NECESITÓ EL CONSUELO
Dicen los santos padres de la Iglesia y algunos de los grandes teólogos ,que la Pasión verdadera de Nuestro Señor, fue mayor en su interior que en el exterior. O sea, que sufrió más moralmente, que en su cuerpo ,y la verdad es que a mí, se me hace imposible imaginar que un castigo físico, como el que él resistió (según la Pasión de Mel Gibson, donde dicen que todavía se quedó corto) fuese menor, que lo que padeció interiormente. Se basan principalmente en la escena de Getsemaní, donde veladamente, se descubre una gran lucha de Jesús, para no ser vencido por la tristeza, la desolación y la desesperación. Mel Gibson plasma muy bien ese instante. El diablo tienta a Jesús, haciéndole ver, que todo el sufrimiento por el que pasaba, iba a ser vano para muchos, para muchísimos.
Tanta fue su angustia, que sufrió hematohidrosis Este rarísimo fenómeno, se produce sólo en momentos de gran ansiedad, estrés y debilidad física. En esas condiciones, los vasos sanguíneos pueden contraerse y dilatarse hasta el punto de ruptura, de forma que se producen hemorragias en la capa de la epidermis más próxima a las glándulas sudoríparas. Así la sangre se mezcla con el sudor y brota por la piel. Es curioso que sea el evangelista Lucas quien nos mencione este detalle. Su profesión: médico.
La gran angustia de Jesús: Tener el conocimiento pleno, de que su muerte no sería suficiente motivo para que todos los hombres abrieran su corazón al Amor, su flagelación, su coronación de espinas, su crucifixión sería vana, nada, motivo de escarnio, de risas, de burlas, de blasfemias y sacrilegios. Su pasión seguiría a lo largo de la historia. Sintió el abandono de la humanidad. Vio que sus seguidores,también se quedarían dormidos muchas veces, que Dios , seguiría sin ocupar el primer puesto en los corazones de los hombres. Experimentó las burlas, que su Madre recibiría, vio muchas almas condenarse. Tanta fue su angustia que necesitó el gran consuelo del Padre, quien le envió un ángel.¡ Jesús necesitando consuelo!
Vino después : “hágase tu voluntad y no la mía”. Supo que su muerte salvaría a muchos. Adquirió la conciencia de que el valor de una sola alma merecía todo lo sufrido. Getsemaní fue la gran tentación del diablo al Señor. Fue el último intento de Satanás de vencer. Getsemaní fue la gran lucha ante la desolación.
Hoy podemos comprobar todo lo que el Señor vio. Empecemos por los que le seguimos. Cuantos días sin acudir a Él, cuantas excusas para no alimentarse de su Cuerpo, cuantas obligaciones creadas, que nos impiden dedicar cada día un tiempo a descubrir si ellas están en su plan de amor para nosotros. Las iglesias donde está presente, en el Sagrario. ¿Quién se encuentra una capillita de unos pocos bancos repleta a diario? Muchos tienen cerca la parroquia y se pasa una y otra vez por delante sin entrar a tener un rato de compañía con Jesús. Siguen vivos el odio, las críticas, las murmuraciones, los juicios, las envidias, las etiquetas. Miramos las masas y nos olvidamos de que Jesús ha muerto por uno. Y por otro, y otro, Por todos; pero con la mente en cada hombre y mujer, individualmente. Los grandes santos son los que han entendido claramente, esa muerte de Cruz por su alma. Han comprendido y vivido tan bien ese acto de amor, que se han unido a su sufrimiento. Lo han pedido con insistencia. ¡Cuánto miedo todavía en nosotros! ¡Cuanta queja! ¡Cuánto mirarnos al ombligo!
Confieso que me mueve más el dolor de Getsemaní que el de la vía dolorosa. En el primero es el corazón divino y humano el que se rompe, en el segundo es el cuerpo. Los dos, inimaginables para mi mente.
