AMBICIOSOS
Ambición: deseo ardiente de conseguir poder, riqueza, dignidades o fama. Es una de las definiciones que encontrado sobre ella. Claro está que también podemos hablar de ambición loable. Aquella que nos empuja a superarnos y mejorar como personas en el desarrollo y fomento de nuestra vida espiritual, de servicio a los demás. Quiero detenerme en la ambición desleal, la que he definido al principio del post.
Hace tiempo, leí un artículo que exponía las “virtudes” de ser ambicioso. Me dejó una desazón extraña. El articulista, alababa en grado sumo esta condición: ¡Ser ambicioso en la vida!
Hace tiempo, leí un artículo que exponía las “virtudes” de ser ambicioso. Me dejó una desazón extraña. El articulista, alababa en grado sumo esta condición: ¡Ser ambicioso en la vida!
Recuerdo que hace un par de años, los telediarios presentaban la noticia del suicidio de un joven ejecutivo español que ocupaba un puesto en una compañía de gran prestigio de Nueva York Los periodistas hicieron hincapié en el estilo de vida que llevaba. Casado, aparentemente feliz y con muchísimo dinero, y se mostraban extrañados del final que puso fin a su vida.
Busco información en Internet, y descubro perplejo, la facilidad de encontrar suicidios en dirigentes de grandes empresas. Todos con un denominador común: La rapidez con la que ascendieron en su puesto de trabajo. Todos etiquetados de jóvenes ambiciosos.
El autor del texto que mencioné al principio, mostraba el perfil que las empresas buscan y fomentan. Gente con gran ambición de poder, dinero y fama. Estos ingredientes, lograban que estás personas consagraran toda su capacidad y dedicación a la empresa, buscando nuevas ideas para ser más competitivos, con grandes beneficios y reconocido prestigio.
En mi vida laboral, siempre he podido verificar la presencia de seres pertenecientes a éste género. ¿Quién no? Y la experiencia y conclusión a la que llego, me hace afirmar que una ambición, sin nobles aspiraciones , deshumaniza. Se van subiendo escalones sin importar a quien se tira en el camino, ni el estado en el que se le deja, ni los métodos que se utilizan .Cada peldaño subido es una carga de autoritarismo, prepotencia, y superioridad. El abuso de poder, entra a formar parte de la vida con los subordinados, rozando el aniquilamiento de la dignidad de la persona. Ya no les importa el engaño y la injusticia, y entran en una frialdad humana propia de psicópatas. El engaño y la injusticia carecen de sentimientos. Se olvidan de las grandes esperanzas.La comprensión, el interés por el bienestar ajeno, y la compasión se convierten para los ambiciosos en signos de debilidad, a los que hay que ignorar.
He visto como personas buenas, generosas, solidarias, han ido cambiando a medida que el poder les era otorgado. Convirtiéndose de ovejas a lobos.
Pero he aquí mi sorpresa, cuando me encuentro otra noticia en la que parece darse la vuelta a la tortilla. “En Estados Unidos, varios dirigentes empresariales están posicionándose a favor de contratar a personas con probada honestidad”. Potenciar la autoestima de los trabajadores, valorar su trabajo, el interés personal de su vida familiar y social. Escalar puestos por méritos propios de trabajo bien realizado, por compañerismo ejemplar. En definitiva por su honradez y conciencia. Los gastos en bajas laborales por depresión. Las denuncias por mobbing que se presentan en número cada vez mayor, no equilibran la balanza de gastos y beneficios.Parece que las cosas van cambiando. Que hay esperanza de verdad.
Busco información en Internet, y descubro perplejo, la facilidad de encontrar suicidios en dirigentes de grandes empresas. Todos con un denominador común: La rapidez con la que ascendieron en su puesto de trabajo. Todos etiquetados de jóvenes ambiciosos.
El autor del texto que mencioné al principio, mostraba el perfil que las empresas buscan y fomentan. Gente con gran ambición de poder, dinero y fama. Estos ingredientes, lograban que estás personas consagraran toda su capacidad y dedicación a la empresa, buscando nuevas ideas para ser más competitivos, con grandes beneficios y reconocido prestigio.
