvadora es Jesús, predicamos su Palabra con nuestra vida, otra vez Jesús, Verbo encarnado.
ResponderEliminarLeyendo en el post que la fe es un regalo, ha venido a mi mente el recuerdo de la tarde en que nació mi sobrino-nieto. Un habitual del monasterio había ido ese día a pasarlo con los monjes y providencialmente me dijo: "Cuando nace algún niño cercano a mí, le pido a Dios el don de la fe para ese niño. Haz tú lo mismo hoy, es lo mejor que le puedes pedir a Dios para él." Y así lo hice. Algún día se destapará ese regalito y muchos en la familia se sorprenderán; yo no, porque tuve un "amigo-ángel" que Dios me envió para pedir con sabiduría divina.
ResponderEliminarY respecto a la llama, yo repito una canción de la que os voy a poner un enlace por si alguno quiere oírla. La ambientación sería estar muy cerquita del altar con el Señor en la custodia y el corazón lleno de deseo de renacer, volver al amor primero con Dios, a la inocencia, la confianza, la entrega, a todo lo que sólo Dios nos puede dar y que a veces descuidamos, pero acabamos volviendo pporque nada sabe igual si no es con Él con quien lo compartimos. Es una canción aparentemente muy sencilla, como un canon, una súplica de amor:
"Pon hoy la llama de Amor
otra vez en mi ser.
Enciende mi corazón,
oh Señor, tócame.
Toma mi vida hoy,
úsame para Ti.
Aviva el fuego en mi interior;
pon hoy la llama de Amor,
pon hoy la llama de Amor."
Espero que os guste y/o sirva. Se titula: "Pon hoy la llama de Amor". Quizás al principio no oigáis bien la letra, pero luego se crecen, es una canción muy ungida rezada con "un corazón contrito y humillado". El enlace es: http://www.maranatha-rcc.com/musica/
Besicos, como diría San Josemaría.
Angelo me guata que hayas tocado este tema La fé, pido todos los dias que me la aumente como bien dice Capuchino, El la regala y la dá un misterio este enorme.
ResponderEliminarCamino me gusta mucho lo que dices esa oración para ese niño ya le será muy útil en algún momento o muchos de su vida, esto me ha recordado a las monjitas de Lerma, tengo alli una hermana en la fé, en cada dulce que hacen, rezan una oracion para la persona cuando se lo coma...eso es para mi la Comunion de los Santos.
un abrazo
ME apunto con Capuchino a pedir constantemente que nos aumente la fe
ResponderEliminary pedirla para los demás
Que bello vídeo Ángel.
ResponderEliminarSolo le pido al Señor aumenta mi fe.
Gracias
A veces, la barquita va sola, llevada por el viento. Otras veces, tenemos que sudar remando contra corriente. La cuestión es no cansarse y confiar, pues sabemos de quién nos fiamos. Un abrazo!
ResponderEliminarSentir Fe, manifestarla, compartirla, mantener esa Luz Encendida, Confiar en El, hoy y siempre, un camino a seguir.
ResponderEliminarBesitos,
Fantástico el video del Opus Dei y los testimonios. Como bien dices la fe es un don inmerecido que debemos alimentar por la oración. Un abrazo
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