Fijémonos en la visión de Jesús, en los que le rechazarían. Vio la muerte de inocentes, de los niños abortados, de sacrilegios, de burlas sobre su pasión,de verdaderos actos propios del demonio. Vio la retirada de crucifijos, vio la quema de sus iglesias y de sus imágenes, las persecuciones, torturas y muerte de los suyos. Comprobó tanta maldad, tanto rechazo, tanto odio a su persona ,que tuvo que hacerse una gran violencia interior para no sucumbir. ¡Qué osadía por parte del diablo, de tentar de esa forma al Señor! Querer engañar al mismo Dios. Qué fácil se lo ponemos nosotros. Que tontos somos, que no hacemos caso de la experiencia. Que no seguimos los consejos que Jesús nos dejó en el evangelio, porque no lo leemos. Que seguimos pensando en el Dios bonachón que todo lo perdona. Muchos piensan, que acumular méritos y hacer cosas grandes para ganarse el cielo basta. ¿Pero quién puede salvarse a sí mismo? Nadie. Jesús ha pagado muy caro nuestro rescate. Todo ha sido gratuito. Y es hora de pensar en consolarle. Demostrarle que su sangre en Getsemaní y en la vía dolorosa, sí nos lavó, si valió la pena. Es hora de saber reparar, desagraviar y ofrecer nuestros desalientos, tristezas, incomprensiones, oscuridades, abandonos, burlas, ataques, sufrimientos…. Si ya lo pasó ÉL, no hay nada, nada en nuestra vida que no haya cargado en su Pasión. Descubramos la gran enseñanza de Jesús. CADA UNO INDIVIDUALMENTE ES ÚNICO, IMPORTANTÍSIMO Y VALIOSO PARA DIOS ,COMO PARA SER SALVADO CON UNA TORTURA MORAL Y FISICA COMO LA QUE NOS REDIMIÓ. Sepamos ver esa individualidad en cada uno de nuestros hermanos. Pidámosla. Es necesario para poder ver el rostro de Jesús. Si no, acumularemos méritos que ni siquiera son nuestros.Sin reparar en el amor . Y éste es lo único que podremos presentar cuando estemos ante El.
Angel ST
Tanta fue su angustia, que sufrió hematohidrosis Este rarísimo fenómeno, se produce sólo en momentos de gran ansiedad, estrés y debilidad física. En esas condiciones, los vasos sanguíneos pueden contraerse y dilatarse hasta el punto de ruptura, de forma que se producen hemorragias en la capa de la epidermis más próxima a las glándulas sudoríparas. Así la sangre se mezcla con el sudor y brota por la piel. Es curioso que sea el evangelista Lucas quien nos mencione este detalle. Su profesión: médico.
La gran angustia de Jesús: Tener el conocimiento pleno, de que su muerte no sería suficiente motivo para que todos los hombres abrieran su corazón al Amor, su flagelación, su coronación de espinas, su crucifixión sería vana, nada, motivo de escarnio, de risas, de burlas, de blasfemias y sacrilegios. Su pasión seguiría a lo largo de la historia. Sintió el abandono de la humanidad. Vio que sus seguidores,también se quedarían dormidos muchas veces, que Dios , seguiría sin ocupar el primer puesto en los corazones de los hombres. Experimentó las burlas, que su Madre recibiría, vio muchas almas condenarse. Tanta fue su angustia que necesitó el gran consuelo del Padre, quien le envió un ángel.¡ Jesús necesitando consuelo!
Vino después : “hágase tu voluntad y no la mía”. Supo que su muerte salvaría a muchos. Adquirió la conciencia de que el valor de una sola alma merecía todo lo sufrido. Getsemaní fue la gran tentación del diablo al Señor. Fue el último intento de Satanás de vencer. Getsemaní fue la gran lucha ante la desolación.
Hoy podemos comprobar todo lo que el Señor vio. Empecemos por los que le seguimos. Cuantos días sin acudir a Él, cuantas excusas para no alimentarse de su Cuerpo, cuantas obligaciones creadas, que nos impiden dedicar cada día un tiempo a descubrir si ellas están en su plan de amor para nosotros. Las iglesias donde está presente, en el Sagrario. ¿Quién se encuentra una capillita de unos pocos bancos repleta a diario? Muchos tienen cerca la parroquia y se pasa una y otra vez por delante sin entrar a tener un rato de compañía con Jesús. Siguen vivos el odio, las críticas, las murmuraciones, los juicios, las envidias, las etiquetas. Miramos las masas y nos olvidamos de que Jesús ha muerto por uno. Y por otro, y otro, Por todos; pero con la mente en cada hombre y mujer, individualmente. Los grandes santos son los que han entendido claramente, esa muerte de Cruz por su alma. Han comprendido y vivido tan bien ese acto de amor, que se han unido a su sufrimiento. Lo han pedido con insistencia. ¡Cuánto miedo todavía en nosotros! ¡Cuanta queja! ¡Cuánto mirarnos al ombligo!
Confieso que me mueve más el dolor de Getsemaní que el de la vía dolorosa. En el primero es el corazón divino y humano el que se rompe, en el segundo es el cuerpo. Los dos, inimaginables para mi mente.