En mi vida laboral, siempre he podido verificar la presencia de seres pertenecientes a éste género. ¿Quién no? Y la experiencia y conclusión a la que llego, me hace afirmar que una ambición, sin nobles aspiraciones , deshumaniza. Se van subiendo escalones sin importar a quien se tira en el camino, ni el estado en el que se le deja, ni los métodos que se utilizan .Cada peldaño subido es una carga de autoritarismo, prepotencia, y superioridad. El abuso de poder, entra a formar parte de la vida con los subordinados, rozando el aniquilamiento de la dignidad de la persona. Ya no les importa el engaño y la injusticia, y entran en una frialdad humana propia de psicópatas. El engaño y la injusticia carecen de sentimientos. Se olvidan de las grandes esperanzas.La comprensión, el interés por el bienestar ajeno, y la compasión se convierten para los ambiciosos en signos de debilidad, a los que hay que ignorar.
He visto como personas buenas, generosas, solidarias, han ido cambiando a medida que el poder les era otorgado. Convirtiéndose de ovejas a lobos.
Pero he aquí mi sorpresa, cuando me encuentro otra noticia en la que parece darse la vuelta a la tortilla. “En Estados Unidos, varios dirigentes empresariales están posicionándose a favor de contratar a personas con probada honestidad”. Potenciar la autoestima de los trabajadores, valorar su trabajo, el interés personal de su vida familiar y social. Escalar puestos por méritos propios de trabajo bien realizado, por compañerismo ejemplar. En definitiva por su honradez y conciencia. Los gastos en bajas laborales por depresión. Las denuncias por mobbing que se presentan en número cada vez mayor, no equilibran la balanza de gastos y beneficios.Parece que las cosas van cambiando. Que hay esperanza de verdad.
Existe una pega importante: Los ideales manifestados en la noticia, corresponden al deseo del autor de este post. La cosa sigue igual. Basta mirar a los gobernantes de la Tierra.
Ambicionemos nobles ideales, estos son los que de verdad producen ganancias, y cambian el mundo. Estoy convencidísimo de ello.
Angel ST
Angel ST
8 comentarios
Me quedo con lo de ...AMBICIONEMOS NOBLE IDEALES...
ResponderEliminarUna entrada hermosa para meditar y remeditar.
Muchas bendiciones para tí y todos los tuyos.
FOTELIAS.
Respetable hermano Angel, gracias por su comentario en nuestro blog.Le sigo y leo desde ya hace un rato, aunque este es mi primer comentario.
ResponderEliminarSobre lo que hoy escribe, muy interesante, en ética se dice de que en el medio está la virtud, como bien lo apunta hay una ambición buena y otra que vicia y corrompe al ser humano, es de subrayar el dato que usted pone sobre el hecho de que algunas empresas buscan ahora a personas honestas, interesante. Creo que el ser humano al final, si se deja llevar por la verdad, descubre que hay virtudes más profundas, aunque todas son importantes, unas son causa de otras, y todas se desarrollan en orden orgánico.
por último, le "robo" la imagen de los niños por una internet limpia. Gracias y bendiciones.
Angel:
ResponderEliminarConozco el mundo empresarial. Trabajo en una gran multinacional y sé como se funciona aquí.
No hay que dejarse engañar por las modas del management. Los ejecutivos que ahora contratan a personas honradas mañana cambiarán la moda y harán otra cosa.
Este mundo de la empresa funciona así, va por modas, pero cambian mucho.
Muy buenas Angel,ambición tiene dos caras una buena y otra mala y en las dos se encuentra en esta forma de vida moderna y por desgracia las personas trabajan a disgusto y sobre todo por ambición,porque ejercen trabajos que no se parecen en nada con su vocación.
ResponderEliminarrecibe un saludo cordial.Gracias.
Enhorabuena Ángel, un blog estupendo y muy bien organizado. La mejor ambición es llegar a ser lo mejor de uno mismo en Cristo, y en esto transformar el mundo.
ResponderEliminarUn saludo
Jorge Gallego
Gracias a todos por los comentarios. Me hubiese gustado personalizarlos, pero tengo que partir hacia el trabajo.Foteleias. Alter y Juanjo. Sois de la familia.
ResponderEliminarE. Baregó y Jorge Gallego. Me alegra vuestra presencia. Ya os he enlazado y pienso seguir vuestros blogs si D.q. Un abrazo a todos
La ambición mas deleznable la representan de una manera palpable la casta política que nos ha tocado sufrir. La otra, la buena, es una bendición. Gracias.
ResponderEliminarMe preocupa la razón por la que ahora se contrata a personas honestas: sale más barato porque tienen menos bajas por depresión y porque ..son honestos.
ResponderEliminarTambién me preocupa lo acostumbrados que están los niños, adolescentes y jóvenes de hoy a conseguirlo todo por su cara bonita.
Un abrazo
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