Fijémonos en la visión de Jesús, en los que le rechazarían. Vio la muerte de inocentes, de los niños abortados, de sacrilegios, de burlas sobre su pasión,de verdaderos actos propios del demonio. Vio la retirada de crucifijos, vio la quema de sus iglesias y de sus imágenes, las persecuciones, torturas y muerte de los suyos. Comprobó tanta maldad, tanto rechazo, tanto odio a su persona ,que tuvo que hacerse una gran violencia interior para no sucumbir. ¡Qué osadía por parte del diablo, de tentar de esa forma al Señor! Querer engañar al mismo Dios. Qué fácil se lo ponemos nosotros. Que tontos somos, que no hacemos caso de la experiencia. Que no seguimos los consejos que Jesús nos dejó en el evangelio, porque no lo leemos. Que seguimos pensando en el Dios bonachón que todo lo perdona. Muchos piensan, que acumular méritos y hacer cosas grandes para ganarse el cielo basta. ¿Pero quién puede salvarse a sí mismo? Nadie. Jesús ha pagado muy caro nuestro rescate. Todo ha sido gratuito. Y es hora de pensar en consolarle. Demostrarle que su sangre en Getsemaní y en la vía dolorosa, sí nos lavó, si valió la pena. Es hora de saber reparar, desagraviar y ofrecer nuestros desalientos, tristezas, incomprensiones, oscuridades, abandonos, burlas, ataques, sufrimientos…. Si ya lo pasó ÉL, no hay nada, nada en nuestra vida que no haya cargado en su Pasión. Descubramos la gran enseñanza de Jesús. CADA UNO INDIVIDUALMENTE ES ÚNICO, IMPORTANTÍSIMO Y VALIOSO PARA DIOS ,COMO PARA SER SALVADO CON UNA TORTURA MORAL Y FISICA COMO LA QUE NOS REDIMIÓ. Sepamos ver esa individualidad en cada uno de nuestros hermanos. Pidámosla. Es necesario para poder ver el rostro de Jesús. Si no, acumularemos méritos que ni siquiera son nuestros.Sin reparar en el amor . Y éste es lo único que podremos presentar cuando estemos ante El.
Angel ST
15 comentarios
Gran comentario, como todos, con mucho para meditar. Sin embargo yo hoy quiero hacer hincapié en una de tus frases:
ResponderEliminar"Que no seguimos los consejos que Jesús nos dejó en el evangelio, porque no lo leemos"
Del roce nace el cariño y si no buscamos el roce..., si no nos interesa saber lo que Jesús hizo y lo que nos quiere decir..., por mal camino vamos.
En el momento actual se esconden los crucifijos, sí; pero ¿cuántos de los que nos llamamos cristianos, ya hace mucho tiempo, hemos escondido los Evangelios, en el último rincón de la casa?...
Este es solo uno de los puntos, que a bote pronto, se me ocurren, de la riqueza de tu post.
UN ABRAZO GRANDE.
Hola Angel! La beata Ana Catalina Emmerich, en sus visiones sobre la pasión, detalla minuciosamente esta lucha epiritual de Jesús en el huerto. Es una revelación riquísima que se nos ha dado por medio de ella a los católicos de hoy en día, ya que siendo proclamada beata, podemos leerla confiadamente. Deseo que todos puedan leer sus escritos. El de la pasión se llama "La amarga Pasión de Nuestro Señor Jesucristo"
ResponderEliminarAngelo querido, gracias por esta llamada a besar a Nuestro Señor y a consolarle, es lo más precioso que a mi entender podemos hacer por El.
ResponderEliminarComo para Dios no hay tiempo, meternos cada día en Getsemaní y consolar a Jesús, un buen momento para hacerlo puede ser las 3 de la tarde, la Hora de la Misericordia, ya que El nos pide que recordemos aunque sea por un instante el dolor de su Pasión a esa hora.
Gracias Juan, por la citar a Catalina de Emmerich, creo que precisamente Mel Gibson se basa en sus visiones para hacer la película. También es muy impactante lo que cuenta María Valtorta en "El Evangelio como me ha sido revelado".
Arcen, es muy importante lo que dices, la Reina de la Paz en Medju precisamente nos pide que coloquemos la Biblia abierta en un lugar principal de la casa, un día tengo que hablar sobre el Altar familiar que Ella nos pide que tengamos en todas las casas.
Me voy a extender demasiado pero Angelo, tengo que decirte que me encanta como has tocado este tema tan bonito del consuelo que necesita Jesús... es lo único que quiere, nuestro amor.
Besazo muy grande. Gracias.
Ángel, profundas palabras, las voy a copiar y me las llevo para meditarlas más despacio en un momento de oración mental.
ResponderEliminarHe celebrado la Eucarístía por el un joven y la niña, parte de las víctimas de la violencia, el pueblo sufriente ya comenzó a levantarse, vengo emocionado y lleno de más fe. La Iglesia estaba repleta, la gente apoyando a dos familias,el pueblo casi entero en la Iglesia unidos en la oración.Es más, el joven era parte de un coro y todos sus compañeros, quienes también fueron arrastrados por el alud de tierra y piedras y que milagrosamente se salvaron, estaban allí, cantando la misa de su compañero y hermano. Pero lo que más me impacto fue ver a un muchacho que salió con muchos golpes y heridas, a quién tuve la oportunidad de ungir, y que apenas el domingo salió del hospital, dándole dura a la batería, cantando en la Misa de su compañero.Dígame Ángel si esto no es fe en el Resucitado. Le comento esto en agredecimiento a todo lo que usted a hecho para que esta noticia sea conocida, pues por ello le pedía que me ayudará a concientizar y muchos lo han hecho. Gracias y Bendiciones a usted y apreciable familia.
"se descubre una gran lucha de Jesús, para no ser vencido por la tristeza, la desolación y la desesperación"
ResponderEliminarEsta realidad es fuente de fuerza y esperanza, cuando experimentamos las horas bajas.
Un saludo cordial
Tinta
Esta meditación magnífica me gustaría guardarla para leerla más veces.
ResponderEliminarPara recordar como sufrió Jesús por cada uno de nosotros INDIVIDUALMENTE.
Para recordar que si no morimos con El, no resucitamos con El.
Para El se gana perdiendo.
Creo que la mejor manera de consolarle es aceptar y acompañarle cuando llega el momento de nuestro propio sufrimiento.
Sin dolor, sin sufrimiento, no existe la redención.
ResponderEliminarSin una gripe, jamás sabremos lo que es la salud.
Sin infierno, no sabemos lo que es el cielo.
Dios siempre se vale de lo negativo para sacar algo positivo. Como el aceite, siempre queda el bien por encima.
Un abrazo.
Hola Angelo.
ResponderEliminarHace poco lei que un alumno suspendió la asignatura de religión porque no entendía la pasión.
A mi me sucede algo parecido. No lo entiendo muy bien, pero estoy aprendiendo a acoger este misterio.
Hoy, me acordaré de este post en el rezo del rosario.
Un saludo.
Necesitó el consuelo y lo sigue necesitando. Pascal decía: Jesús estará en agonía hasta el final de los tiempos. Qué gran verdad. El "necesita" nuestro consuelo en los sagrarios y lo necesita en todo hombre que sufre.
ResponderEliminarEs una gran misión, estar junto a El.
La Oración de Cristo en Getsemaní es el umbral para el ABANDONO PERFECTO a la Voluntad de Dios. Jesús nos ensenó a darlo TODO allí...Por otro lado, siempre me ha impactado de ese momento cuando El va a buscar consuelo y encuentra dormidos a los suyos... Cuantas veces me encontró a mi dormida y no pude consolarle! Por eso le pido a Su Madre me permita velar con Ella para aliviar a Su hijo. Que el Espíritu Santo siga dándote sabiduría.
ResponderEliminarGracias, gracias de verdad por tu comentario, a pesar de tus pesares, lo valoro mucho. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarTu entrada de hoy me ha dado e empujón final para un viajeque pienso hacer el Semana Santa: La visita a Turín a la Sábana Santa. Van a exponerla este año.
ResponderEliminarUna entrada sublime.
Un abrazo
El papa Juan Pablo II, creo que en la Salvifici doloris, decía que era reconfortante saber que ni siquiera María estuvo libre de alguna vez sentir angustia al punto de clamar a Dios "¿Por qué?" (véase Lc 2, 48). Si ni Jesús ni María estuvieron libres de angustias, ¿por qué nosotros sí?
ResponderEliminarNO concivo la vida sin Él, no entiendo a las personas tan pagadas de si mismos que todo lo atribuyen a sus capacidades olvidando que provienen de Él. Hace una hora he sufrido una fuerte contradicción con mi superior jerarquico y pensando en su Pasión, la he ofrecido porque Él lo ha dado todo por mí y mis silencios y sufrimientos no son nada comparados con lo que sufrió Él.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
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ResponderEliminarTe invito a dejar tu opinión .Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.